Bodø/Glimt: De la Segunda División Noruega a conquistar Europa con filosofía, frío ártico y fuerza mental militar

Cómo un club del Ártico noruego se transformó con la ayuda de un piloto de combate en una de las historias más fascinantes del fútbol europeo

El inicio del milagro: Bodø/Glimt en ruinas

En 2017, el FK Bodø/Glimt parecía otro club escandinavo a la deriva. Había descendido a la segunda división noruega (OBOS-ligaen), sus jugadores estaban emocionalmente desmoronados y las expectativas eran mínimas. Pero algo excepcional estaba por gestarse en esta pequeña ciudad pesquera de 55,000 habitantes al norte del Círculo Polar Ártico.

Para entender la transformación de Bodø/Glimt —hoy semifinalista de la UEFA Europa League— hay que conocer a un hombre poco común: Bjørn Mannsverk, piloto de combate de la Real Fuerza Aérea Noruega, veterano de Afganistán y Libia, y la improbable chispa mental detrás de esta revolución futbolística.

El piloto, la meditación y el fútbol

Mannsverk no llegó al club como entrenador ni estratega, sino como coach mental. Su formación como líder de escuadrón lo había llevado a explorar profundamente los efectos del entrenamiento emocional y la concentración plena en entornos hostiles. Al aplicar esa filosofía al fútbol, encontró resistencia, pero también un lienzo en blanco.

“Cuando llegué, era un equipo con una energía negativa inquietante, propenso al colapso colectivo”, recordó Mannsverk en una entrevista. “Mi tarea era lograr que se abrieran emocionalmente, redujeran su estrés y entendieran que el fútbol es más que ganar o perder.”

Inspirado en los mantras militares de concentración extrema —"entrena como si fueras a luchar”—, introdujo rutinas tan simples como profundas: meditaciones diarias, visualización, honestidad emocional y nuevos hábitos de preparación.

Kjetil Knutsen y la ejecución del plan

La llegada de Kjetil Knutsen al banquillo en 2018 marcó el segundo gran punto de inflexión. Knutsen no solo aceptó la filosofía de Mannsverk: la abrazó como parte esencial del ADN del club. Bajo su liderazgo, Bodø/Glimt no solo ascendió de inmediato a la élite del fútbol noruego: moldeó una nueva identidad colectiva llena de propósito.

Resultados inauditos: dominando Noruega

Desde aquel ascenso en 2018, Bodø/Glimt ha ganado cuatro de las últimas cinco ediciones de la Eliteserien, la máxima categoría en Noruega. La primera llegó en 2020, rompiendo una sequía histórica desde su fundación en 1916.

El estilo implantado —tenacidad, presión alta, velocidad, control emocional— desconcertó a rivales con plantillas superiores. Pero lo que más destaca es la gestión del grupo:

  • Rotación de ocho capitanes, repartiendo el liderazgo.
  • Círculos emocionales (“Glimt Ring”) tras los goles en contra para reflexionar juntos.
  • Una cultura donde “ser la mejor versión de uno mismo” es la única meta trazada.

“Jugamos con una intensidad distinta”, señaló el mediocampista Ulrik Saltnes, quien estuvo a punto de retirarse por problemas gástricos relacionados con el estrés: “No creo que pudiera jugar así sin Bjørn”.

Gloria continental: de humillar a Roma a desafiar al Tottenham

En la temporada 2021 de la UEFA Conference League, Bodø/Glimt estremeció al continente al golear 6-1 a la Roma de José Mourinho. Pero no fue casualidad: el club ya había establecido una cultura de juego y mentalidad férrea.

Hoy, en 2025, están en las semifinales de la UEFA Europa League, tras eliminar a Lazio y avanzar más lejos que ningún otro club noruego antes. Su rival no es cualquiera: el Tottenham Hotspur inglés, un gigante adormecido, llega en crisis y vulnerable.

Para dimensionar el milagro: el estadio Aspmyra de Bodø (capacidad para solo 8,700 personas) es el más al norte utilizado en competiciones europeas —ubicado a 67° de latitud norte, donde los inviernos ofrecen menos de una hora de luz solar diaria y temperaturas hostiles.

El entorno importa: frío, auroras y vitamina D

Jugar en Bodø no es sencillo para visitantes. Más allá del nivel futbolístico, el contexto físico y climático aporta una ventaja competitiva. Las auroras boreales, los fríos gélidos y el aislamiento forjan a los jugadores con temple. En los días más oscuros del año, los futbolistas toman suplementos de vitamina D y entrenan en condiciones extremas.

Es el escenario perfecto para canalizar la mentalidad de “focus total” inculcada por Mannsverk.

La filosofía Glimt: resiliencia, cultura y paciencia

El presidente del club, Inge Henning Andersen, recalca que el proyecto no se construyó de la noche a la mañana. Fue fruto de pequeños pasos constantes, con paciencia institucional y sin sucumbir a la obsesión por resultados inmediatos. En el fútbol moderno, donde el dinero y la presión mediática dictan casi todo, Bodø/Glimt es una anomalía encantadora.

“Nos gusta contar nuestra historia. Sabemos que en el fútbol hay mucho dinero y poca estabilidad. Pero si tienes una filosofía sólida y das tiempo, funciona”, dice Mannsverk.

Un lugar en la historia

Este jueves, Bodø/Glimt disputa uno de los partidos más grandes de su historia, ante el Tottenham en Londres. El estadio de los Spurs tendrá más gente que toda la ciudad de Bodø. Pero si algo ha demostrado este equipo del norte ártico es que el tamaño no determina el coraje, ni el presupuesto define el destino.

En medio de un fútbol global dominado por cifras obscenas y fichajes mediáticos, el club noruego ofrece un recordatorio poético del poder del colectivo humano cuando se alinea en torno a un propósito trascendente.

Bodø/Glimt ha creado mucho más que un buen equipo: ha cimentado una idea que puede inspirar a miles de clubes humildes alrededor del mundo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press