La encrucijada de la OTAN: Europa, Trump y el desafío del gasto militar

Ante la presión de EE.UU. para elevar los presupuestos de defensa, Europa y Canadá reevalúan sus prioridades mientras Rusia sigue siendo una amenaza persistente

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

Un nuevo pulso transatlántico por el gasto militar

La OTAN, la alianza militar más poderosa del planeta, se encuentra en una encrucijada estratégica y política. Mientras la invasión rusa a Ucrania continúa definiendo la seguridad europea, el debate sobre cuántos recursos deben destinarse a la defensa vuelve a tensionar la relación entre Washington y sus aliados en Europa y Canadá.

La controversia más reciente se desató durante la reunión del Consejo del Atlántico Norte en Bruselas, donde representantes de los países miembros debatieron sobre una nueva meta presupuestaria en materia de defensa. Aunque todos coincidieron en que Rusia sigue siendo la principal amenaza, las reacciones no fueron homogéneas ante la propuesta estadounidense de exigir un gasto mínimo equivalente al 5% del PIB de cada miembro.

El legado de Trump y su influencia persistente

Donald Trump, expresidente de Estados Unidos y actual candidato republicano, ha sido uno de los principales promotores de aumentar el gasto militar de los aliados. Durante su mandato, criticó repetidamente a los países de la OTAN por, según él, “aprovecharse del gasto estadounidense en defensa.” Ahora, con el regreso de Trump al centro del debate político, sus antiguos reclamos vuelven a estar sobre la mesa—pero con una exigencia más ambiciosa: elevar la inversión del 2% al 5% del PIB.

Según datos de la OTAN, sólo 11 de los 31 miembros cumplían con el objetivo del 2% en 2023. La propuesta de Trump supondría un salto presupuestario sin precedentes. Hasta Estados Unidos gastó aproximadamente el 3.38% de su PIB, y esa cifra ha disminuido ligeramente en la última década.

"Es importante que todos estemos de acuerdo en que Rusia es una amenaza. Si no, no entiendo por qué deberíamos incrementar el gasto una y otra vez", — Melanie Joly, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá.

Resistencia europea: autonomía y prudencia

Mientras Washington presiona para aumentar el gasto, varios gobiernos europeos insisten en que no sólo se trata de cuánto se invierte, sino cómo se invierte. Jean-Noel Barrot, ministro francés de Asuntos Exteriores, afirmó que Francia está encaminada a alcanzar un 3%-3.5% del PIB, alineado con el nivel estadounidense, pero matizó: los fondos deberían destinarse a comprar equipamiento europeo, no estadounidense.

Y es que, desde 2014, alrededor del 65% del equipamiento militar comprado por los países europeos proviene de empresas estadounidenses como Lockheed Martin, Raytheon y Boeing. Esto ha generado dependencia tecnológica y logística, lo que ha llevado a voces dentro de Europa a impulsar una industria de defensa más autónoma, como parte del concepto de “autonomía estratégica europea”.

Noruega también expresó reservas frente al umbral propuesto del 5%. El ministro de Exteriores, Espen Barth Eide, recalcó que antes de comprometerse con nuevas cifras hay que asegurar que el dinero se gaste de manera inteligente y eficiente.

Rusia como amenaza persistente… y desconfiada

La guerra en Ucrania, que ya va por su tercer año, sigue siendo el centro de la preocupación de seguridad en Europa. En la cumbre de 2023, los líderes de la OTAN calificaron a Rusia como la amenaza “más significativa y directa” contra la seguridad aliada. Sin embargo, algunos gobiernos comienzan a cuestionar qué tan lejos debe ir la postura defensiva sin abrir nuevas fronteras de conflicto.

Gran Bretaña y Francia han acusado a Moscú de sabotear los esfuerzos por un alto al fuego en Ucrania. Alemania, por su parte, ha ofrecido a Kiev más sistemas de defensa antiaérea Patriot, reafirmando su compromiso con el frente oriental de la OTAN.

