Revolución en la NFL: Las inesperadas salidas de Gabe Davis, George Pickens y Justin Tucker
Tres estrellas que fueron clave para sus equipos ahora buscan nuevo destino en una liga que premia resultados y castiga la controversia
Un giro inesperado en la agencia libre: Adiós a Gabe Davis
Los Jacksonville Jaguars sorprendieron al mundo del fútbol americano al cortar al receptor abierto Gabe Davis, apenas 14 meses después de haberlo firmado con un contrato de tres años por 39 millones de dólares. Davis, quien llegó como una promesa ofensiva destinada a convertirse en un objetivo clave para el quarterback Trevor Lawrence, nunca terminó de encajar.
El movimiento implica un golpe financiero importante: un impacto de 20.3 millones de dólares en el tope salarial de 2025. Pero el nuevo régimen en Jacksonville, encabezado por el gerente general James Gladstone y el entrenador Liam Coen, decidió que era mejor asumir dicha carga que mantener en plantilla a Davis como un cuarto o quinto receptor.
En sólo 10 partidos jugados en 2023, Davis acumuló 20 recepciones para 239 yardas y dos touchdowns. Muy por debajo de sus números con los Buffalo Bills, donde registró 163 recepciones para 2,730 yardas y 27 anotaciones, además de 6 touchdowns más en postemporada.
Lesión y reemplazo directo
Una lesión de menisco en la rodilla izquierda en noviembre fue otro factor clave. A eso se suma que Jacksonville seleccionó con el segundo pick del Draft a Travis Hunter, una estrella de dos vías (ofensiva y defensiva) de Colorado, y firmó al velocista Dyami Brown. El ascenso meteórico del novato Brian Thomas Jr., quien incluso fue al Pro Bowl, terminó por clausurar cualquier puerta para Gabe Davis.
Pickens, el eterno dilema en Pittsburgh
Mientras tanto, los Pittsburgh Steelers también cerraron un capítulo significativo al intercambiar a George Pickens a los Dallas Cowboys. En la operación, recibieron una tercera ronda en 2026 y una quinta ronda en 2027, y entregaron una sexta ronda.
Pickens, de 24 años, es uno de los talentos más excepcionales de su generación con 174 recepciones, 2,841 yardas y 12 touchdowns en tres campañas. Lideró la liga en 2023 con un promedio de 18.1 yardas por recepción. Sin embargo, su carrera ha estado marcada por la polémica y episodios de inmadurez constante.
Entre los incidentes más recordados del año pasado están una pelea con Jourdan Lewis (Cowboys) y otra con Greg Newsome II (Browns), además de llevar palabras vulgares en su pintura ocular y mostrar falta de esfuerzo al bloquear en múltiples jugadas importantes.
Una apuesta arriesgada para los Cowboys
Dallas se encontraba en busca de un receptor que complementara a CeeDee Lamb, quien lideró el equipo en recepciones. Su segundo mejor receptor fue el ala cerrada Jake Ferguson, una muestra clara de la falta de profundidad en el cuerpo de receptores. Pickens, con todo su equipaje emocional, fue considerado lo suficientemente valioso para que Jerry Jones se arriesgara con esta adquisición.
Por el contrario, en Pittsburgh el cambio de enfoque cósmico vino con la llegada de DK Metcalf por un canje previo, que fue acompañado de una extensión de contrato por cinco años. Era evidente que el club no contemplaba renovar a Pickens.
Justin Tucker: Un legado intachable empañado por acusaciones
Pero sin duda, el movimiento más impactante fue la liberación del pateador estrella Justin Tucker por parte de los Baltimore Ravens. Tucker, ampliamente considerado como el mejor pateador en la historia de la NFL, fue cortado en lo que el equipo calificó como una "decisión futbolística".
No obstante, la realidad apunta a razones más delicadas. Tucker, de 35 años y con una carrera impecable hasta 2024, fue acusado por al menos una docena de terapeutas de masaje de comportamientos sexuales indebidos durante tratamientos profesionales. La NFL está investigando estos señalamientos.
Récords que se despiden con él
Tucker no es un jugador cualquiera. Tiene el récord del gol de campo más largo de la historia con 66 yardas, ostenta la mejor efectividad en la historia de la liga (89.1%) y fue cinco veces All-Pro. Además, era el último sobreviviente del equipo campeón del Super Bowl en 2012.
Sin embargo, en 2024 tuvo la peor campaña de su carrera: falló ocho goles de campo. Los Ravens ya habían drafteado al novato Tyler Loop en la sexta ronda, lo que, combinado con la situación legal y el sombrío panorama mediático que la acompañaba, selló su destino.
“A veces las decisiones futbolísticas son increíblemente difíciles, y esta es una de ellas”, dijo el gerente general Eric DeCosta.
DeCosta resaltó su agradecimiento hacia Tucker, mencionando que sus aportes fueron claves por más de una década, pero que el foco estaba en el “fútbol”. Aun así, resulta imposible ignorar el trasfondo extradeportivo.
Una liga que castiga lo intangible
Estos tres movimientos reflejan un cambio profundo en cómo la NFL moderna gestiona talentos con pasados gloriosos pero presentes inciertos. Si bien los tres jugadores han demostrado habilidades top en sus respectivos roles —Davis como receptor profundo, Pickens como amenaza vertical, Tucker como pateador confiable—, sus roles se vieron reducidos por una mezcla de rendimiento, cultura organizacional, lesiones y conducta personal.
El mensaje para la liga
Lo que está claro es que en la NFL de hoy, el margen de error es cada vez menor. El impacto del tope salarial, la presión inmediata por resultados y la responsabilidad social que exigen fanáticos y patrocinadores están redefiniendo lo que significa ser "indispensable". Si hasta la leyenda de Justin Tucker puede caer, nadie tiene el puesto asegurado.