Trey Lance y su última oportunidad: ¿puede Harbaugh revivir la carrera del ex pick #3 del draft?
El ex quarterback de los 49ers y Cowboys firma con los Chargers buscando redención. Bajo la tutela de Jim Harbaugh, ¿resurgirá el talento que alguna vez hizo soñar a San Francisco?
Por años, el nombre de Trey Lance ha estado rodeado más por el "qué pudo haber sido" que por lo que realmente ha demostrado en el campo.
Seleccionado con la tercera selección global del Draft 2021 por los San Francisco 49ers, el prometedor quarterback de North Dakota State llegó a la NFL cargado de expectativas. Su combinación de físico, brazo y movilidad lo convertía en uno de los prospectos más intrigantes en años. Pero hasta ahora, esa promesa ha quedado en deuda.
Ahora, con apenas 25 años, Lance tiene una nueva oportunidad: los Los Angeles Chargers han firmado un contrato de un año con él, ofreciendo quizás el último salvavidas para un jugador que aún tiene potencial, pero cuya carrera ha estado marcada por lesiones, competencia feroz, y falta de continuidad.
Un inicio prometedor… pero efímero
San Francisco apostó fuerte por él. En 2021, los 49ers realizaron un movimiento agresivo en el draft al intercambiar múltiples selecciones de primera ronda para escalar al puesto número 3. Hasta ese momento, Lance había jugado solo 19 partidos como titular en la NCAA, casi todos en una universidad de menor perfil competitivo.
Sin embargo, el potencial físico eclipsaba cualquier duda. Kyle Shanahan, head coach de los 49ers, veía en él un “proyecto” que podía transformarse en una joya táctica.
Pero el fútbol americano no es un deporte que espera. En su segundo año, Lance fue nombrado titular… y se fracturó el tobillo en la Semana 2. Para cuando se recuperó, Jimmy Garoppolo y más tarde Brock Purdy habían tomado el timón y liderado al equipo a instancias finales de playoffs en temporadas consecutivas.
Dallas: una estadía invisible
Tras ser desplazado en la jerarquía, los 49ers buscaron cortar pérdidas. En 2023, enviaron a Lance a los Dallas Cowboys a cambio de una selección de cuarta ronda.
Allí, su rol fue testimonial. No vio acción en toda la temporada salvo un inicio ocasional y tomas de contacto en el último encuentro de la campaña, cuando la clasificación estaba asegurada.
Mientras tanto, Lance acumulaba estadísticas modestas tras cuatro temporadas en la liga: solo cinco juegos como titular, 1,063 yardas aéreas, cinco touchdowns… y cuatro interceptaciones.
El presente: Los Angeles Chargers y el factor Harbaugh
Entra en escena Jim Harbaugh, un entrenador que conoce demasiado bien lo que es moldear quarterbacks jóvenes y maximizar su rendimiento. Basta recordar que bajo su liderazgo, Andrew Luck brilló en Stanford; luego guió a los 49ers hasta un Super Bowl con un joven Colin Kaepernick.
Con su llegada reciente a los Chargers, Harbaugh busca establecer una nueva cultura en la franquicia. Mientras Justin Herbert continúa como el quarterback titular indiscutido, la posición de mariscal suplente toma relevancia en caso de recaídas físicas.
Trey Lance y Taylor Heinecke competirán en campamento por el rol de respaldo inmediato. Sin embargo, más allá de un papel secundario, lo importante para Lance es demostrar que aún puede ser una carta a futuro, ya sea en L.A. o en otro destino.
Un talento que aún despierta intriga
Lo más curioso del caso Lance es su juventud relativa. Cumplirá 25 años en mayo, lo que lo hace más joven que muchos mariscales novatos de 2024 como Michael Penix Jr. (24) o Bo Nix (24). Pese a llevar cuatro temporadas en la NFL, su kilometraje real es bajo, lo que sugiere que aún tiene margen de desarrollo físico, mental y técnico.
“Solo necesito reps. Una franquicia que crea en mí y me deje cometer errores mientras aprendo”, expresó Lance en una entrevista pasada durante su tiempo en San Francisco.
La NFL, sin embargo, rara vez ofrece segundas o terceras oportunidades a quarterbacks altamente seleccionados que no rinden desde el inicio. Casos exitosos como Alex Smith, Ryan Tannehill o incluso Geno Smith —que necesitó casi una década para afianzarse como titular— son excepcionales.
Los ejemplos que puede seguir
Tannehill pasó de ser considerado un fracaso en Miami a liderar a los Titans a varios Playoffs. Alex Smith fue dado por muerto en los 49ers hasta que la llegada de Harbaugh cambió el rumbo de su carrera. En ambos casos, la clave fue dar con el entorno correcto, el coach correcto y el sistema adecuado.
¿Puede Harbaugh repetir la historia con Lance? No es descabellado. Si alguien puede diseñar esquemas que potencien sus habilidades (movilidad, pases profundos, jugadas RPO), es Harbaugh. Y a diferencia de San Francisco y Dallas, donde las expectativas eran inmensas, en Chargers Lance podrá trabajar con más paciencia y menor exposición mediática, siendo Herbert el protagonista principal.
Una NFL que no espera, pero tampoco olvida
La historia de Trey Lance es la más reciente de una larga lista de quarterbacks universitarios convertidos en enigmas profesionales: talentos que, por lesión, contexto, o evolución mental, nunca terminan de establecerse.
No obstante, la NFL es cíclica. Los equipos están siempre en búsqueda del próximo gran talento, y un mariscal con habilidades únicas como Lance nunca desaparecerá por completo del radar. Si logra convencer a Harbaugh de su valor, podríamos estar ante una narrativa de redención digna de película.
Un punto de inflexión clave
Para los Chargers, sumar a Lance en un convenio de un año es un movimiento de bajo riesgo y potencial alto. No comprometen espacio salarial ni capital a largo plazo, y obtienen un jugador que fue considerado un talento top en su año de draft sin pagar un precio alto.
Para Lance, es quizá su última posibilidad de salvar su carrera como mariscal titular en la NFL. No está luchando solo por un puesto, sino por redefinir su futuro.
¿Y qué viene ahora?
El campamento de entrenamiento dirá mucho. Las repeticiones con el equipo segundo y tercero ofensivo permitirán a Harbaugh y a su nuevo staff evaluar qué tan preparado está el ex Bison de North Dakota State para recobrar confianza y ritmo competitivo.
En una liga plagada de historias de resurrección, Trey Lance quiere escribir la suya. No será fácil, pero al menos ahora, por primera vez en años, parece tener la brújula y el guía adecuados.
Todo dependerá de él.