Pero al mismo tiempo, el intento de Trump por rehabilitar públicamente a Vladimir Putin, —a pesar de su condición de paria internacional y su acusación por crímenes de guerra— ha causado alarma entre los aliados. En votaciones recientes en la ONU, Estados Unidos se abstuvo de condenar a Rusia, distanciándose nuevamente de Europa.

En palabras de un diplomático europeo: “No podemos construir una alianza cohesiva si uno de nuestros miembros más influyentes relativiza el comportamiento de nuestro adversario más agresivo”.

¿Una nueva doctrina para la OTAN?

De cara a la próxima cumbre de la OTAN en junio, se espera que los líderes anuncien una nueva fórmula de gasto militar que equilibre el realismo político con los retos de seguridad. No se descarta que se mantenga el compromiso del 2%, pero con ajustes que recompensen el cumplimiento temprano y el gasto eficiente.

También se discutirá la posibilidad de ligar los niveles de inversión al tipo de amenaza regional. Por ejemplo, los países bálticos y Polonia —fronterizos con Rusia— ya superan el 2%, impulsados por su cercanía al conflicto en Ucrania. En cambio, países como Luxemburgo o España aún están lejos de ese umbral.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha insistido en que la OTAN “necesita estar preparada para una confrontación prolongada” y que el gasto debe reflejar esa realidad. Su mandato finalizará próximamente, y una de sus últimas tareas podría ser consensuar una hoja de ruta presupuestaria que evite fracturas internas.

El factor político interno: elecciones y presupuestos

La propuesta de Trump no se juega sólo en Bruselas. En el Congreso de Estados Unidos, los republicanos más conservadores apoyan su visión de exigir más a los aliados. Sin embargo, otros legisladores advierten que aumentar el gasto militar sin una estrategia clara puede distraer fondos de prioridades internas como salud, educación e infraestructura.

En Europa, los presupuestos de defensa compiten con políticas de bienestar debilitadas tras la pandemia y con presiones sociales crecientes. En Francia, por ejemplo, el aumento presupuestario para defensa ha sido criticado por sindicatos y organizaciones civiles, que exigen más inversión en vivienda y pensiones.

Un estudio del SIPRI (Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo) muestra que el gasto militar global alcanzó los 2.2 billones de dólares en 2023, marcando un récord histórico. La OTAN concentra más del 50% de ese total, lo que plantea preguntas sobre sostenibilidad y estrategia a largo plazo.

¿Es útil el 5%?

Detrás del número mágico del 5% propuesto por Trump se esconde una realidad incontestable: no todos los países de la OTAN pueden permitírselo. Para Canadá, implicaría duplicar su presupuesto de defensa. Para otros países con economías más modestas como Eslovaquia, Letonia o Croacia, el desafío sería incluso mayor.

  • Canadá: actualmente gasta alrededor del 1.2% del PIB. El paso al 5% representaría más de 50.000 millones de dólares adicionales.
  • España: registró un gasto del 1.26% del PIB en 2023. El gobierno ha prometido alcanzar el 2% en 2029, pero no más allá.
  • Alemania: ha hecho avances importantes tras crear un fondo especial de 100 mil millones de euros postinvasión rusa, pero sigue por debajo del 2.5%.

La imposición de un umbral del 5% corre el riesgo de dejar fuera del consenso a varios miembros y erosionar la cohesión que ha caracterizado a la Alianza desde el final de la Guerra Fría.

El dilema de la disuasión

En última instancia, la OTAN enfrenta un dilema clásico: ¿hasta qué punto gastar más garantiza una mayor seguridad? La lógica de disuasión indica que cuanto más robusta es la defensa, menos probable es una agresión. Pero si el gasto no se acompaña de unidad política y claridad estratégica, el riesgo es dilapidar recursos y alimentar tensiones internas.

Si la guerra en Ucrania ha enseñado algo, es que las amenazas modernas combinan drones, ciberataques, campañas de desinformación y sabotajes híbridos. Frente a eso, más tanques o cazas pueden no ser la respuesta completa.

Mientras tanto, en algún lugar del Kremlin, es posible que Vladimir Putin mire con satisfacción unas reuniones en las que sus adversarios discuten más entre ellos que contra él.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press