Sombreros, Carritos y Mascaritas: El Fenómeno de las Celebraciones de Jonrón en las Grandes Ligas
Más allá del bateo, los equipos de la MLB transforman sus dugouts en espectáculos únicos de entretenimiento con celebraciones cada vez más creativas.
En los últimos años, el béisbol de las Grandes Ligas ha vivido una auténtica revolución cultural. Atrás quedaron los días en que mostrar emoción tras un jonrón era motivo de represalia. Hoy, los equipos de la MLB no solo aceptan esas celebraciones, sino que las convierten en una seña de identidad. Desde carritos de lavandería hasta collares con lentejuelas, cada equipo busca dejar su marca con trinkets (objetos simbólicos) alucinantes, y los Boston Red Sox se han sumado a esta tendencia con una dosis de humor y mucho pelo verde.
Wally, el nuevo protagonista de los jonrones
El viernes 4 de abril de 2025, los Red Sox inauguraron su temporada en casa con un espectáculo dentro y fuera del diamante. El momento estelar no solo ocurrió en el campo con los jonrones de Trevor Story y Wilyer Abreu en la primera entrada. En el dugout, ambos jugadores se colocaron la cabeza del famoso Wally, el "Green Monster", la mascota del equipo desde 1997.
"Prometo que no tenía ni idea", dijo entre risas el manager Alex Cora tras la victoria por 13-9 ante los St. Louis Cardinals. "Cuando bajé al dugout y vi la cabeza ahí, solo cerré los ojos y pensé: 'Oh Dios mío'. Pero todo está bien, estamos en el negocio del entretenimiento y a la gente le gusta. Así que, si quieren hacerlo, tienen luz verde".
Celebraciones que cuentan historias
La celebración en Boston se suma a una creciente lista de formas creativas de festejar los cuadrangulares, cada una con su propia narrativa cultural en la MLB:
- Los Red Sox de 2021 celebraban montando a los bateadores en un carrito de lavandería que recorría el dugout.
- Los Blue Jays de Toronto usaron una cadena de oro gigante que se les colocaba en el cuello a los bateadores tras sus jonrones.
- Los Angels de Los Ángeles utilizaron un sombrero de vaquero después de cada ronda triunfal por las bases.
- Los Padres de San Diego optaron por una capa y sombrero con temática luchadora.
Estas celebraciones no son una moda pasajera, sino una adaptación al marketing moderno y a las expectativas de una nueva generación de fanáticos. Las redes sociales amplifican estas imágenes en segundos, generando engagement y comunidad entre fanáticos de todo el mundo.
¿El surgimiento de una cultura de entretenimiento?
Lo que alguna vez fue visto como un acto irrespetuoso —recordemos las "reglas no escritas" del béisbol— se ha convertido en una herramienta para potenciar la conexión entre jugadores y aficionados. Según un estudio de Morning Consult, el 73% de los fanáticos jóvenes (entre 18 y 34 años) están a favor de ver más celebraciones expresivas y carismáticas en el béisbol.
La MLB ha tomado nota. Rob Manfred, comisionado de la liga, ha reconocido en múltiples ocasiones la necesidad de adoptar un enfoque más "entretenedor" para atraer a nuevas generaciones. Cambios como la introducción del reloj de pitcheo, la reducción de tiempos muertos, y ahora, la permisividad con celebraciones, hacen parte de este enfoque estratégico.
Un repaso por los más creativos: Las mejores celebraciones en MLB
Además de Boston, distintos equipos han marcado tendencia con sus celebraciones:
1. Toronto Blue Jays – La Cadenasita
Una enorme cadena dorada personalizada se convirtió en el ícono de los jonrones en Toronto. Fue introducida en 2021 y rápidamente se volvió viral. Vladimir Guerrero Jr., pieza fundamental en esa alineación, impulsó la tradición con cada uno de sus impresionantes batazos.
2. San Diego Padres – El Sombrero de Luchador
Los Padres son conocidos por su energía latina. En 2023, adoptaron un sombrero de luchador y capa después de cada jonrón. Manny Machado y Fernando Tatis Jr. eran casi siempre los "luchadores" principales del espectáculo.
3. Los Angeles Angels – El Sombrero de Vaquero
Una celebración simple, pero llamativa y muy californiana. Shohei Ohtani y Mike Trout se vieron con frecuencia con el sombrero tras sus poderosos jonrones, ligando tradición americana y el perfil mediático global del equipo.
4. New York Mets – El Cinturón de Campeones
Al más puro estilo WWE, los Mets regalaban un cinturón de "campeón" al hitter que conectaba jonrón, resaltando el espíritu competitivo y la camaradería del dugout.
¿Y los puristas?
Claro, no todos están encantados con esta evolución. Algunos veteranos del juego, como Madison Bumgarner y Yadier Molina, han expresado su descontento por la pérdida de la "seriedad" del juego. Sin embargo, la tendencia es clara y parece que el público general respalda estas nuevas dinámicas.
Trevor Story, protagonista de la más reciente escena en Boston, lo resume así: "Es una cosa divertida. Esperemos que podamos llevarla muchas veces este año".
Wally y Tessie: Familia Monster
La celebración con la cabeza de Wally se vuelve más entrañable al considerar que involucra también a Tessie, su hermana, introducida en 2016 para atraer más al público infantil. Fue Jarren Duran quien recibió la cabeza de Wally de manos de los dos personajes como "amuleto" para las futuras celebraciones.
El casco peludo verde tiene cierto parecido a un casco de motocicleta, convirtiéndolo tanto en una medida de seguridad como en un objeto de risa. "Apenas nos cabe en la cabeza", admitió Story, pero eso no los detuvo.
Fenway Park: Tradición que se renueva
Fenway Park, hogar ancestral del equipo desde 1912, es sinónimo de tradición, y su icónico "Green Monster" ahora se convierte también en símbolo de la renovación festiva del equipo. En una era donde todo se comparte digitalmente, esta identidad ayuda a mantener vivas tanto la historia como la evolución del deporte.
El cambio ya llegó: De deporte a espectáculo
En un mundo dominado por virales, reels y memes, el béisbol no podía quedarse atrás. Las celebraciones de jonrón llegaron para quedarse, y mientras algunos critican la supuesta pérdida del "beisbol clásico", la verdad es que estas tradiciones emergentes revitalizan el juego para las nuevas generaciones.
Porque si después de un tablazo de 450 pies no puedes ponerte una mascarita verde y sonreír... ¿entonces, para qué es el juego?