La guerra en múltiples frentes: Houthíes, Gaza y la tensión creciente en Medio Oriente
El ataque con misiles contra el aeropuerto Ben Gurión y los bombardeos en Hodeida marcan una nueva fase del conflicto regional
El ataque sorpresa al aeropuerto Ben Gurión
El 5 de mayo de 2025 entrará en los anales del conflicto entre Israel y los aliados de Irán como una fecha significativa. Por primera vez desde el inicio de la guerra en Gaza, un misil lanzado desde Yemen por los rebeldes hutíes impactó en las inmediaciones del principal aeropuerto de Israel, el Ben Gurión, cerca de Tel Aviv. Aunque el proyectil no causó víctimas mortales, sí provocó heridas leves a cuatro personas y obligó a detener temporalmente los vuelos y el tráfico en la zona.
Este ataque es altamente simbólico. No solo demuestra la capacidad operativa de los hutíes para atacar núcleos neurálgicos israelíes, sino que mostró las limitaciones del escudo antimisiles israelí y elevó el conflicto yemení a una nueva dimensión geopolítica. En palabras de Nasruddin Amer, jefe de medios de los hutíes: “Las agresiones sionistas no detendrán nuestras acciones militares. Seguiremos atacando rutas marítimas e infraestructura del enemigo mientras continúe la masacre en Gaza.”
Respuesta inmediata: bombardeos en Hodeida
Apenas 24 horas después del ataque hutí, Israel lanzó una serie de bombardeos sobre infraestructuras clave en Hodeida, una ciudad portuaria en el Mar Rojo controlada por los hutíes. Al menos seis ataques aéreos alcanzaron el puerto y una fábrica de cemento en la provincia de Bajil.
Este movimiento responde a la creciente preocupación de que el puerto de Hodeida está siendo utilizado por Irán para enviar armas y equipos militares avanzados a los hutíes. Según informó el ejército israelí, la operación aérea implicó a decenas de aeronaves de combate.
Desde Hodeida, la respuesta fue inmediata: los portavoces hutíes aseguraron que el ataque fue conjunto entre Israel y Estados Unidos, aunque el Pentágono lo desmintió rápidamente. Un portavoz de defensa estadounidense aclaró que la operación no formó parte de la campaña denominada "Operación Rough Rider", vigente desde marzo y orientada exclusivamente a la protección del tráfico marítimo en el Mar Rojo contra ataques hutíes.
Una guerra regional en expansión
El conflicto se extiende más allá de las fronteras tradicionales. Desde el 7 de octubre de 2023, cuando comenzó la última guerra con Hamás en Gaza, los hutíes han incrementado sustancialmente su retórica y acciones bélicas contra Israel. Estos forman parte del Eje de Resistencia liderado por Irán, junto a Hezbollah en Líbano y milicias chiitas en Siria e Irak. Cada uno cumple un rol estratégico diferente, pero los hutíes se han consolidado como el brazo más activo y capaz de atacar directamente desde el sur.
Lo más alarmante para la inteligencia israelí es que varios de estos misiles hutíes han logrado eludir el escudo antimisiles Cúpula de Hierro, lo que sugiere un avance técnico significativo en la capacidad balística de los hutíes, muy probablemente gracias a Irán. Además, los ataques a barcos en el Mar Rojo han puesto en jaque las rutas comerciales más importantes entre Europa y Asia.
No solo Yemen: el frente interno en Cisjordania
Mientras los misiles vuelan desde Yemen, otra tragedia avanza en silencio. El mismo día del bombardeo en Hodeida, Israel demolió la aldea beduina de Khalet Al-Dab, en la región de Masafer Yatta (Cisjordania ocupada). Bulldozers del ejército israelí destruyeron nueve viviendas, cinco tiendas y varios corrales de animales, desplazando a decenas de familias.
La destrucción de esta comunidad forma parte de una estrategia mayor por parte del gobierno y los colonos israelíes. Desde octubre, se han establecido tres nuevos puestos de avanzada cerca de Khalet Al-Dab. Según el activista y cineasta Basel Adra, esto forma parte de una campaña para vaciar la zona y expandir ilegalmente los asentamientos israelíes.
“Desde el 7 de octubre, el ejército y los colonos han incrementado su agresión en regiones como Masafer Yatta. La demolición de aldeas es una táctica evidente para anexar más territorio bajo pretextos legales dudosos”, explicó.
Repercusiones internacionales y el papel de Estados Unidos
Washington sigue jugando al equilibrio estratégico. Aunque el Pentágono asegura no haber participado en los bombardeos sobre Hodeida, sus propios aviones atacaron Sanaa ese mismo día. Un segundo portavoz confirmó que los bombardeos en la capital yemení fueron parte de una campaña independiente, pero vinculada a la protección de intereses estadounidenses en la región.
Estados Unidos se enfrenta además a la presión doméstica para que limite su apoyo incondicional a Israel y actúe como mediador en el conflicto. A pesar de ello, el gobierno de Joe Biden ha seguido enviando ayuda militar a Tel Aviv. La expansión de la guerra hacia Yemen añade otra capa de complejidad para la administración estadounidense, ya que tiene que equilibrar sus relaciones con Israel, contener a Irán y evitar el colapso de una de las regiones más volátiles del planeta.
Una narrativa de resistencia
Para los hutíes, consolidar su posición como la última milicia capaz de atacar Israel directamente los eleva a la categoría de héroes de la resistencia en buena parte del mundo árabe. Muchos yemeníes ven en sus acciones una continuación de la causa palestina y una manera de contrarrestar la ocupación israelí, incluso desde miles de kilómetros de distancia.
Esta narrativa les ha dado oxígeno político y legitimidad popular en medio de una guerra interna compleja que, desde 2015, ha devastado a Yemen. Más de 377.000 personas han muerto por causas ligadas directa o indirectamente al conflicto, según la ONU. La capacidad de los hutíes de sostener una guerra prolongada contra fuerzas extranjeras demuestra no solo su resiliencia, sino también el respaldo estratégico de Teherán.
¿Escalada o contención?
La situación abre múltiples interrogantes sobre el futuro del conflicto. ¿Tomará Israel acciones más directas contra Irán si los ataques hutíes continúan intensificándose? ¿Cómo responderá Arabia Saudita, que ha limado asperezas con Irán en el último año? ¿Podría esto arrastrar al Líbano, o incluso a Siria, a una guerra abierta?
Lo cierto es que este nuevo frente en Yemen reafirma que el conflicto ya no está confinado a Gaza ni a Cisjordania. La guerra se regionaliza, y los misiles que caen sobre Tel Aviv reflejan no solo el drama actual de Palestina, sino la lucha por la supremacía geopolítica en medio del tablero más explosivo del mundo.
Fuentes:
- ONU: informe sobre el conflicto en Yemen
- IDF: Fuerzas de Defensa de Israel
- Departamento de Defensa de EE.UU.