J.J. McCarthy: La nueva esperanza de los Vikings está lista para encender la NFL
Tras un año perdido por lesión, el joven mariscal de Minnesota se prepara para liderar una ofensiva potenciada y con aspiraciones de campeonato
Un año de espera, una lección de resiliencia
J.J. McCarthy no lanzó un solo pase en su temporada de novato. Aunque fue parte de una histórica camada de mariscales seleccionados en la primera ronda del draft 2024 de la NFL, una rotura de menisco en su rodilla derecha lo alejó completamente del emparrillado.
Desde 1967, ningún mariscal de campo elegido en la primera ronda había perdido toda su temporada de novato por lesión. Pero para McCarthy, eso no fue tiempo perdido. Durante su año de rehabilitación física, cultivo de la mente y observación, el ex mariscal de Michigan transformó una prueba en una oportunidad de crecimiento.
“Las pequeñas cosas que se pasan por alto cuando estás sano cobran sentido cuando no puedes ni caminar. Cada mañana mi diario de gratitud me mantuvo centrado”, confesó McCarthy a medios locales en Minnesota.
Un camino no tan común
Cuando los Vikings lo seleccionaron, inicialmente tenían a Kirk Cousins, pero su salida creaba incertidumbre. Durante la temporada baja 2025, el equipo consideró escenarios arriesgados, como incorporar a Aaron Rodgers. Pero finalmente optaron por confiar en el proceso de McCarthy, dejando el puesto de titular preparado para él.
Ante la partida de Sam Darnold, Daniel Jones y Nick Mullens en la agencia libre, y tras la llegada de Sam Howell por medio de un canje, era evidente que Minnesota apostaba todo por su joven mariscal.
Recuperado y mejorado
En una sesión reciente abierta a la prensa, McCarthy se mostró ágil, sonriente y con buen ritmo lanzando. Mencionó sentirse incluso mejor que antes de su lesión en agosto de 2024. Ha recuperado su peso ideal de 215 libras, luego de haber bajado de las 190 durante su rehabilitación física inicial.
“Sabía que estaba de regreso desde el primer pase. Me sentía mejor de lo que se suponía debía sentirme. Estaba ansioso por volver y demostrar quién soy”, dijo McCarthy ante los medios.
Para el entrenador en jefe de los Vikings, Kevin O’Connell, esa disposición para trabajar en hábitos invisibles —como la meditación, el control emocional y la estructura mental— fue clave. El joven mariscal pasó su primer año como una esponja táctica.
Un arsenal ofensivo rejuvenecido
Los Vikings no solo han depositado su confianza en McCarthy. Han reforzado fuertemente el equipo, pensando en competir ya:
- Will Fries y Ryan Kelly, llegados desde Indianapolis como refuerzos en la línea ofensiva.
- Recontrataron al corredor Aaron Jones.
- Adquirieron al prometedor Jordan Mason desde San Francisco.
- Seleccionaron al guardia izquierdo Donovan Jackson en la primera ronda del Draft 2025.
- Incorporaron al receptor Tai Felton en la tercera ronda.
Todo esto refuerza una ofensiva que ya fue la novena en puntos por partido y la número 12 en yardas en la temporada pasada. McCarthy llega a un equipo al que simplemente le falta un piloto para despegar.
Viviendo con TDAH: foco en el caos
Desde niño, McCarthy ha vivido con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Esta condición, que podría verse como una debilidad, ha sido su ventaja competitiva.
“Me siento más cómodo cuando el caos reina. Ahí florezco, cuando las luces están más brillantes y el escenario es más grande. Ese ha sido siempre mi campo de juego favorito”, afirmó.
La estructura en la que se apoya: meditación matutina, visualización, sesiones tácticas, control del estrés y la construcción de hábitos. Un enfoque más espiritual y psicológico en un deporte que exige tanto del cuerpo como de la mente. Su mentalidad ha sido tan importante como su brazo.
La presión de rendir... y ganar
La NFL no espera. McCarthy vivirá una presión que pocos mariscales de campo han enfrentado. Minnesota viene de una temporada de 14 victorias y quieren ir por más.
Ser un quarterback titular en un equipo de contención significa que cualquier error será amplificado. Los Vikings están en “modo ganar ya”, y no importan las justificaciones: McCarthy tendrá que responder desde el primer juego.
A diferencia de otros mariscales que pueden desarrollarse lentamente, él no tiene margen para la curva de aprendizaje. Deberá mostrar liderazgo, lectura de juego y ejecución desde la semana uno. Y aún más, deberá inspirar confianza.
Un equipo que cree en su nueva cara
Kevin O’Connell ha elogiado constantemente su ética de trabajo. Ha hablado del compromiso invisible que pocos notan: madrugar cada día para ver cinta de juego; levantar pesas después de todos; conocer cada detalle de cada jugada. McCarthy ganó respeto sin lanzar un pase.
En la NFL, eso es raro. Pero en Minnesota, eso es liderazgo.
Su historia es la de un jugador que tuvo que detenerse antes de empezar. Que cargó consigo la desilusión de la lesión, pero la convirtió en gasolina. Que en lugar de centrarse en lo que perdió, se enfocó en lo que podía ganar.
Y ahora, el escenario no podría estar mejor preparado para su debut.
“Sé que estoy listo. Todo el trabajo que hice en este año me reafirma en mis habilidades y me llena de confianza”, dijo contundente.
Un 2025 lleno de expectativas
De todos los mariscales seleccionados en la primera ronda del 2024, puede que McCarthy llegue con menos experiencia... pero también con menos errores cometidos. Y en la posición más crítica del fútbol americano, a veces eso vale más.
Su historia no es solo la de un regreso. Es la posibilidad real de que los Vikings de Minnesota finalmente den el salto al estrellato con un nuevo comandante a la cabeza.
Si J.J. McCarthy puede estar a la altura del reto, no solo justificará la fe de los directivos. Podría también ser el inicio de una nueva era dorada en Minneapolis.