Protestas, represión y resistencia: el caso de Mohsen Mahdawi y la libertad de expresión en las universidades de EE. UU.
La detención de un estudiante palestino en Columbia evidencia el giro autoritario y la lucha por los derechos civiles en tiempos de guerra
La universidad como campo de batalla ideológico
Durante décadas, las universidades estadounidenses han sido vistas como bastiones del pensamiento crítico, la libre expresión y la participación política. Sin embargo, en un clima cada vez más polarizado y represivo, ese ideal parece estar desapareciendo. El caso de Mohsen Mahdawi, estudiante palestino detenido en plenos trámites de naturalización en EE. UU., destapa una preocupante tendencia: la criminalización de la protesta estudiantil, particularmente cuando está asociada a la causa palestina.
¿Quién es Mohsen Mahdawi?
Mohsen Mahdawi, de 34 años, nació en un campo de refugiados en la Cisjordania ocupada por Israel. Emigró a Estados Unidos en 2014, donde posteriormente se convirtió en residente legal permanente. En Columbia University, una de las instituciones más prestigiosas del país, Mahdawi se convirtió en una de las voces más visibles contra la guerra entre Israel y Hamás, organizando protestas y cofundando la Unión de Estudiantes Palestinos.
Justo cuando iba a completar su proceso de ciudadanía, agentes armados y enmascarados irrumpieron en la oficina de inmigración donde se encontraba Mahdawi, arrestándolo en un sorprendente operativo que recuerda a regímenes autoritarios más que a una democracia consolidada.
Un arresto que huele a persecución política
El arresto de Mahdawi no fue casual. Había superado satisfactoriamente el examen de ciudadanía, respondido preguntas orales y firmado el compromiso de lealtad cuando ocurrió la detención. Desde el inicio, se sospechó que la acción fue una represalia por su activismo. Esto fue confirmado, en parte, por la decisión del juez que ordenó su liberación el 30 de abril de 2025. El tribunal encontró que Mahdawi había presentado evidencia de una "reclamación sustancial" de que su arresto fue motivado por una intención de suprimir discursos disidentes.
Este caso se inscribe dentro de una política más generalizada bajo la administración Trump (en su segundo mandato), en la que activistas estudiantiles han sido detenidos sistemáticamente, particularmente aquellos que cuestionan el apoyo de EE. UU. a Israel. Esta tendencia se intensificó después de que el expresidente amenazara con cortar fondos federales a universidades que no reprimieran las protestas.
Represión en Columbia: de la libertad académica al control militarizado
El acontecimiento que aceleró el arresto de Mahdawi fue la intensificación de las manifestaciones en el campus de Columbia University. A principios de mayo de 2025, más de 80 estudiantes fueron detenidos tras ocupar una sala de lectura de la biblioteca principal. Según la presidenta interina de la universidad, Claire Shipman, los estudiantes fueron "repetidamente solicitados" a identificarse y abandonar el edificio, lo cual se negaron a hacer.
Para Mahdawi, esta respuesta institucional es una señal alarmante. "Columbia no es una luz de esperanza, es un agente de violencia institucional contra sus propios estudiantes", declaró en una entrevista en Montpelier, Vermont. Acusó a la universidad de apoyar la agenda autoritaria de la administración Trump y de "castigar y torturar" a sus alumnos por ejercer sus derechos civiles.
Movimiento estudiantil bajo asedio
Columbia no es un caso aislado. Desde el estallido de la última ofensiva israelí sobre Gaza en octubre de 2023, las manifestaciones en universidades como Harvard, Yale, Tufts y Berkeley se han intensificado. Las reacciones institucionales, sin embargo, muestran un patrón de represión: detenciones arbitrarias, revocación de fondos a organizaciones estudiantiles y vigilancia intensiva.
Un caso similar al de Mahdawi es el de Rumeysa Ozturk, estudiante de Tufts, a quien una corte federal acaba de ordenar su traslado desde un centro de detención en Luisiana para revisar si sus derechos fueron violados. "Manténganse positivos, no dejen que esta injusticia sacuda su fe en la justicia", fue el mensaje de aliento de Mahdawi para ella y otros estudiantes.
Universidades capturadas por intereses políticos
La libertad de expresión en las universidades está en crisis. Históricamente, estas instituciones funcionaban como contrapesos del poder político, campos fértiles para el pensamiento crítico. Hoy día, son claros ejemplos de captura institucional, respondiendo más a presiones externas —como amenazas de cortar el financiamiento federal— que a sus propias misiones educativas.
La colaboración entre administraciones universitarias y organismos de seguridad para reprimir la disidencia amenaza los principios democráticos sobre los que estas instituciones fueron fundadas. ¿Pueden seguir llamándose "espacios seguros" cuando permiten detenciones autoritarias bajo disfraces legales?
Nacionalismo, vigilancia y la reconfiguración del ciudadano
Los actos como el arresto de Mahdawi reflejan también un cambio en la concepción de ciudadanía. El derecho a la protesta, la libertad de pensamiento y asociación ya no parecen suficientes para convertirse en "buen ciudadano". En este nuevo paradigma, la conformidad ideológica —especialmente en temas clave como el apoyo a Israel— se vuelve una condición tácita para acceder a la ciudadanía.
La vigilancia permanente, las listas negras y los operativos coordinados con agencias de inmigración trazan una distopía ya presente: la del ciudadano condicional, cuyas libertades están sujetas a sus opiniones políticas.
La esperanza como resistencia
Pese a todo lo sucedido, Mahdawi planea acudir a la ceremonia de graduación de Columbia este mes. "Es un mensaje. Un mensaje de que la educación es esperanza, la educación es luz, y no hay poder en el mundo que deba arrebatárnosla", afirmó con determinación. Allí, junto a estudiantes judíos, palestinos, libaneses, estadounidenses e internacionales, había trabajado en un consejo de diplomacia estudiantil —esfuerzo que la administración ignoró por completo tras su arresto.
Mientras las universidades estadounidenses enfrentan una prueba histórica para defender su vocación democrática, los estudiantes como Mahdawi ofrecen un modelo alternativo de resistencia y coherencia moral. No buscan adoctrinar, sino cuestionar, no pretenden dividir, sino visibilizar las contradicciones de un sistema que se autoproclama libre mientras encarcela la disidencia.
El legado del activismo estudiantil
Desde los movimientos contra la guerra de Vietnam hasta el activismo por el desarme nuclear, pasando por Black Lives Matter y las protestas contra el cambio climático, el estudiantado ha sido una fuerza movilizadora de la conciencia pública. La historia demuestra que intentar silenciar esa voz solo ha generado un efecto contrario: el despertar de una nueva generación, más crítica y determinada.
Mahdawi está libre por ahora, pero su caso sigue siendo apelado por el gobierno. Encierra una lección urgente: una democracia que encarcela manifestantes ha dejado de ser tal. Y una academia que colabora con esa represión ha perdido su alma.
En palabras del propio Mohsen Mahdawi: “Entre la luz y la oscuridad, entre tener derechos o carecer completamente de ellos, decidí no ceder. Porque la justicia aún es posible.”
Fuentes utilizadas
- Entrevistas con Mohsen Mahdawi, ACLU Vermont - mayo 2025.
- Declaraciones de Claire Shipman, presidenta interina de Columbia University.
- Documentos judiciales del caso de inmigración contra Mahdawi.
- Informe sobre casos similares de represión estudiantil - Human Rights Watch y NYCLU.