Qué es la responsabilidad afectiva en pareja

La responsabilidad afectiva no es más que entender que lo que decimos y hacemos e incluso lo que no hacemos tiene un impacto en los sentimientos de la otra persona. Tenemos que ser respetuosos y mostrar empatía hacia los sentimientos del otro, pues una relación sana necesita ciertos pilares para que pueda sostenerse en el tiempo. Entre ellos, los siguientes:
COMUNICACIÓN ASERTIVA
Cada persona debe ser capaz de comunicarse de forma clara y respetuosa. Debe dar a entender aquello que le molesta, hiere o le incomoda, dando su opinión y perspectiva de los hechos sin agredir y culpar al otro. La comunicación asertiva requiere que la persona a quien se le está comunicando esto se abra a escuchar y ponerse en el lugar de la otra persona, escuchando con empatía y tratando de dar una respuesta a esta comunicación de la manera más clara y buscando siempre soluciones al conflicto.
EMPATÍA
No se trata solo de escuchar a la otra persona, sino también tener la capacidad de ponerse en su lugar, de entender que ambos somos personas diferentes, con vivencias y experiencias de vida desiguales, que a veces lo que para mí puede ser algo sin importancia para el otro no puede sonar de la misma manera, pues a veces las acciones desatan heridas reprimidas que cargamos cada uno de nosotros producto de nuestro pasado y a veces se detonan por simples acciones o inacciones de parte de la persona que queremos.
ACLARAR DUDAS O CONFUSIONES
Debemos ser responsables de aclarar a nuestra pareja todo aquello que a esta le esté causando confusión, ser responsables en decir que queremos y que no queremos, no dejar espacio para las dudas o las malas interpretaciones, para que la persona no sobrepiense las cosas y no sienta angustia o ansiedad por no tener una respuesta clara a las cosas que le ha planteado a su pareja.
RECIPROCIDAD
Debemos tener conciencia de que lo que cada uno entrega es algo que también necesita recibir de vuelta. No puedes pretender ser siempre el centro de la atención; así como recibes, debes de dar. Buscando siempre un equilibrio sano.
RESPETO
Tener la capacidad de escuchar con respeto, sin exaltarte, ni enojarte, porque lo que te están diciendo no te gusta. Incluso si no estás de acuerdo, escucha en silencio sin hacer cuestionamientos. Luego reflexiona en lo que te han dicho y da tu punto de vista sin herir o pasar a llevar a tu pareja.
PENSAR EN LAS CONSECUENCIAS
Tener claro que nuestras acciones lastiman a la otra persona, y que tarde o temprano estas tendrán consecuencias. No podemos callar y simplemente evitar una conversación difícil; a veces el silencio también es una falta de responsabilidad afectiva. Ignorar los deseos y los sentimientos de tu pareja por no querer enfrentar el problema es una irresponsabilidad que a la larga terminará por sepultar todo lo bello que alguna vez tuvieron.
NO PROCRASTINAR
No esperes que el tiempo cure todo; no postergues demasiado las conversaciones difíciles, pues a veces esto también lastima a la otra persona. El hecho de que la persona se cierre y no comparta lo que piensa y siente al respecto, de lo que la otra parte le ha comunicado, es también una forma de irresponsabilidad afectiva.
No sabes qué es lo que sientes, díselo.
No buscas lo mismo que la otra persona, díselo.
No quieres una relación seria, díselo.
No te gustan las mismas cosas que a ella, díselo.
No estar preparado para una relación, díselo.
No estás dispuesto a solucionar los conflictos y solo quieres terminar, díselo.
Te interesa otra persona, díselo.
Quieres terminar la relación, díselo.
Te dolió su actitud, díselo.
No esperemos que la persona sea adivina y tenga que interpretar a su manera la verdad de las cosas; es importante que tengamos una comunicación sincera y honesta con el otro de lo que verdad pensamos y sentimos; no hagamos perder el tiempo a las personas que nos quieren con comportamientos ambiguos y poco determinados, porque no somos capaces de comunicarnos y ser responsables afectivamente.