¿Una invasión justifica suspender la Constitución? El habeas corpus en la cuerda floja

Una mirada crítica a los intentos de la administración Trump por restringir derechos constitucionales en nombre de la 'seguridad nacional'

El poder constitucional en disputa: ¿puede el presidente suspender el habeas corpus?

En una declaración que ha levantado alarmas en el ámbito legal y de derechos humanos, Stephen Miller, sub jefe de gabinete de la Casa Blanca, afirmó que el presidente Donald Trump está considerando la suspensión del habeas corpus como parte de su plan para deportar más rápidamente a los migrantes indocumentados en Estados Unidos. Esta afirmación no sólo revela una orientación autoritaria de la administración, sino que también reabre un debate histórico sobre los límites del poder ejecutivo frente a la Constitución.

¿Qué es el habeas corpus y por qué es tan fundamental?

Habeas corpus es una locución en latín que significa literalmente "que tengas el cuerpo". Se refiere a un principio legal por el cual toda persona arrestada tiene derecho a comparecer ante un juez y cuestionar la legalidad de su detención.

Este derecho es tan antiguo como el derecho anglosajón, y fue formalizado por el Parlamento británico con la Ley de Habeas Corpus de 1679. En los Estados Unidos, está protegido por la Cláusula de Suspensión en la Constitución (Artículo I, Sección 9, Cláusula 2), la cual establece que “no se suspenderá el privilegio del habeas corpus, salvo cuando en casos de rebelión o invasión la seguridad pública lo requiera”.

Precedentes históricos: ¿cuándo se ha suspendido realmente?

La historia del país registra muy contadas y específicas suspensiones del habeas corpus, todas ellas en contextos de emergencia nacional:

  • Abraham Lincoln lo suspendió durante la Guerra Civil en 1861 para detener a simpatizantes confederados sin el debido proceso. Aunque cuestionado por la Corte Suprema —particularmente por el juez Roger Taney—, el Congreso lo autorizó posteriormente en 1863.
  • Ulysses S. Grant supervisó una suspensión parcial en Carolina del Sur en 1871 para combatir al Ku Klux Klan bajo el Acta de Derechos Civiles de 1871.
  • En 1905, en Filipinas, entonces bajo dominio estadounidense, se suspendió por temor a una insurrección local.
  • Y tras el ataque a Pearl Harbor en 1941, se impuso la ley marcial en Hawái, incluyendo la suspensión del habeas corpus.

Más allá de estos ejemplos, ni siquiera durante los atentados del 11 de septiembre de 2001 se tomó esta medida.

¿Qué justifica una suspensión? ¿Es esto realmente una invasión?

Stephen Miller argumentó que la llegada masiva de migrantes constituye una “invasión”, una palabra que el propio Trump ha usado en múltiples discursos. Pero, ¿realmente se puede comparar una crisis migratoria con una invasión militar?

Legalmente, la interpretación de “invasión” ha sido estrictamente contemplada en el contexto de agresiones extranjeras armadas. De acuerdo con el Legal Information Institute de la Universidad Cornell, usar esta justificación para aplicar poderes de guerra en contra de migrantes es una distorsión del espíritu de la Constitución.

El juez William Young de Massachusetts escribió en 2023: "El aumento de solicitudes de asilo no convierte nuestras fronteras en campos de batalla; el derecho internacional y nacional establece procedimientos claros que no pueden ser eliminados bajo pretextos".

La Carta de Derechos y los migrantes

Uno de los mayores puntos de fricción en esta discusión es si los migrantes indocumentados tienen derecho a habeas corpus. La Corte Suprema ha dejado en claro que ciertos derechos constitucionales aplican a toda “persona”, no exclusivamente a ciudadanos. En el caso Zadvydas v. Davis (2001), se dictaminó que incluso los inmigrantes con orden de deportación tienen derecho a no ser detenidos indefinidamente sin una revisión judicial.

¿Puede Trump hacerlo por sí solo?

No exactamente. Según la interpretación mayoritaria entre expertos constitucionales, sólo el Congreso tiene autoridad para suspender el habeas corpus. Amy Coney Barrett, antes de ser jueza de la Corte Suprema, escribió: "La cláusula de suspensión no especifica qué rama tiene el poder de suspender el habeas corpus, pero existe consenso que se trata de una prerrogativa legislativa".

Con una Cámara de Representantes y un Senado apenas controlados por el Partido Republicano, y con amplias divisiones internas, es poco probable que este Congreso apruebe dicha medida sin desencadenar una rebelión política interna.

Los intentos de Trump por ampliar su poder migratorio

Este no es el único intento de Trump por utilizar leyes extraordinarias contra inmigrantes. Ya ha tratado de invocar el Alien Enemies Act de 1798, diseñado originalmente para tiempos de guerra, en contra de migrantes venezolanos. En marzo, deportó a presuntos miembros del grupo criminal Tren de Aragua hacia una prisión especial en El Salvador.

Varias cortes federales bloquearon rápidamente estas medidas, señalando la ausencia de pruebas suficientes de que estas personas representaran una amenaza directa.

Desde Nueva York hasta Colorado y Texas, los jueces han demostrado escepticismo judicial frente a esta retórica de “invasión”. En palabras del profesor de derecho constitucional Erwin Chemerinsky: “La Constitución no confiere al presidente el poder de rediseñarla según su agenda migratoria.”

¿Qué implicaciones tendría una suspensión del habeas corpus?

La suspensión abriría la puerta a detenciones indefinidas sin derecho a revisión judicial. Miles de personas podrían quedar atrapadas en un limbo legal, sin acceso a cortes, abogados o el sistema de amparo legal básico que protege contra abusos del Estado.

Desde organizaciones defensoras de los derechos humanos como ACLU hasta expertos internacionales han alertado que esto sentaría un precedente peligroso que erosionaría los cimientos del estado de derecho en EE. UU., afectando a ciudadanos y no ciudadanos por igual. En palabras de la organización Human Rights Watch: "Suspender el habeas corpus es propio de regímenes autoritarios, no de democracias constitucionales".

¿Una medida electoral?

Varios analistas políticos coinciden en que la propuesta de suspender el habeas corpus no es sostenible en el terreno legal, pero sí puede tener un objetivo estratégico: asentar una narrativa de dureza frente a la inmigración en pleno año electoral. Con los comicios presidenciales a la vuelta de la esquina, Trump busca reforzar su imagen de defensor de la “ley y el orden”, apelando a su base conservadora.

Pero esta estrategia no está exenta de riesgos. Al polarizar aún más el debate migratorio y al poner en juego derechos fundamentales, podría generar una reacción negativa tanto en el ámbito judicial como en el político, donde algunos republicanos moderados ya han expresado su incomodidad.

Una frontera entre la legalidad y la arbitrariedad

La retórica de Miller y Trump plantea una cuestión inquietante para el futuro del derecho constitucional en Estados Unidos: ¿puede un gobierno manipular la interpretación de términos como “invasión” para justificar la eliminación de salvaguardias legales básicas?

Si se acepta esa lógica, entonces cualquier grupo minoritario, religioso o político podría volverse objetivo de políticas extraordinarias amparadas en contextos excepcionalistas impulsados por el miedo.

Al final, el debate sobre el habeas corpus no es simplemente una disputa legal sobre migración, sino sobre el alma constitucional de los Estados Unidos. El Congreso, los tribunales y la ciudadanía tendrán que decidir si Estados Unidos sigue siendo un país regido por leyes o por impulsos populistas disfrazados de “seguridad nacional”.

Referencias

Este artículo fue redactado con información de Associated Press