El dilema de Aramco: ganancias exorbitantes y desafíos a futuro

Pese a reportar más de 106 mil millones de dólares en ganancias, la petrolera saudita enfrenta retos significativos en un mundo que progresa hacia energías renovables.

La otra cara de las ganancias millonarias

Arabia Saudita sigue dominando el mercado energético mundial a través de Saudi Aramco, su gigante estatal del petróleo. En 2024, la empresa reportó una ganancia neta de 106,250 millones de dólares, nada despreciable en un contexto global de fluctuaciones en el precio del petróleo. Sin embargo, esto representa un descenso del 12% comparado con 2023. ¿Qué está pasando con la compañía que alguna vez fue la más valiosa del mundo?

Una caída impulsada por factores globales

Varios elementos han contribuido a este declive en los beneficios de Aramco. Entre los principales, destacan:
  • Una reducción en los precios del petróleo, con el barril de Brent cotizándose a 73 dólares, un 10% menos que el año anterior.
  • El aumento en los costos operativos, derivados en parte de las inversiones en infraestructura y exploración.
  • Una estrategia de recortes en la producción de la OPEP+, organización de la que Arabia Saudita es miembro clave.
Estos factores han hecho que los ingresos de la compañía se reduzcan a 436,000 millones de dólares, una cifra que sigue siendo impresionante, pero que muestra signos de desaceleración.

El impacto en la bolsa y dividendos

Las acciones de Aramco han reflejado la incertidumbre sobre el futuro del mercado energético. Actualmente cotizan en 7.33 dólares por acción, lejos de su pico de 8.71 dólares en los últimos 12 meses. A pesar de la caída de ingresos, la firma sigue siendo muy generosa con sus inversionistas, anunciando 85,400 millones de dólares en dividendos anuales. Este pago, sin embargo, es menor que en años previos, lo que podría preocupar a quienes esperan altos retornos de la petrolera.

El desafío del futuro: sostenibilidad y diversificación

Arabia Saudita y Aramco tienen una ambición clara: reducir su dependencia del petróleo y convertirse en una economía diversificada. El príncipe heredero Mohammed bin Salman lidera un proyecto llamado Visión 2030, que pretende crear nuevas fuentes de ingresos para el país, como el turismo y la tecnología. Entre los proyectos clave del reino está NEOM, una futurista ciudad inteligente que costará alrededor de 500,000 millones de dólares. Sin embargo, la caída en los ingresos petroleros podría afectar la viabilidad de estos planes y ralentizar su implementación.

¿Es realmente sostenible el modelo saudita actual?

Si bien Aramco sigue siendo una potencia en el sector energético, el mundo avanza hacia una adopción acelerada de energías renovables. Empresas tecnológicas y automotrices están apostando fuerte por la electrificación y los combustibles alternativos, reduciendo la demanda global de petróleo. Si los precios del crudo siguen bajando y la transición a energías limpias se acelera, Arabia Saudita necesitará redoblar esfuerzos para adaptarse a un futuro en el que su riqueza petrolera ya no será suficiente para sostener su crecimiento. Mientras tanto, los inversionistas observan cómo se desarrolla la estrategia saudita, esperando que Aramco pueda reinventarse y seguir siendo una de las compañías más rentables del mundo en los próximos años.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press