El regreso del sarampión en EE.UU.: entre comunidades sin vacunar y retos para la salud pública

Pese a haber sido eliminado en el 2000, el sarampión rebrotó en Estados Unidos con más de 1,000 casos activos en 2025, impulsado por bajas tasas de vacunación y brotes regionales

Estados Unidos se enfrenta a un resurgimiento alarmante del sarampión, una enfermedad viral que, hasta hace poco, muchos consideraban solo un vestigio del pasado. Desde inicios de 2025, más de 1,000 casos han sido confirmados en todo el país, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), siendo Texas el epicentro del brote con 709 casos. Este repunte plantea interrogantes urgentes sobre las tasas de vacunación, la propagación comunitaria y el futuro del control de enfermedades prevenibles por vacunas.

Un retroceso epidemiológico que parecía impensable

El sarampión fue declarado eliminado en Estados Unidos en el año 2000. Esta hazaña fue posible gracias a un sólido sistema de vacunación con altas tasas de inmunización. Pero esa victoria está hoy en jaque. En 2025, el país ve cómo la enfermedad resurgen en comunidades con baja cobertura vacunal, generando preocupación global.

El Dr. Peter Hotez, médico pediatra e investigador de enfermedades infecciosas en Texas, advirtió en marzo: “Este es el mayor brote de sarampión que hemos visto en más de una década. Las comunidades que rechazan las vacunas están en riesgo crítico.”

Texas: foco nacional de preocupación

En el centro del brote se encuentra Texas, particularmente en el condado de Gaines, donde una comunidad menonita poco vacunada ha registrado más de 400 casos desde enero, afectando al 1.7% de los residentes. Esta población de apenas 22,892 habitantes ahora encabeza los titulares de salud pública debido a la rápida propagación.

Lo trágico no se ha hecho esperar: dos niños de primaria no vacunados han fallecido por complicaciones del sarampión en Texas. Uno de ellos, de 8 años, no tenía afecciones subyacentes y murió de fallo pulmonar por sarampión, según el Secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr. El otro tenía 6 años y tampoco tenía condiciones preexistentes.

Las autoridades texanas contabilizan también más de 90 hospitalizaciones. Aunque actualmente solo el 1% de los casos están activos, las secuelas —hospitalarias, sociales y argumentativas sobre la vacunación— son hondas.

Más allá de Texas: expansión regional

El brote ha superado los límites estatales, afectando a Nuevo México (71 casos), Oklahoma (14 confirmados y 3 probables) y Kansas (48 casos). De hecho, se confirma que el virus ha llegado desde Texas, lo que muestra una clara propagación interestatal.

En Nuevo México, donde las cifras son más moderadas, ya se contabiliza una muerte: un adulto no vacunado que ni siquiera buscó atención médica. Lea County, fronteriza con Texas, aglutina la mayoría de los casos.

Cobertura nacional: un mapa creciente

Además de los estados del suroeste, el sarampión se ha detectado en lo que los CDC catalogan como “brotes activos” (3 o más casos relacionados) en:

  • Montana: 8 casos, el primer brote en 35 años.
  • Michigan: 9 casos, algunos vinculados a un brote en Ontario, Canadá.
  • Indiana: 8 casos en el condado de Allen.
  • Pensilvania: 15 casos, incluidos 8 en Erie County.
  • Ohio: 34 casos, dos brotes principales en Ashtabula y Knox.
  • Tennessee: 6 casos, con al menos tres relacionados entre sí.
  • North Dakota: 9 casos, todos en el condado de Williams.

Otros estados como Alaska, California, Florida, Nueva York u Illinois también han reportado casos individuales, la mayoría de ellos asociados con viajes internacionales.

¿Por qué está resurgiendo esta enfermedad?

El sarampión es extremadamente contagioso: basta con respirar en el mismo espacio cerrado de una persona infectada para correr riesgo. Las tasas de vacunación, históricamente altas en EE.UU., han disminuido drásticamente desde la pandemia. Muchos padres optan por no vacunar a sus hijos por razones religiosas o de “conciencia personal”.

De hecho, los CDC sostienen que para tener inmunidad comunitaria real, al menos el 95% de los niños deben estar vacunados. En muchas de las comunidades afectadas, ese umbral ni siquiera roza el 70%.

¿Qué tan efectiva es la vacuna triple viral (MMR)?

La vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) es segura y altamente efectiva:

  • 1a dosis (a los 12-15 meses): 93% de efectividad.
  • 2a dosis (a los 4-6 años): 97% de efectividad.

Las personas vacunadas antes de 1968 con vacunas de “virus muerto” deberían revacunarse, según los CDC. También recomiendan que los adultos preocupados por su nivel de inmunidad reciban una dosis adicional, si lo desean.

Síntomas y complicaciones del sarampión

El sarampión comienza afectando el tracto respiratorio y, luego, se disemina por todo el cuerpo. Los síntomas incluyen:

  • Fiebre intensa (puede superar los 40 °C)
  • Congestión nasal y tos seca
  • Ojos rojos, llorosos e irritados
  • Erupción roja plana que se inicia en el rostro y se extiende

Si bien la mayoría de los niños superan la enfermedad, puede causar:

  • Neumonía
  • Ceguera
  • Encefalitis (hinchazón cerebral)
  • Muerte

No hay tratamiento específico para el sarampión

El enfoque clínico ante el sarampión es sintomático. Se administran líquidos, control de fiebre con antipiréticos y, en casos graves, hospitalización para evitar complicaciones.

Los antibióticos solo se utilizan si hay infecciones secundarias, y la vitamina A puede ofrecer alguna protección para prevenir secuelas graves, especialmente en niños.

Una mirada continental: brotes simultáneos en Norteamérica

El repunte del sarampión en EE.UU. también encuentra su reflejo en otros países:

  • Ontario, Canadá: más de 1,440 casos desde octubre, con 197 nuevos en una sola semana.
  • Chihuahua, México: 1,041 casos y una muerte hasta la fecha.

Lo más alarmante: los tres brotes comparten la misma cepa viral, lo que sugiere circulación regional activa y sin contener.

¿Qué dice esto sobre la vacunación en EE.UU.?

En 2019, durante un brote similar, Estados Unidos estuvo a punto de perder su estatus de país libre de sarampión, al registrar 1,274 casos. Ahora, superada esa cifra, la preocupación es real:

“Una vez que se permite que una enfermedad prevenible por vacuna circule de nuevo, contenerla es mucho más complicado que prevenirla desde el principio”, advirtió la Dra. Rochelle Walensky, ex directora de los CDC.

La respuesta institucional debe ser firme: campañas de información, fortalecimiento de los equipos de rastreo epidemiológico, y sobre todo, un llamado urgente al retorno de la confianza en las vacunas.

Las vacunas son el instrumento más seguro y efectivo que ha tenido la medicina moderna para evitar epidemias fatales. El sarampión no esperará más. En manos de la sociedad está detener esta peligrosa regresión.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press