Crisis de poder en Togo: ¿Democracia o dictadura con maquillaje constitucional?

Faure Gnassingbé refuerza su control con un nuevo cargo indefinido, desatando acusaciones de 'golpe constitucional' en un país con casi seis décadas de dinastía familiar.

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LOMÉ, Togo — Una vez más, el continente africano se ve sacudido por una controversia política que amenaza los frágiles pilares democráticos de una nación: Togo. El presidente Faure Gnassingbé, en el poder desde 2005 tras la muerte de su padre, ha sido nombrado presidente del recién creado Consejo de Ministros, una figura con poderes ejecutivos ampliados y sin límites de reelección. La oposición ha calificado el movimiento como un "golpe constitucional".

Una dinastía de 57 años

Para comprender el peso de esta decisión, es necesario mirar hacia atrás. El actual presidente Faure Gnassingbé es hijo del general Gnassingbé Eyadéma, quien asumió el poder en 1967 tras un golpe militar. Eyadéma gobernó con puño de hierro durante 38 años hasta su fallecimiento en 2005.

En las elecciones posteriores, Faure asumió el poder en lo que muchos catalogaron como una manipulación constitucional y electoral. Desde entonces, Togo ha vivido una mezcla de autoritarismo encubierto bajo el barniz de procesos democráticos.

El “nuevo” puesto presidencial y la eliminación del sufragio popular

El 6 de mayo de 2024, el Parlamento togolés aprobó la elección de Faure como Presidente del Consejo de Ministros. Esta figura no tiene límite de reelección y será escogida cada seis años por los miembros del propio Parlamento. De facto, esto elimina la posibilidad de elecciones presidenciales directas.

En reemplazo, se ha creado una presidencia simbólica sin poderes reales, actualmente a cargo de Jean-Lucien Savi de Tové, un octogenario desconocido para muchos togoleses. El verdadero poder queda, por lo tanto, en manos del Consejo, presidido por Faure.

¿Modernización parlamentaria o consolidación del poder?

El gobierno justifica los cambios como una “adaptación a un sistema parlamentario moderno”, pero los críticos lo ven como una táctica para blindar a Faure en el poder.

El profesor David Dosseh, portavoz de una coalición de partidos políticos y movimientos civiles, sentenció: “Este no es un proceso de transición, es la continuidad del mismo sistema autoritario, bajo otro nombre, después de 58 años de dominio”.

Mientras tanto, las calles de Lomé estuvieron relativamente tranquilas el pasado fin de semana, cuando la oposición convocó a una protesta. La asistencia fue baja, en parte por el temor a represalias y por el desgaste que implica enfrentar un régimen fuertemente instalado.

Togo: otra ficha en el tablero autoritario del África Occidental

La región ha estado plagada de golpes militares en la última década: Burkina Faso, Mali, Guinea y Níger han experimentado interrupciones violentas del orden constitucional. A diferencia de estos países donde el poder fue tomado por la fuerza armada, Togo ha sofisticado la concentración del poder mediante reformas legislativas que aparentan legalidad, convirtiéndose en un modelo de “golpe constitucional”, según la oposición.

Este tipo de cambios legales ha sido debatido también en países como Rusia y Turquía, donde los mandatarios han reformado estructuras para prolongar sus mandatos. La similitud es inquietante.

Reacciones internacionales: ¿silencio o diplomacia cómplice?

Hasta ahora, ni la Unión Africana (UA) ni la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) han emitido una condena fuerte. En cambio, los medios estatales togoleses presentan la reforma como un avance democrático, algo que muchos analistas desestiman como propaganda institucional.

La sociedad civil ha prometido aumentar la presión tanto nacional como internacional. Organizaciones como Tournons la Page y Synergie Togo han iniciado campañas para denunciar los hechos a nivel global.

Según un informe del Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), publicado en 2022, Togo es uno de los 17 países de África Subsahariana donde la retrocesión democrática es “profunda y persistente”.

El papel de Francia y la comunidad europea

Togo mantiene estrechos lazos con Francia, su antigua metrópoli, y Faure Gnassingbé ha sido recibido numerosas veces en el Palacio del Elíseo. Sin embargo, la diplomacia europea se enfrenta a una encrucijada: ¿seguirá priorizando la estabilidad y los intereses económicos sobre el respeto al sufragio y las libertades civiles?

“El verdadero reto para Occidente es si seguirá protegiéndose detrás de la retórica de la estabilidad, o si finalmente exigirá cambios significativos”, señaló el politólogo camerunés Achille Mbembe en una entrevista con France 24.

¿Qué sigue para Togo?

Existen pocas señales de que Faure esté dispuesto a ceder poder. La oposición ha pedido la intervención de organismos como la ONU y la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, aunque estas peticiones históricamente han caído en saco roto o han llegado demasiado tarde.

Muchos togoleses se sienten atrapados en un bucle autoritario de 57 años, sin oportunidades reales de alternancia democrática. La juventud, representando más del 60% de la población, parece atrapada en una estructura política que no les representa ni les brinda vías claras hacia la participación o el cambio.

“¿Qué sentido tiene votar si de todas formas el resultado ya está escrito?”, comentó con resignación Komi Agbényo, un estudiante universitario de Lomé.

Reflexión final

El fenómeno togolés es un espejo de lo que necesita confrontar el continente: no solo se deben rechazar los golpes de Estado militares, sino también los autoritarios envueltos en sedas legales. La democracia no se mide únicamente por la celebración de elecciones, sino por la existencia de contrapesos, libertad política y alternancia real en el poder.

Lo que sucede hoy en Togo no debe ser visto como un caso aislado, sino como un síntoma crónico de las frustraciones democráticas en muchas regiones del mundo. Y como en toda enfermedad sistémica, el tiempo juega en contra.

Fuente: AP News - Sección África

Este artículo fue redactado con información de Associated Press