La batalla por el alma de Toms River: ¿un parque infantil o un refugio para personas sin hogar?

La disputa entre el alcalde y una iglesia episcopal expone tensiones entre desarrollo urbano y vocación cristiana

En el corazón de Toms River, Nueva Jersey, se libra una batalla más simbólica que territorial. Una lucha por el significado del servicio comunitario, la interpretación del cristianismo y la defensa de los más vulnerables. De un lado, el alcalde Daniel Rodrick sueña con convertir un terreno de 11 acres en un parque ribereño con canchas de pickleball y un parque infantil. Del otro, la Iglesia Episcopal de Cristo busca ampliar su misión estableciendo un refugio para personas sin hogar en ese mismo terreno.

El choque inicial: propuestas y doctrinas

El alcalde Rodrick sostiene que su propuesta beneficiaría a numerosas familias del vecindario que, según él, “necesitan un lugar donde llevar a sus hijos a columpiarse”. Declara, incluso, que “Cristo estaría de acuerdo” con la creación del parque. Pero la realidad es que su intención de adquirir la propiedad —ya sea mediante compra o expropiación por interés público (eminent domain)— ha creado un clima de tensión civil y religiosa.

La iglesia, liderada por la reverenda Lisa A. Hoffman, ha rechazado categóricamente la venta de su propiedad, argumentando que su misión se alinea con las enseñanzas de Cristo al abogar por los marginados. En una carta dirigida a sus feligreses, Hoffman fue clara: “La propiedad de nuestra iglesia no está en venta… estamos preparados para una larga batalla legal”.

¿Refugio o parque? El trasfondo urbano y legal

La propiedad de la iglesia alberga un amplio estacionamiento y tres marinas subutilizadas a orillas del río Toms. Desde 2023, ya funciona allí un programa de alcance comunitario operado por la ONG Affordable Housing Alliance. Esta asociación desea colaborar con la iglesia en un proyecto que incluiría un refugio para 17 personas sin hogar. A diferencia de lo que se ha dicho durante el debate político, no se planifica albergar a “200 personas”, como algunos vecinos alarmistas han manifestado.

“La respuesta correcta es la iglesia. Ya hay servicios de consejería allí. Serán solamente 17 camas”,
—Harvey York, abogado de Affordable Housing Alliance

El 30 de abril, el concejo municipal aprobó, por estrecho margen, la primera lectura de una ordenanza para adquirir el terreno de la iglesia. La segunda votación se espera para el 28 de mayo. Rodrick espera que se llegue a una “resolución amigable”, pero también ha declarado que el uso del eminent domain sería legal en este caso.

¿Un aparente sabotaje a la misión cristiana?

Los líderes de la iglesia defienden que, más allá de una simple propiedad, están actuando en fidelidad con sus valores evangélicos. Siguiendo el llamado bíblico del Evangelio según Mateo 25:40 —“lo que hicisteis a uno de estos hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis”—, su plano para el refugio busca ser una respuesta directa al tema del sinhogarismo en la comunidad.

La reverenda Hoffman recibió el respaldo público de la obispa Sally French de la Diócesis de Nueva Jersey, quien emitió una declaración contundente:

“Me entristece que alcalde y concejo estén priorizando canchas de pickleball por encima de responder al hambre y el sinhogarismo”.
Obispa Sally French

Además, la comunidad de feligreses ha mostrado una fuerte cohesión, asistiendo masivamente a las reuniones del concilio municipal. Durante una de ellas, el miembro del concejo Thomas Nivison llegó al extremo de preguntar, en tono beligerante, a su colega Lynne O’Toole si “odiaba a la iglesia, a Dios y a Cristo”. O’Toole, visiblemente indignada, replicó: “¿Por qué no te callas?”.

Zonificación y resistencia: el proceso legal continúa

El refugio aún debe obtener una variación de uso del terreno por parte de la Junta de Zonificación de Toms River, que ya llevó a cabo varias reuniones caóticas donde los residentes han presentado objeciones. Algunas de estas quejas se centran en preocupaciones infundadas sobre seguridad y ruido. La votación de la Junta se espera para el 22 de mayo.

Rodrick se ha mostrado ambiguo respecto a su motivación real. En entrevistas ha evitado referirse en detalle a la variación de zonificación, pero sí ha argumentado que la propiedad de la iglesia está “vacía la mayor parte de la semana”. Esto contradice no solo los servicios religiosos y comunitarios habituales, sino también la actual presencia de programas comunitarios activos en la propiedad.

Precedentes históricos y el peso del eminent domain

El uso de la expropiación por causa de utilidad pública tiene una historia tensa en Estados Unidos. El caso más notorio es probablemente Kelo v. City of New London (2005), donde el Tribunal Supremo permitió que propiedades privadas fueran expropiadas y entregadas a otra entidad privada bajo el argumento del “beneficio económico” para la ciudad. Ese fallo provocó indignación generalizada y llevó a varios estados a reformar sus leyes.

En el caso de Toms River, ¿puede realmente argumentarse que un parque genera un mayor “uso público” que un refugio para personas sin hogar? En términos legales es una discusión ambigua. En términos éticos y cristianos, el debate ha motivado fuertes posicionamientos.

La dimensión espiritual del conflicto

La tensión ya no es únicamente política o legal. Es también moral y espiritual. ¿Quién representa mejor el mensaje de servicio y amor al prójimo? ¿El alcalde planeando toboganes o una iglesia extendiendo su hospitalidad a los marginados?

Esta disputa ha despertado una vieja pregunta dentro del cristianismo norteamericano contemporáneo: ¿hasta qué punto debe la Iglesia ceder ante las prioridades del urbanismo moderno?

Según una encuesta del Pew Research Center (2021), el 74% de los estadounidenses cree que las iglesias deberían participar más activamente en temas sociales como el sinhogarismo y la desigualdad. En ese sentido, el proyecto del refugio no sólo tiene una base religiosa, sino también socialmente aceptada.

La comunidad responde

Frente a la presión del Ayuntamiento, los líderes religiosos han comenzado a construir alianzas con otras denominaciones, organizaciones civiles e incluso residentes sin afiliación religiosa, pero que ven el proyecto del refugio como virtuoso. La preocupación más generalizada es que esta situación sienta un precedente negativo para otras iglesias o instituciones que trabajan con poblaciones vulnerables.

La abogada Faye Kolly, especializada en migración y libertad religiosa, indicó en una entrevista reciente: “Este tipo de acción gubernamental huele más a represalia política que a planificación urbana legítima”.

¿Parque o refugio? Una decisión que marcará el rumbo moral

Al día de hoy, tanto el destino del refugio como el del parque están en el aire, pendiendo de decisiones que serán tomadas en próximas reuniones legislativas locales y, probablemente, en tribunales estatales. Mientras tanto, el pequeño grupo de feligreses de la Iglesia Episcopal de Cristo continúa su labor de caridad diaria, sin detener su misión.

Resulta irónico y aleccionador que en un país cuya moneda luce el lema “In God We Trust”, una congregación cristiana deba luchar legalmente para poder ejercer esa confianza en forma de ayuda humanitaria.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press