¿Demasiado tarde para la redención? Pete Rose y Shoeless Joe Jackson reabren el debate del Salón de la Fama
Con el levantamiento póstumo de su sanción, las leyendas manchadas por apuestas podrían finalmente entrar al templo del béisbol
Pete Rose y Shoeless Joe Jackson han sido nombres polémicos para cualquiera que haya seguido la historia del béisbol estadounidense. Ambos quedaron manchados por su vinculación con escándalos de apuestas y fueron excluidos del Salón de la Fama de manera permanente. Sin embargo, recientemente el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, ha dado un giro inesperado al levantar las sanciones póstumamente. Esto revive una vieja discusión: ¿deberían estos jugadores entrañables pero empañados ser finalmente exaltados como leyendas inmortales del béisbol?
El nuevo enfoque del Comisionado Manfred
El 23 de julio de 2024, Manfred hizo pública su decisión de reinterpretar la "inelegibilidad permanente" al sostener que una persona fallecida ya no representa peligro alguno para la integridad del juego.
"Obviamente, una persona que ya no está con nosotros no puede representar una amenaza real para la integridad del deporte", afirmaba su carta al abogado de Rose, Jeffrey Lenkov. Esta reasignación de criterio afecta no solo a Rose y Jackson, sino también a miembros del escándalo de los Black Sox de 1919 y otros infractores sancionados en décadas anteriores.
Rose: una vida marcada por récords y escándalos
Conocido como "Charlie Hustle", Pete Rose fue, sin discusión, uno de los más grandes bateadores en la historia del béisbol. Su récord de 4,256 hits aún permanece imbatido. Participó en 17 Juegos de Estrellas, fue MVP en 1973, y obtuvo anillos de Serie Mundial con los Cincinnati Reds.
Pero su caída fue brusca: en 1989 aceptó una sanción de por vida tras una investigación que reveló que había apostado en partidos estando aún activo como jugador y manager. Aunque negó inicialmente las acusaciones, más tarde admitió haber apostado en múltiples ocasiones.
Intentó varias veces ser reincorporado —la más notable en 2015— pero sin éxito. Falleció el 30 de septiembre de 2023 a los 83 años. Su caso fue presentado de nuevo en enero de 2024 por su abogado, y acompañado por su hija Fawn Rose. Finalmente, Manfred actuó.
Shoeless Joe Jackson: el talento que nunca desapareció
Jackson fue uno de los bateadores más talentosos de su tiempo. Cerró su carrera con un promedio impresionante de .356 de bateo, cifra que lo convierte en el tercer mejor promedio de todos los tiempos, solo por detrás de Ty Cobb (.366) y Rogers Hornsby (.358).
A pesar de su gran rendimiento en la Serie Mundial de 1919, fue acusado junto a otros siete jugadores de los Chicago White Sox de conspirar para perder intencionalmente ante los Cincinnati Reds, en un episodio conocido como el "Black Sox Scandal". Aunque fue absuelto por un tribunal en 1921, el comisionado Kenesaw Mountain Landis lo suspendió de por vida.
Jackson falleció en 1951, pero su figura ha permanecido en la cultura popular, gracias en parte a su representación por Ray Liotta en la icónica película de béisbol "Field of Dreams".
¿Qué sigue para estos jugadores?
Aunque ya no están en la lista de inelegibles, su ingreso al Salón de la Fama no es automático. Bajo las reglas actuales, ambos deben ser evaluados por el Comité de la Era del Béisbol Clásico, que considera a jugadores cuyas contribuciones ocurrieron antes de 1980. Este comité se reúne cada cinco años y la próxima oportunidad será diciembre de 2027.
La votación es altamente selectiva: sólo 16 miembros integran el comité, que incluye exjugadores, ejecutivos y periodistas, y se requiere un mínimo del 75% de los votos —es decir, al menos 12 sufragios a favor— para lograr el ingreso.
Como referencia histórica, Jackson fue incluido en boletas para ingresar al Salón dos veces en los años treinta, recibiendo un insignificante 0.9% en 1936 y 1% en 1940. Rose fue excluido totalmente del proceso, aunque recibió 243 votos simbólicos entre 1992 y 2006.
¿Merecen una segunda oportunidad?
La discusión no es sencilla. Por un lado, puristas del deporte argumentan que las reglas existen por una razón clara: proteger la integridad del juego. Las apuestas en partido propios, sin importar contexto o motivación, son una línea que ningún jugador debe cruzar.
No obstante, la realpolitik del mundo moderno, donde la MLB ahora acepta patrocinios de casas de apuestas como FanDuel o DraftKings, vuelve la postura institucional un tanto irónica. ¿Cómo se penalizó tan ferozmente a jugadores por algo que ahora forma parte del negocio?
Además, otros jugadores manchados por controversias también han sido considerados. Piénsese en Barry Bonds o Roger Clemens, vinculados al uso de esteroides, quienes han estado en boletas sin ingreso pero generando intenso debate.
¿Y Donald Trump?
Curiosamente, el expresidente Donald Trump ha terciado a favor de Pete Rose reiteradas veces. Incluso expresó voluntad de otorgar un “perdón presidencial” a Rose. Aunque esto no tendría consecuencias directas sobre la MLB, muestra cuán polarizador es aún el tema dentro de la opinión pública.
Trump y Manfred se reunieron en 2024 y si bien no se detallaron públicamente los temas tratados, se presume que Rose fue mencionado como parte de la conversación.
El peso de la memoria y la mitología del béisbol
La MLB siempre ha sido un deporte con especial aprecio por la historia, las estadísticas, y los "números sagrados". En ese contexto, es difícil ignorar que nadie ha conectado más hits que Pete Rose, ni que Joe Jackson era tan elegante con el bate como lo sugiere su apodo “Shoeless Joe”.
¿Es justo que sus errores definan completamente sus legados? ¿O debería aplicarse una visión más completa, matizada, incluso compasiva?
Esto es más que la redención de dos jugadores: es también un debate sobre justicia, memoria y cuánto estamos dispuestos a perdonar en nombre del talento y la historia compartida. El 2027 será decisivo, pero el juicio más importante acaso no sea el del comité, sino el de la historia.
“Pete es uno de los más grandes jugadores en la historia del béisbol, y el país de los Reds continuará celebrándolo como siempre lo han hecho”, dijo Bob Castellini, dueño de los Cincinnati Reds. Y muchos fans no podrían estar más de acuerdo.