La carrera del siglo: cómo la IA y la energía redefinirán el poder global
Sam Altman y otros gigantes tecnológicos testifican en el Capitolio sobre los desafíos, oportunidades y riesgos de la inteligencia artificial en un mundo competitivo
La singularidad tecnológica llega al Senado
El fundador de OpenAI, Sam Altman, junto con ejecutivos de Microsoft, AMD y CoreWeave, comparecieron ante el Senado de EE.UU. para presentar su caso sobre el impacto transformador de la inteligencia artificial (IA). En una audiencia histórica que abordó desde riesgos tecnológicos hasta geopolítica, todos coincidieron en algo: estamos al borde de un cambio civilizacional.
“Esto será más grande que internet”
Con esa frase demoledora, Altman marcó la pauta. Según el CEO de OpenAI, el avance en IA y su bifurcación con la revolución energética serán las dos fuerzas que remodelarán el mundo. Altman insistió: “Para que suceda, la inversión en infraestructura energética es crítica”.
Y no está solo en esa visión. Lisa Su, CEO de AMD, y Brad Smith, presidente de Microsoft, también urgieron al Congreso a adoptar políticas públicas coherentes y una regulación nacional uniforme que ayude a las empresas a moverse con agilidad.
La geopolítica del silicio: China a la cabeza
La audiencia fue también un campo de batalla discursivo sobre el enfrentamiento Estados Unidos vs. China. El senador Ted Cruz advirtió: “China planea liderar el mundo en IA para el 2030”, y cuestionó si EE.UU. debe seguir el camino de libre iniciativa o replicar los controles europeos.
No es paranoia: China ha invertido masivamente en IA desde 2017, y empresas como Baidu, Tencent y Huawei ya desarrollan modelos competidores de ChatGPT. Esta competencia tecnológica refleja una nueva Guerra Fría digital.
Los chips de la discordia
Los semiconductores son el corazón de la IA, y no por casualidad, varios ejecutivos centraron sus intervenciones en este tema. Las restricciones a la exportación de chips impuestas por la administración de Donald Trump —en particular sobre los procesadores Nvidia H20 y AMD MI308— podrían costar a estas empresas $7 mil millones en ingresos perdidos.
Altman advirtió: “Si nuestros productos no son adoptados globalmente, otros ocuparán ese vacío. La seguridad nacional está ligada a nuestra influencia global tecnológica”.
Las futuras capitales de la IA: Texas y más allá
Durante la audiencia, Altman también compartió su entusiasmo por el megaproyecto de centro de datos de OpenAI en Abilene, Texas, en colaboración con Oracle. Bautizado como “Stargate”, se espera que sea el mayor centro de entrenamiento de IA en el mundo.
La elección del sitio no fue casual: Texas brinda incentivos fiscales, acceso a múltiples fuentes energéticas (solar y eólica) y posee una actitud empresarial favorable. Según Altman: “Otros estados deberían estudiar el enfoque de Texas”.
El consumo eléctrico de estos centros será colosal. Según el Departamento de Energía de Estados Unidos, los centros de datos podrían consumir hasta 12% de la electricidad nacional para 2028, un aumento de hasta tres veces en menos de una década.
La energía nuclear entra al juego
Mientras tanto, en un movimiento paralelo al testimonio en el Capitolio, Canadá anunció la construcción del primer reactor modular pequeño (SMR) en Ontario, con planes de aportar energía limpia al creciente consumo de los centros de datos y otras industrias. El objetivo: ser el “campeón del G7” en energía nuclear de nueva generación.
Este nuevo reactor tendrá una capacidad de alimentar 300,000 hogares de Toronto y estará completado para 2030, por delante de potencias como Francia o Japón. La inversión prevista para el proyecto ronda los $6.1 mil millones.
¿Qué rol jugará EE.UU.?
El contraste es notable. Mientras Canadá lidera el esfuerzo en energía nuclear limpia, el Congreso estadounidense aún debate cómo regular la IA. Michael Intrator, CEO de CoreWeave, puso el dedo en la llaga: “No podemos tener 50 regulaciones estatales diferentes para IA. Necesitamos un marco federal único”.
Bipartidismo con tensiones
Aunque la audiencia se mantuvo mayormente cordial y centrada en el futuro de la IA, hubo momentos de tensión partidista. El senador republicano Bernie Moreno acusó a las políticas verdes de Biden de dificultar el crecimiento energético para la IA; mientras que la demócrata Tammy Duckworth criticó recortes anteriores de Trump y Musk en fondos para investigación como el que permitió crear la red que dio vida a Internet.
“Ganemos esta carrera por nuestros valores”
Al final, lo que quedó claro fue que más que una competencia comercial o tecnológica, se trata de una carrera moral y cultural. Como dijo el senador demócrata Brian Schatz: “Queremos ganar esta carrera para que prevalezcan los valores estadounidenses”.
Estados Unidos en la encrucijada
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¿Seguirá liderando el mundo en innovación, ciencia y libertad tecnológica?
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¿O perderá ante modelos centralizados como los de China, donde la IA se utiliza para vigilancia masiva y control ciudadano?
La clave, según los gigantes de Sillicon Valley, está en invertir, simplificar regulaciones y garantizar acceso a energía limpia. Pero también reconocen que necesitan al gobierno como socio, no como obstáculo.
OpenAI, AMD, Microsoft y CoreWeave han trazado una hoja de ruta para un futuro impulsado por algoritmos y energía. Ahora el balón está en la cancha del Congreso.