El renacer inesperado de Julian Strawther y los Nuggets en una épica postemporada de la NBA

Una actuación brillante del joven escolta ayuda a Denver a igualar la serie contra Oklahoma City y forzar un impredecible Juego 7

Un héroe inesperado en Denver

En el mundo del deporte, hay noches en las que los grandes protagonistas no son las superestrellas habituales, sino aquellos que han esperado pacientemente su momento desde el banquillo. Ese fue el caso de Julian Strawther en el Juego 6 de las semifinales de la Conferencia Oeste de la NBA.

En un partido de vida o muerte para los Denver Nuggets, Strawther aprovechó cada minuto y firmó una actuación que quedará grabada en la memoria de los fanáticos. El joven escolta, en apenas su segundo año en la liga y sin grandes minutos en los juegos anteriores, saltó desde la banca para anotar 15 puntos en la segunda mitad, todos en momentos claves para que los Nuggets derrotaran 119-107 al Oklahoma City Thunder y forzaran un decisivo Juego 7.

El partido: intensidad y drama en cada jugada

La tensión se palpaba en el Ball Arena de Denver desde el inicio. Sabían que no había margen de error. Jamal Murray, pese a estar enfermo, jugó como si no hubiera mañana. Sumó 25 puntos, incluidos algunos triples determinantes. Por su parte, el MVP de las Finales 2023, Nikola Jokic, volvió a ser el motor del equipo con 29 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias.

Pero fue Strawther quien dio el golpe anímico que necesitaba Denver. En palabras del propio Jokic: “(Julian) fue increíble. Tuvo los puntos más importantes del partido.”

Una actuación que vino hasta con un diente de menos

En una acción del último cuarto, el joven guardia sufrió un contacto que le hizo perder su diente postizo. La escena, surrealista, lo mostró pidiendo detener el juego mientras su prótesis volaba por el aire. Un asistente del equipo logró recogerla —con una toalla— y devolverla al banquillo. Eso no lo detuvo. Strawther volvió a la cancha y siguió aportando en ambos lados del tablero.

Ese es el tipo de momentos con los que sueñas desde que eres niño. Mis compañeros confiaron en mí, me encontraron en mis posiciones y pude impactar el partido”, explicó tras el juego, ya con el diente de vuelta en su lugar. Como dato curioso, explicó que de niño perdió un diente de leche y su reemplazo dental nunca salió. Ahora, ese detalle se ha convertido en anécdota épica.

Un banco cuestionado, pero que respondió

Uno de los elementos claves en esta serie ha sido la profundidad de los equipos. El Thunder ha tenido mejores números desde la banca, con un promedio de 34-22 sobre los primeros cinco encuentros. Pero en el Juego 6, el banquillo de Denver respondió con contundencia.

  • Julian Strawther: 15 puntos, 3/4 en triples
  • Christian Braun: 23 puntos, su mejor marca en playoffs
  • Russell Westbrook: 8 puntos
  • Peyton Watson: 4 puntos

La diferencia estadística fue pequeña (32-27 en favor de los suplentes de Oklahoma), pero el impacto emocional fue enorme. Como aseguró Aaron Gordon: “Julian fue enorme esta noche. No creo que ellos lo hubieran tenido en sus planes.”

¿Y ahora qué? Un Juego 7 que lo define todo

La serie está igualada 3-3 y hay mucho en juego. El equipo ganador tendrá que enfrentar a Minnesota en las Finales del Oeste, tras el contundente pase de los Timberwolves sobre Golden State por 4-1.

Los Thunder, líderes de la temporada con 68 victorias (54 por dobles dígitos), contarán con la localía en el partido decisivo gracias a su imparable rendimiento en casa. Este será su primer Juego 7 desde las épicas finales de conferencia de 2016, cuando fueron derrotados por los Warriors liderados por Stephen Curry.

Por su parte, los Nuggets afrontan su sexto Juego 7 en la era Jokic. Ya demostraron en la serie anterior ante los Clippers que pueden rendir bajo presión. Jokic lo explicó así:

“Probablemente la clave será la defensa. Ellos atacan mucho los rebotes ofensivos. También el control del balón. Y seguro intentarán correr porque tienen piernas jóvenes.”

Un equipo remendado, pero con corazón

Denver no ha tenido el camino más cómodo. Su entrenador principal y su gerente general fueron despedidos antes de los playoffs. Algunos jugadores clave como Michael Porter Jr. han jugado lesionados. Aaron Gordon terminó el Juego 6 tocándose el tendón de la corva, pero afirmó que estará listo para el domingo.

Michael Porter Jr., lidiando con una lesión en el hombro izquierdo, explicó cómo ha cambiado su preparación diaria: “He tenido que recibir inyecciones de lidocaína (...) No me siento tan seguro con mi tiro, pero sigo espaciando la cancha y tirando cuando tengo la oportunidad.”

El cuerpo técnico y los jugadores han tenido que adaptarse. David Adelman, coach interino desde el despido de Michael Malone, ha elogiado la actitud de sus pupilos:

“Los chicos estaban más felices por tener libre el viernes que por el Juego 7. Ha sido agotador. Jugamos cada dos días desde el 29 de abril.”

Thunder: un cambio generacional en busca de gloria

Enfrente, Oklahoma City representa un renacimiento liderado por juventud. Con Shai Gilgeous-Alexander como figura (32 puntos en el Juego 6), y jóvenes como Jalen Williams (aunque este último tuvo una noche difícil con 3 de 16 en tiros), han revolucionado el oeste con un estilo rápido, agresivo y muy físico.

El técnico Mark Daigneault, uno de los más destacados de la temporada, aseguró tras la derrota:

“Crédito a Denver. Ellos golpearon esta noche. Así ha sido esta serie: intercambio de golpes. Lo importante es volver a levantarse.”

Todo o nada: claves del Juego 7

Estas son las áreas clave a seguir en el partido del domingo:

  • Ritmo de juego: ¿podrá Denver ralentizar el ritmo que propone OKC?
  • Lesiones: ¿estarán listos Gordon y Porter para dar el 100%?
  • Banca: ¿seguirá el impacto de jugadores como Strawther o Braun?
  • Rebotes ofensivos: una de las fortalezas de OKC. Denver debe contener esa arma.
  • Triple: clave en ambos esquemas. Quien logre mejor efectividad desde la línea de 3 tiene ventaja.

Y, quizás aún más importante: el factor emocional. El Juego 7 no siempre lo gana el más talentoso, sino el que resiste la presión.

Como dijo Shai Gilgeous-Alexander: “Es ahora o nunca. Es el sueño o el final. Así que dejas todo en la cancha y aceptas el resultado.”

Una cosa es segura: uno de estos equipos se despedirá de su sueño este domingo. El otro estará a cuatro victorias de alcanzar las Finales de la NBA. En los playoffs, cada jugada cuenta. Cada esfuerzo suma. Y hasta un diente perdido puede convertirse en símbolo de sacrificio y gloria.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press