Mason Taylor y el legado compartido: sangre de Hall of Fame y sueños nuevos en los Jets

El hijo de Jason Taylor inicia su carrera en la NFL decidido a escribir su propia historia con los New York Jets

Una nueva generación toma el relevo

Con apenas 21 años y tras una destacada trayectoria universitaria en LSU, Mason Taylor ha llegado a la NFL con un apellido que pesa, pero con la determinación de darlo todo para que su nombre brille con luz propia. Hijo del legendario Jason Taylor, miembro del Salón de la Fama y exjugador de los Miami Dolphins, el joven tight end inicia su primer campamento de novatos con los New York Jets, el equipo con el que precisamente su padre terminó su carrera en 2010.

Hay grandes expectativas, claro, por el apellido”, admite Mason. “Pero me encanta. Somos una familia”. Y es que incluso antes de ser profesional, ya llevaba a los Jets en su corazón. Circulan en redes sociales fotos de Mason a los 6 años con un mohawk verde y un jersey de los Jets, asistiendo a partidos, soñando con estar en ese mismo campo algún día.

Herencia de élite: Jason Taylor y Zach Thomas

La sombra paterna no es la única que lo acompaña. Su tío materno es nada menos que Zach Thomas, otro miembro del Salón de la Fama que jugó junto a Jason Taylor en los Dolphins. Ambas leyendas forman parte del grupo selecto de defensores que marcaron época en la NFL, y su influencia ha sido enorme para Mason:

Quiero ser como ellos”, dice. “No me molesta que digan que estoy en su sombra. ¡Yo me modelo sobre ellos!”.

Es parte de un linaje único en la NFL moderna. Jason Taylor acumuló 139.5 capturas en su carrera, lo que lo ubica en el top 10 histórico, mientras que Zach Thomas registró más de 1,700 tacleadas en su trayectoria, siendo siete veces All-Pro. Mason, sin embargo, presenta un perfil diferente: una amenaza ofensiva desde la posición de tight end.

El paso por LSU: productividad y crecimiento

Durante su estancia en LSU, Taylor fue un modelo de consistencia y explosividad. En tres temporadas, logró:

  • 129 recepciones
  • 1,308 yardas
  • 6 touchdowns

Estos números lo convirtieron en uno de los tight ends más prolíficos en la historia de LSU y uno de los mejores del país. Tuvo su momento estelar en la victoria contra Alabama en 2022, cuando atrapó el pase de conversión de dos puntos que sentenció el partido, demostrando que los grandes momentos no le quedan grandes.

Nueva vida en la NFL: los Jets y su ofensiva renovada

Seleccionado en la segunda ronda del Draft 2025 por los New York Jets, Taylor llega a un equipo con sed de playoffs y reconstrucción ofensiva. Será parte de un cuerpo de tight ends donde también figuran Jeremy Ruckert, Zack Kuntz, Neal Johnson y Stone Smartt, pero Taylor podría tener impacto inmediato como novato.

La ofensiva que ahora lidera el recién llegado quarterback Justin Fields está llamada a ser más dinámica, y un elemento clave será tener un tight end versátil como Mason, que pueda bloquear, pero sobre todo abrir el campo en rutas intermedias y verticales.

Quiero mostrarles que puedo aportar desde ya —en el campo, en las reuniones, en el gimnasio—”, expresó el jugador. “Los entrenadores me dieron esta oportunidad porque creen en mí, y eso me motiva a corresponderles”.

Consejos de papá: sabiduría de un Hall of Famer

Si bien tiene el talento, también tiene una ventaja que pocos rookies tienen: la guía cercana de un padre que fue uno de los mejores en su posición. Jason Taylor, emocionado hasta las lágrimas tras la elección de su hijo, le envió este mensaje la noche anterior a su primer día de minicampamento:

“Solo mantente donde están tus pies. Un día a la vez.”

Ese mantra, Mason lo adopta como filosofía propia. “Un entrenamiento a la vez. Un jugada a la vez”, comenta.

Es así como planea ganarse la confianza de compañeros y técnicos. En una liga tan competitiva como la NFL, ese enfoque pie-a-tierra puede ser su mejor arma.

¿El futuro Travis Kelce?

En la NFL actual, los tight ends son piezas ofensivas fundamentales. Desde Travis Kelce en Kansas City hasta George Kittle en San Francisco, los mejores equipos tienen estrellas en esa posición. ¿Puede Mason Taylor ser parte de esa generación?

Su físico (1.96 m de altura y 113 kg), su capacidad atlética y su inteligencia táctica lo ponen en la conversación, aunque deberá traducir su potencial en producción profesional real. El reto está en sus manos... y en sus rutas.

Un ciclo que se cierra, una historia que empieza

La NFL ha visto antes hijos de leyendas intentarlo: desde Chris Long (hijo de Howie Long) a Christian McCaffrey (hijo de Ed McCaffrey), pasando por Peyton y Eli Manning. Mason Taylor sigue esa línea familiar, pero con la intención —y el talento— de hacer su propio legado.

En la temporada que se avecina, cada jugada, cada bloqueo, cada recepción en zona roja será parte de una historia que va más allá del apellido. Mason Taylor quiere ser recordado como algo más que 'el hijo de Jason'.

Y si todo va bien, quizá algún día, otro niño con un mohawk verde pida una camiseta con el número 46 —pero esta vez, con el apellido Taylor en la espalda, no por nostalgia, sino por inspiración.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press