Ange Postecoglou y el caos en Tottenham: ¿el principio del fin para el técnico australiano?

El ambiente en el Tottenham Hotspur Stadium está más tenso que nunca. El técnico australiano Ange Postecoglou, quien llegó en 2023 con la esperanza de devolver al equipo al protagonismo perdido, está viviendo una tormenta de críticas, resultados mediocres y desconexión con una afición apasionada pero impaciente. Y la grieta entre ambas partes parece haberse ensanchado tras lo ocurrido en Stamford Bridge.

Un gesto que lo cambió todo

El pasado jueves, durante el enfrentamiento entre Tottenham y Chelsea en la Premier League, el que debía ser un intento de reacción del equipo terminó en una nueva derrota (1-0) y en lo que podría marcar un punto de quiebre entre Postecoglou y la afición.

El técnico fue objeto de un cántico irónico por parte de los seguidores “Spurs” desplazados hasta Stamford Bridge: “You don't know what you're doing” —no sabes lo que estás haciendo—, tras realizar dos cambios en el minuto 64. Uno de ellos fue el ingreso de Pape Matar Sarr por Lucas Bergvall. Y lo que vino después fue casi teatral.

Solo cinco minutos más tarde, Sarr marcaba un golazo desde fuera del área. Postecoglou, eufórico, se giró hacia la tribuna visitante, se llevó la mano a la oreja en señal de '¿ahora qué dicen?', y luego saludó con sarcasmo. El problema: el gol fue anulado por fuera de juego.

Postecoglou responde, ¿con ironía o con sinceridad?

Tras el encuentro, al ser consultado sobre su gesto, el técnico explicó con su típico sarcasmo: “Quería que estuvieran felices, amigo. Acabábamos de marcar un golazo. Quería que lo celebraran porque no han tenido mucho que celebrar”.

Pero lo cierto es que, en este caso, la explicación no convenció a muchos. El gesto fue leído por buena parte de la afición como una burla, una provocación innecesaria en un momento delicado. Más aún cuando los números del equipo hablan por sí solos.

Un Tottenham irreconocible: estadísticas de una crisis

• Tottenham suma 16 derrotas en 30 partidos de Premier League.
• Está actualmente en la posición 14 de la tabla.
• La defensa ha sido un problema: 45 goles recibidos hasta ahora.
• Anotan menos de 1.5 goles por partido, a pesar de tener delanteros como Heung-min Son.

Para un club que hace no mucho se posicionaba como parte del llamado "Big Six", y que incluso fue parte impulsora del ya olvidado proyecto de la Superliga europea, este presente es sombrío.

Un técnico combativo, pero ¿a qué precio?

Desde su llegada al norte de Londres procedente del Celtic FC (donde ganó un triplete), Postecoglou tuvo un comienzo prometedor. Llegó con una filosofía ofensiva, dinámica y con mucha personalidad. Sin embargo, el declive no ha tardado en llegar. Lesiones, decisiones tácticas cuestionables y una aparente incapacidad para reconectar con los hinchas han dañado considerablemente su imagen.

No es la primera vez que protagoniza escenas de tensión con la grada. Tras un partido ante Leicester, donde Tottenham también cayó derrotado, intentó encarar a un aficionado que lo criticaba mientras se dirigía a los vestuarios. Aquello fue considerado como un error aislado, pero el comportamiento en el último encuentro ha levantado alarmas.

“He estado luchando toda mi carrera... seguiré luchando hasta que alguien me diga lo contrario”, declaró el técnico en la conferencia posterior al encuentro.

Una declaración que deja entrever que pierde apoyo dentro y fuera del vestuario.

La afición, dividida y frustrada

El sentimiento entre los aficionados de Tottenham es dual. Para algunos, Postecoglou ha fallado en el objetivo de hacer competitivo al equipo, y su estilo de juego ha sido tan confuso como sus ruedas de prensa. Para otros, merece más tiempo, y los problemas del club —desde una dirigencia desconcertante hasta una plantilla desequilibrada— exceden al entrenador.

Lo que parece innegable es que, sin un título o una buena actuación internacional, el ciclo Postecoglou podría estar llegando a su fin.

La Europa League: última frontera

En medio del caos doméstico, el club encara los cuartos de final de la Europa League frente a Eintracht Frankfurt. Ese enfrentamiento podría ser decisivo no solo para la temporada, sino también para el futuro del entrenador.

Postecoglou lo sabe: ganar la Europa League significaría título en la vitrina tras 17 años de sequía y un pasaje directo a la próxima Champions League. Perderlo quizá implique finiquitar, también, su proceso.

Según informes del club, la directiva aún respalda al técnico, aunque en privado ya buscan posibles reemplazos si no hay mejoría inmediata.

¿Víctima o culpable?

Queda la gran pregunta: ¿es Ange Postecoglou el principal culpable o una víctima más de un proyecto fallido? Vale la pena recordar que Tottenham ha tenido cuatro técnicos distintos en cinco años. Pochettino, Mourinho, Nuno Espírito Santo, Conte… y ninguno pudo devolver la gloria a los Spurs.

Tal vez sea hora de hacer una autocrítica institucional más profunda. Sin embargo, en el mundo del fútbol, el foco casi siempre recae sobre el entrenador, y en este caso, con sus palabras, su estilo y sus gestos, Postecoglou parece haberse cavado un pozo del que solo los resultados lo pueden sacar.

Mientras tanto, los seguidores del Tottenham siguen esperando algo más que declaraciones polémicas y poses irónicas. Quieren victorias. Quieren títulos. Quieren razones para cantar por su equipo sin ironías.