Colorado Rockies: El peor inicio en la era moderna del béisbol

Con 36 derrotas en sus primeros 43 juegos, los Rockies hacen historia por razones equivocadas

La temporada 2025 de los Colorado Rockies está dejando una marca imborrable en la historia de las Grandes Ligas —y no precisamente una buena. Con su derrota 8-3 ante los Texas Rangers el miércoles 14 de mayo en Arlington, se convirtieron en el equipo con el peor arranque de temporada en la era moderna del béisbol (desde 1901), acumulando un aterrador récord de 7-36.

Una caída sin frenos: números que explican el desastre

En los primeros 43 juegos, los Rockies no solo han perdido 36 encuentros, sino que también han sido barridos en siete series distintas y todavía no logran una sola victoria bajo el mandato del mánager interino Warren Schaeffer, quien reemplazó a Bud Black apenas el domingo pasado. Este cambio no ha revertido el rumbo del barco que ya parece irse a pique antes de llegar siquiera a mitad de temporada.

Antonio Senzatela, uno de los abridores más utilizados por Colorado, representa una figura dramática de este colapso. Con un récord de 1-7 y una efectividad vergonzosa, lidera la liga en derrotas y sus rivales le batean para .381, números que en cualquier otro equipo con aspiraciones lo mandarían al bullpen o a ligas menores.

Texas Rangers: se aprovechan del momento

Por el contrario, los Rangers de Texas parecen despertar con fuerza. Con esta victoria, alcanzaron su quinta consecutiva (su mejor racha de la temporada) y su récord ahora está en 23-21. Patrick Corbin fue el protagonista en la loma, acumulando nueve ponches —seis de ellos consecutivos— en seis sólidas entradas para su tercera victoria del año.

Los bates de Wyatt Langford y Adolis García se sumaron a la fiesta con sendos cuadrangulares de dos carreras, mientras que Josh Jung, Evan Carter y Jake Burger también contribuyeron con carreras impulsadas para aprovechar cada error de los Rockies.

¿Cómo llegamos hasta aquí? El declive estructural de una franquicia

Para muchos fanáticos y analistas, lo de los Rockies no es simplemente una racha de mala suerte: es el resultado de una acumulación de malas decisiones a nivel gerencial y deportivo.

  • Desarrollo deficiente de talento: Durante años, Colorado ha sido incapaz de desarrollar consistentemente talento joven desde sus ligas menores. ¿Cuántos lanzadores de calidad han surgido del sistema en la última década?
  • Contratos dudosos: La gerencia ha entregado contratos multimillonarios a jugadores sin éxitos comprobados o que no se adaptaron al Coors Field.
  • Falta de identidad: A diferencia de otras franquicias en reconstrucción, Colorado parece carecer de una visión clara. ¿Están reconstruyendo? ¿Compitiendo? ¿Experimentando?

En palabras del exjugador y ahora analista de ESPN, Mark Teixeira: “Este es un equipo que necesita hacer borrón y cuenta nueva desde las oficinas hasta el terreno. No hay cultura ganadora” (ESPN Baseball Tonight, 2025).

Comparaciones históricas: ¿quiénes estuvieron cerca?

Antes de 2025, los peores arranques de temporada en la era moderna habían sido los siguientes:

  • Detroit Tigers (2003): 3-25 en sus primeros 28 juegos, terminaron con récord de 43-119.
  • Baltimore Orioles (1988): Arrancaron con 21 derrotas consecutivas, aunque luego mejoraron lo suficiente como para no ser últimos.
  • Philadelphia Phillies (1942): Comenzaron 6-37 pero terminaron con un inusual repunte al final.

Sin embargo, ningún equipo había comenzado una temporada con récord de 7-36, convirtiendo a los Rockies en el peor inicio de los últimos 124 años.

¿Un nuevo ciclo bajo Warren Schaeffer?

Tras despedir a Bud Black, quien había estado al mando desde 2017 (récord total de 414-556), Schaeffer fue promovido del cuerpo técnico. Pero su debut no ha mostrado señales de cambio: tres juegos, tres derrotas, 22 carreras permitidas y apenas ocho anotadas.

Se desconoce si Schaeffer tendrá el respaldo de la gerencia para dar un giro o si simplemente será un puente hacia la reconstrucción total, como ha ocurrido en otros casos —piénsese en Ron Gardenhire con los Tigers o David Bell en los peores años de los Reds.

¿Y los fanáticos?

A pesar de los resultados, los Rockies aún atraen a una base fiel de aficionados al Coors Field, uno de los puestos más altos en asistencia relativa, aunque esta ya comienzan a mermar. La frustración es palpable, con medios locales como The Denver Post titulando: “Sin rumbo y sin alma”.

En foro y redes sociales, aficionados expresan su desconcierto. Un usuario de Reddit escribía recientemente: “Es difícil ser hincha de este equipo. No solo perdemos, es cómo lo hacemos: sin corazón, sin plan, sin mejora alguna”.

¿Es rescatable esta temporada?

Matemáticamente, sí. Deportivamente, no. Para calificar al comodín en MLB se suele requerir alrededor de 85-88 victorias. Los Rockies necesitarían ganar más de 75 de sus próximos 119 juegos —más del 63% de efectividad— algo no logrado en ninguna temporada desde 2009.

Desde ya, se habla de movimientos posibles durante la fecha límite de traspasos (Trade Deadline). Veteranos como Ryan McMahon, Kris Bryant o Elias Díaz podrían cambiar de equipo si ofrecen algo de valor a cambio.

¿Qué sigue para Colorado?

Su próximo duelo será frente a los Diamondbacks de Arizona, donde enfrentarán al fuego joven de una franquicia en plena reconstrucción positiva. Con Antonio Senzatela aún proyectado como abridor, la interrogante es si Schaeffer hará cambios o insistirá en buscar una reacción desde el mismo grupo.

También se anticipa la llegada de prospectos como Zac Veen, Drew Romo o Yanquiel Fernandez, quienes podrían inyectar algo de energía y, al menos, esperanza.

El futuro: ¿esperanza o resignación?

No hay soluciones mágicas. El béisbol requiere tiempo, paciencia y, sobre todo, un proyecto coherente. Equipos como Baltimore, Cincinnati o Arizona han demostrado que una reconstrucción profunda y dolorosa puede rendir frutos, pero para eso primero se necesita reconocer los errores.

Por ahora, los Rockies están en los libros de historia. Pero por las razones equivocadas. Y cada día que pasa sin una visión de futuro clara es un paso más hacia el olvido competitivo.

Colorado no necesita simplemente ganar partidos. Necesita recuperar una identidad, una cultura y la fe de su ciudad.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press