México rompe relaciones diplomáticas con Ecuador tras incursión policial en su embajada en Quito

México rompe relaciones diplomáticas con Ecuador tras incursión policial en su embajada en Quito

QUITO (AP) — México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador luego de que la policía irrumpiera en la embajada mexicana en Quito para detener a un exvicepresidente ecuatoriano que había solicitado asilo político allí tras ser acusado de corrupción, en una medida inusual que generó el rechazo de gobiernos y diplomáticos en la región.

Los agentes policiales entraron por la fuerza a la legación diplomática la noche del viernes para arrestar a Jorge Glas, que residía allí desde diciembre.

La redada llevó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a anunciar la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador el viernes por la noche, mientras que la secretaria de Relaciones Exteriores de su gobierno, Alicia Bárcena, dijo que la medida será impugnada en el Tribunal Internacional de La Haya.

“Estoy atónito por la situación que se ha dado (...) Es la peor acción que he podido presenciar de un gobierno extranjero”, reaccionó Roberto Canseco, jefe de la sección consular mexicana en Quito a The Associated Press. “Es totalmente inaceptable que hayan violado el estatus diplomático de la embajada”.

Bárcena ratificó la ruptura de los lazos diplomáticos argumentando “la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano”. Convocó al retorno inmediato a su personal diplomático, para lo cual pidió garantías a Ecuador.

Los recintos diplomáticos se consideran “inviolables” según los tratados de Viena y las fuerzas del orden locales no pueden entrar sin el permiso del embajador. Personas que han buscado asilo han vivido días y hasta años en embajadas de todo el mundo, incluida la de Ecuador en Londres, que albergó al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, durante siete años sin que la policía británica pudiera ingresar para arrestarlo.

Glas, de 54 años y quien fungió como vicepresidente entre 2013-2017 en la administración de Rafael Correa y durante un año en el entonces gobierno de Lenin Moreno, fue condenado en 2017 y 2020 en dos procesos — uno por sobornos y otro relacionado con la trama de la constructora brasileña Odebrecht — pero salió de prisión en noviembre de 2022 tras recursos judiciales. Se le consideraba uno de los ecuatorianos más buscados por la justicia. También es investigado por presuntas irregularidades durante su gestión en las labores de reconstrucción del sismo de 2016.

En una declaración de prensa, sin posibilidad de realizar preguntas, la canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld ratificó el sábado que la decisión de ingreso a la sede diplomática mexicana fue adoptada por el presidente de Ecuador, ante “un riesgo de fuga inminente” de Glas y tras haber agotado, según aseguró, todas las posibilidades de diálogo diplomático con México.

Sommerfeld reprochó que se haya dado protección a un prófugo de la justicia, con dos sentencias condenatorias y una orden de captura, contraviniendo —dijo— convenciones internacionales.

“El gobierno nacional ha cumplido con la orden de detención del señor Glas dispuesta por la corte nacional de justicia y puesto a órdenes de autoridades competentes”, acotó.

El sábado temprano, el exvicepresidente Glas fue trasladado desde la Fiscalía en Quito a un centro de privación en la ciudad de Guayaquil, 270 kilómetros al suroeste de la capital, en medio de un estricto operativo militar y policial ordenado por un juez. Al exvicepresidente se le realizó una valoración médica, informaron las autoridades penitenciarias.

La abogada del exvicepresidente, Sonia Vera, relató a la AP que los policías irrumpieron en su habitación, pusieron sus manos hacia atrás, ante lo que Glas se resistió y “lo tumbaron al piso, le patearon en la cabeza, en la columna, en las piernas, las manos” y al no poder caminar, “a rastras lo sacaron”.

A la defensa no se le permitió ver a Glas mientras se encontraba en la oficina del fiscal, por lo que prepara un pedio de habeas corpus, agregó.

La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó el sábado en un comunicado su rechazo a “cualquier acción violatoria o que ponga en riesgo la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas”, se solidarizó con las “víctimas” de las “acciones improcedentes” en la embajada mexicana y convocó al diálogo para la resolución del conflicto. Afirmó que es necesaria una reunión del Consejo Permanente para tratar el tema, sin dar fecha para ello.

Estados Unidos se sumó a la condena de “cualquier violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, informó el Departamento de Estado, que alentó a ambos países a resolver sus conflictos de acuerdo con las normas internacionales.

Varios gobiernos latinoamericanos también expresaron su rechazo a la irrupción en la sede diplomática mexicana. “Se ha roto la convención de Viena y la soberanía de México en Ecuador”, señaló el presidente colombiano Gustavo Petro en su cuenta de X.

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, repudió y calificó al hecho como “un acto intolerable para la comunidad internacional” y una “violación a la soberanía del Estado mexicano y al derecho internacional”. Como presidenta pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, convocó, además, a una reunión urgente para tratar el tema el martes de manera virtual.

El presidente chileno Gabriel Boric expresó su “enérgica condena” a lo sucedido en Quito y su “profunda preocupación” por la violación del derecho al asilo”, mientras que el mandatario de Bolivia, Luis Arce, dijo en la red social X que el hecho “no tiene precedentes en la historia del derecho internacional”.

La cancillería peruana señaló en un comunicado que “rechaza toda transgresión” a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, mientras el presidente venezolano Nicolás Maduro escribió en X que el gobierno ecuatoriano “violó brutalmente el Derecho Internacional”.

Mientras tanto, Nicaragua en respaldo a México decidió “romper toda relación diplomática con el gobierno ecuatoriano” en rechazo a una acción que calificó de “insólita y repudiable”.

López Obrador agradeció la solidaridad de varios países y dijo que respeta al pueblo ecuatoriano. Pidió a sus connacionales en Ecuador tener prudencia “para evitar el acoso”. “No están solos”; la canciller Bárcena está conduciendo “este penoso asunto”, apuntó.

Para el catedrático en Relaciones Internacionales de la Universidad San Francisco, Carlos Espinosa, la acción del gobierno fue “torpe, arbitraria” y no le representará mayores réditos políticos. Sólo va a exacerbar, aumentar la polarización en contra de su gobierno, agregó.

El ex embajador ecuatoriano Jorge Icaza en declaraciones a la AP coincidió que la violación de la embajada es ilegal, aunque recordó que también es “improcedente”, según dijo, proteger “a un delincuente que fue sancionado por la justicia ecuatoriana en dos casos muy evidentes, lo cual también es negativo desde el punto de vista de la norma internacional”.

La tensión entre los dos países había aumentado en la víspera después de que López Obrador hizo unas declaraciones que Ecuador consideró “muy desafortunadas” poniendo en duda las elecciones que ganó su homologo, Daniel Noboa.

El mandatario mexicano aludió a que el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio días antes de los comicios, había influido en contra en la tendencia de voto de la candidata progresista, que iba a la cabeza de las encuestas, Luisa González, designada por el expresidente Rafael Correa.

Como reacción a las declaraciones de López Obrador, el gobierno ecuatoriano declaró persona non grata a la embajadora de México y le dio 72 horas para salir del país.

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