Eurovisión 2025: espectáculo, controversia y un sauna sueco cantando por Europa

Análisis del evento musical más extravagante del continente: entre lentejuelas, política y cantos multilingües

El festival que desata pasiones

El Festival de la Canción de Eurovisión 2025 ha vuelto a encender los focos del espectáculo europeo con su mezcla única de pop extravagante, rivalidades políticas encubiertas y unidad cultural heterogénea. Celebrado este año en la ciudad suiza de Basilea, la 69ª edición de Eurovisión ha sido, como siempre, una gala cargada de emoción, sorpresas —y algunas tensiones.

Desde sus inicios en 1956, Eurovisión ha sido mucho más que un concurso musical. Es una ventana a la identidad europea en constante transformación: desde la posguerra hasta la integración continental, desde el kitsch hasta el comentario político. En palabras de Dean Vuletic, historiador experto en Eurovisión: “Es el evento cultural más importante de Europa”.

Una final de infarto: los protagonistas

Este año, 26 países compiten en la gran final, tras unas semifinales celebradas el martes y jueves anteriores. Entre los finalistas destacan desde el exuberante grupo sueco KAJ, que lidera las apuestas con “Bara Bada Bastu”, hasta el conmovedor baladista holandés Claude con “C'est La Vie”, y el contratenor austriaco llamado simplemente JJ con una fusión pop-ópera llamada “Wasted Love”.

Además, España aporta una potente diva llamada Melody, cuya actuación repleta de dramatismo busca recuperar la gloria perdida del país en el certamen, mientras que Ucrania regresa con fuerza a pesar del conflicto que azota su territorio, representada por la banda progresiva Ziferblat.

¿Qué hace única a la música de Eurovisión?

Eurovisión ha sido históricamente asociado con el europop de letras absurdas, trajes llamativos y puestas en escena imposibles. Temas como “La, La, La” (España, 1968) o “Boom Bang-a-Bang” (UK, 1969) se convirtieron en clásicos por su simpleza contagiosa.

Pero el festival también ha lanzado al estrellato a figuras como ABBA (Suecia, 1974), Céline Dion (Suiza, 1988), y más recientemente a Måneskin (Italia, 2021). Con el paso de los años, las propuestas han ido ganando profundidad y diversidad estilística. Este año, por ejemplo, el certamen cuenta con canciones en 20 idiomas, convirtiéndolo en el más multilingüe de la historia del concurso.

Como bien apunta Vuletic: “Los espectadores actuales quieren más autenticidad. Ya no les basta con canciones pop en inglés: quieren ver algo que refleje la cultura del país que representa la canción.”

Los protagonistas que desafían lo convencional

  • KAJ (Suecia): Con una oda a las saunas suecas, “Bara Bada Bastu” mezcla humor, trajes de baño, y salchichas cocinadas en escena. El grupo se ha convertido en el favorito de las casas de apuestas.
  • Tommy Cash (Estonia): Su canción “Espresso Macchiato” caricaturiza —con cariño— los estereotipos italianos. Una combinación de sátira teatral y ritmo contagioso.
  • Miriana Conte (Malta): Su tema “Serving”, de alto doble sentido, se presenta en un escenario con una bola de discoteca y unos labios gigantes. Eurovisión en estado puro.

¿Cómo se elige al ganador?

Una vez finalizadas todas las presentaciones, el sistema de votación entra en acción: una combinación de votos telefónicos y en línea del público, junto con clasificaciones de jurados nacionales formados por expertos de la industria.

Los espectadores no pueden votar por su propio país, algo que ayuda a atenuar —aunque no eliminar— las tensiones regionales. Además, desde 2023 se incluye el voto del llamado “Resto del Mundo”, que agrega una dimensión verdaderamente global a la competencia.

El momento de la votación es ampliamente considerado el pico de tensión del evento. Como bromean los fanáticos, recibir “nul points” (cero puntos) puede significar una vergüenza nacional. Justamente lo que ningún país quiere ver en la tabla de clasificaciones.

Política entre notas musicales

Si bien el lema oficial de Eurovisión 2025 es “Unidos por la música”, el evento raramente ha sido ajeno a la política. Tras la invasión rusa a Ucrania, Rusia fue excluida del certamen desde 2022. Desde entonces, la participación ucraniana ha asumido un nuevo matiz simbólico.

Este año, la controversia se centró en Israel y su presencia en el festival. Decenas de ex participantes, incluyendo al artista suizo Nemo, solicitaron la exclusión del país por su actuación en el conflicto con Hamas. Ambas partes —pro Israel y pro Palestina— realizaron pequeñas protestas en Basilea, aunque menos intensas que en 2023.

Incluso durante los ensayos, el caos político se manifestó: un grupo de manifestantes irrumpió durante la actuación de la representante israelí, Yuval Raphael. Como respuesta, la organización reforzó las medidas de seguridad para la gala final.

¿Y cómo lo veo y voto?

La final se celebra el sábado a las 19:00 GMT (3:00 p.m. EDT). Puede verse a través de los canales nacionales oficiales en Europa, y también por la plataforma Peacock en Estados Unidos y el canal oficial de Eurovisión en YouTube.

Durante y tras la emisión, los usuarios pueden votar por sus favoritos mediante teléfono, mensaje de texto o utilizando la aplicación Eurovision. Quienes vivan fuera del continente —como los espectadores en EE.UU.— pueden votar en línea en www.esc.vote. El voto global cuenta como un país más en el reparto final de puntos.

Eurovisión: espejo de Europa

Lo más fascinante de Eurovisión es cómo refleja, de forma caótica pero colorida, el estado actual de Europa: un continente de culturas vibrantes, identidades múltiples, pasado conflictivo y deseos de unidad. Como escribió alguna vez el autor británico John Oliver: “Eurovisión no tiene sentido, y ese es precisamente su sentido.”

Y es que en ningún otro lugar podrías ver a un crooner armenio al piano, seguido de un show de drag islandés, para luego dar paso a una chica lituana gritando electropunk en un idioma que solo 2.8 millones de personas entienden.

Amado y ridiculizado a partes iguales, Eurovisión sigue siendo una de las celebraciones más genuinas —y genuinamente bizarras— de la cultura europea.

¿Quién ganará? Eso lo decides tú

Mientras las apuestas favorecen a Suecia, Países Bajos o Ucrania, en Eurovisión cualquier cosa puede pasar. Solo necesitas una canción pegajosa, una voz inolvidable... o una puesta en escena que incluya salchichas y vapor.

Y quizás, al final de todo, el verdadero ganador no sea un país ni un artista, sino la posibilidad de que, al menos por una noche colorida, Europa cante unida.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press