Los Rockets aún respiran: Una noche explosiva que podría cambiar el destino de la serie

Una actuación que sacudió el Toyota Center

En una noche inolvidable para los aficionados de los Houston Rockets, el equipo angelino dio una contundente muestra de carácter, venciendo 131-116 a los Golden State Warriors en el Quinto Juego de la primera ronda de los Playoffs de la NBA 2025 y forzando un Sexto Juego que ahora tendrá lugar en el Chase Center de San Francisco.

Con una desventaja de 3-1 en la serie, el conjunto dirigido por Ime Udoka no solo logró sobrevivir, sino también enviar un potente mensaje de que aún quedan batallas por librar. Liderados por Fred VanVleet con 26 puntos, y Amen Thompson con 25, los Rockets dominaron de principio a fin, dejando sin respuesta real a un Golden State que pareció tirar la toalla desde temprano.

Un primer cuarto demoledor

Desde el salto inicial, la intensidad de Houston dejó claro que no planeaban despedirse de la postemporada esa noche. Lograron una ventaja de 14 puntos al final del primer cuarto, y para cuando Stephen Curry encestó su primer triple a mitad del segundo, los Rockets ya ganaban 55-32.

La ofensiva fue contundente y colectiva: los cinco titulares del equipo local terminaron con doble dígito en puntos, mientras que la eficiencia en tiros fue simplemente demoledora: 55.1% en tiros de campo y 13 de 30 en triples. En contraste, los Warriors apenas pudieron conectar 41.7% de sus disparos totales y 15 de 44 desde el perímetro.

Fred VanVleet, el comandante ofensivo

VanVleet, quien llegó a Houston con la promesa de liderazgo veterano, demostró por qué su fichaje fue clave para transformar la identidad del equipo. No solo encestó con consistencia (19 puntos en la primera mitad), sino que además se mostró activo en defensa y como organizador del juego.

“Teníamos nuestra espalda contra la pared, y eso saca lo mejor de nosotros. Esto no ha terminado”, señaló VanVleet al final del juego.

Juego físico y tensión en aumento

El partido no estuvo exento de drama. Ya en el último cuarto, un conato de bronca derivó en la expulsión de Pat Spencer por un cabezazo a Alperen Sengun. El altercado, que también involucró a Trayce Jackson-Davis y Dillon Brooks, reflejó la frustración de un equipo visitante que parecía haber perdido el control.

Ambos equipos recibieron faltas técnicas, pero la chispa de ese enfrentamiento se apagó rápidamente, y Houston cerró el partido con un parcial 7-2 que selló la victoria.

Cuesta arriba, pero no imposible

Remontar un déficit de 3-1 en una serie de siete partidos ha sido una hazaña pocas veces conseguida en la historia de la NBA. De hecho, solo 13 equipos lo han logrado antes. Pero los Rockets saben lo que es hacerlo: en 2015, remontaron una desventaja similar contra los Clippers en las semifinales del Oeste.

Curiosamente, los Warriors también recuerdan bien esa sensación... pero desde el otro lado. En las Finales de 2016, perdieron un 3-1 ante LeBron James y sus Cavaliers, pese a ostentar uno de los mejores récords de temporada regular en la historia.

Stephen Curry, opacado

Una de las razones claras del colapso de los Warriors fue el rendimiento por debajo de lo esperado de su estrella máxima. Curry finalizó con 13 puntos, acertando apenas 4 de 12 tiros de campo. En los cuatro juegos previos había superado los 30 puntos en dos ocasiones, pero esta vez no pudo marcar diferencias.

“Simplemente no ejecutamos. Todo el crédito para ellos. Jugaron con urgencia y nos arrollaron”, admitió Kerr en la conferencia de prensa postpartido.

Jimmy Butler apagado y sin impacto

Butler, quien se perdió un juego anterior por molestias físicas, tampoco fue factor determinante en este quinto juego. En 25 minutos de acción, sumó apenas 8 puntos con un discreto 2 de 10 en tiros. Muy lejos de las cifras de 52 puntos que acumuló en los partidos previos que sí disputó completos en esta serie.

Una batalla técnica entre Udoka y Kerr

La estrategia también jugó un papel fundamental. Mientras que Kerr optó por sacar del juego a sus titulares temprano en el tercer cuarto —después de que el marcador se disparara a un escandaloso 93-64—, Udoka fue más cauto.

En un movimiento interesante, el entrenador de Houston sí sacó a sus titulares con el duelo prácticamente definido (105-76), pero los reinsertó con ocho minutos por jugar cuando vio que la ventaja se redujo a 109-92.

Ese manejo quirúrgico permitió a Houston mantener el control y sofocar cualquier intento de remontada desde la banca de los Warriors.

Mirando al Juego 6: ¿Renacimiento o despedida?

El sexto episodio de esta electrizante serie está pautado para el viernes en San Francisco. Se espera una reacción de los Warriors en casa, pero los Rockets han recuperado confianza y tienen la moral en alto.

Una clave será mantener el nivel físico y la fluidez ofensiva mostrada en Game 5. Además, será vital manejar las emociones, ya que los roces aumentan al acercarse el final de la serie.

Dato histórico

• Fred VanVleet llegó a los Rockets tras cinco temporadas con Toronto, incluyendo el título obtenido en 2019.
• Amen Thompson, novato en esta campaña, ha sido una de las sorpresas agradables para la franquicia texana.
• Golden State ha eliminado a Houston en cuatro series distintas entre 2015 y 2019, incluyendo una final del Oeste.

¿El inicio de una remontada legendaria?

Los Rockets aún están contra la cuerda, pero el ánimo dentro del equipo parece renovado. Si la historia sirve de predictor, sabemos que estos momentos de adversidad son donde se forjan las leyendas. Nadie esperaba que Houston forzara un Juego 6 luego de lo visto en los dos enfrentamientos previos en California.

La ecuación se vuelve simple: una victoria más, y llegarían a un Juego 7 decisivo. Pero los Warriors también tienen memoria, recursos y, por supuesto, a Steph Curry. La serie no está escrita aún, y eso es todo lo que los Rockets necesitaban.

Que comience la cuenta regresiva.