Aaron Judge y Shota Imanaga iluminan el diamante: Dos protagonistas, dos historias que marcan el inicio de la temporada 2025
El capitán de los Yankees rompe récords con jonrones dignos de leyenda mientras el japonés de los Cubs muestra su dominio desde el montículo en el regreso de la acción a casa
El poder de un ‘Judge’ histórico
El 4 de abril de 2025 será una fecha difícil de olvidar para los fanáticos del béisbol. Aaron Judge, estrella absoluta de los New York Yankees, marcó su juego número 1,000 en las Grandes Ligas con una actuación digna de leyenda al conectar su sexto cuadrangular de la joven temporada en la victoria por 9-4 frente a los Pittsburgh Pirates.
El batazo, en la séptima entrada ante Tim Mayza, no solo fue especial por ser su número 321 en su carrera —con lo que supera a cualquier otro jugador en sus primeros mil juegos— sino que también iguala un registro vital: Babe Ruth también conectó 321 jonrones en sus primeros mil partidos con los Yankees. Conseguir este número no solo evidencia el poderío de Judge, sino que alimenta el eterno debate sobre quién ha sido el mejor toletero en la historia moderna de la franquicia.
Una producción ofensiva imparable
Más allá de su jonrón, Judge ha comenzado la temporada con un ritmo demoledor. En solo siete encuentros, ha remolcado 17 carreras, posicionándose como un fuerte favorito para revalidar su corona de MVP de la Liga Americana.
“Que Judge conecte un cuadrangular es casi sinónimo de victoria para nosotros”, comentó el mánager de los Yankees en rueda de prensa. Y los números lo respaldan: desde el 2020, el equipo tiene un récord de 139-38 cuando el toletero estrella la saca del parque.
Oswaldo Cabrera y Anthony Volpe se suman al festín
El bateo no fue monopolio del capitán. El venezolano Oswaldo Cabrera se fue de 4-3 con 4 carreras impulsadas, demostrando que puede ser una pieza clave en la alineación. Por su parte, Anthony Volpe agregó tres imparables que contribuyeron a abrir la brecha en el marcador, dejando sin opciones al abridor de Pittsburgh, Mitch Keller, quien no pudo celebrar su cumpleaños número 29 con éxito.
Keller solo pudo lanzar 3.2 entradas, permitiendo siete carreras y ocho hits. A pesar de mantener a los Yankees sin jonrones durante su tiempo en el montículo, el daño fue demasiado extenso para contener.
Entre cánticos de protesta y errores defensivos
El ánimo en el home opener de Pittsburgh no fue el deseado. A pesar de los jonrones solitarios de Ke'Bryan Hayes y Bryan Reynolds, los aficionados exhibieron su frustración con cánticos de “¡Vendan el equipo!”, especialmente tras errores defensivos notables protagonizados por Isiah Kiner-Falefa y Alexander Canario, que reflejan una desorganización dentro del diamante.
Judge y compañía aprovecharon cada oportunidad y aseguraron una cómoda ventaja que nunca estuvo en riesgo.
En la colina del Wrigley: Shota Imanaga da otra clase magistral
Mientras tanto, en Chicago, otro espectáculo se desarrollaba en el icónico Wrigley Field. El japonés Shota Imanaga, en su segunda apertura de temporada como anfitrión, guiaba a los Cubs a una victoria 3-1 sobre los San Diego Padres, quienes llegaron al encuentro invictos (7-0).
Imanaga brilló lanzando hasta el octavo inning y permitiendo solo una carrera en 7.1 entradas. Con apenas 91 lanzamientos (68 de ellos strikes), controló por completo a la ofensiva de los Padres, consolidando su papel como el as del pitcheo en la rotación cubsiana. El lanzador nipón ha empezado su segunda campaña con una ERA de 0.98 en tres salidas —permitiendo solo dos carreras limpias en más de 18 entradas.
“El rugido del Wrigley es mi alarma”
Uno de los momentos más memorables fue cuando Imanaga dejó el montículo ante una ovación de pie de los más de 40,000 aficionados presentes. “Dije una vez que me gustaría usar el rugido del estadio como mi alarma matutina... pero sería un error porque querría quedarme escuchándolo en lugar de levantarme”, bromeó el lanzador de 31 años. Su carisma y dominio han conquistado los corazones del North Side.
El mánager Craig Counsell no escatimó elogios: “No comete errores. Es la fórmula ideal para dominar: lanzar un buen pitcheo tras otro”.
Turner, Happ y Suzuki hacen el resto
El triunfo fue una combinación de pitcheo y momentos puntuales desde el bate. Ian Happ tuvo dos imparables y anotó en dos ocasiones, mientras que Justin Turner y Seiya Suzuki provocaron la diferencia en la quinta entrada con un batazo clave ante el japonés Yuki Matsui. El abridor de Padres, Randy Vásquez, había retirado a dos hombres antes de ceder dos pasaportes e iniciar esa fatídica entrada.
Turner conectó una fuerte rola hacia el campocorto Xander Bogaerts, quien desde sus rodillas intentó forzar el out en segunda, pero fue tarde. Chicago se fue arriba 2-1 y no perdería la ventaja nuevamente.
Un comienzo que ilusiona
Los Cubs, que iniciaron su campaña con dos derrotas en la serie inaugural en Tokio frente a los Dodgers, han ganado seis de sus últimos siete partidos, mientras que se convierten en el primer club local en ganar cuatro home openers consecutivos desde los Cubs de 1950-1953.
San Diego, tras su histórico arranque invicto, fue finalmente frenado por una rotación sólida y un bullpen efectivo. Hasta el cierre del noveno, amenazaron con empatar el duelo al colocar corredores en segunda y tercera. Pero el apagafuegos Ryan Pressly, en su primera aparición como ligamayorista en casa con Chicago, congeló a Jake Cronenworth con un strike cantado para cerrar el juego y llevarse su tercer salvamento del año.
Dos equipos con ambiciones distintas, pero caminos similares
Yankees y Cubs, a pesar de estar en diferentes conferencias y construir sus temporadas en realidades distintas, comparten un comienzo similar: talento estelar, ofensivas oportunas y cuerpos de lanzadores sólidos. Aaron Judge lidera con poder histórico y Shota Imanaga con la elegancia de un samurái que corta con precisión quirúrgica cada intento ofensivo rival.
Ambos equipos acaban de encender motores, pero si esta primera semana es indicativa, sus fanáticos pueden soñar con una postemporada de impacto. Desde el Bronx hasta Wrigleyville, el béisbol se vive con emoción, tradición y, sobre todo, ¡con mucha clase!