Trump, Putin y la guerra en Ucrania: ¿Diplomacia o espectáculo?

Análisis del intento de Donald Trump por liderar un proceso de paz entre Rusia y Ucrania, mientras la guerra sigue cobrando vidas

¿Un giro dramático en la diplomacia internacional?

En medio de la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania, el expresidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a tomar protagonismo internacional al declarar su intención de reunirse directamente con Vladimir Putin. Esto ocurre mientras Ucrania y Rusia se preparan para sus primeras negociaciones formales en tres años, las cuales se llevarán a cabo en Estambul. Aunque el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha aceptado participar, Putin ha optado por no asistir, argumentando (según Trump) que no está interesado en un encuentro mediado.

Estas declaraciones provocaron una ola de reacciones a nivel internacional, especialmente considerando que Trump no ocupa actualmente un cargo oficial, pero sigue teniendo el poder de alterar dinámicas internacionales con una sola frase. ¿Estamos ante un intento genuino de mediación, o frente a un nuevo episodio del 'reality show' político de Trump?

Contexto: Más de tres años de guerra

Desde el estallido de la guerra en febrero de 2021, Ucrania ha enfrentado bombardeos masivos, pérdida de territorios, crisis humanitaria y millones de refugiados. Según datos de Amnistía Internacional y de la ONU, más de 250.000 soldados podrían haber muerto en ambos bandos y alrededor de 16 millones de ucranianos han sido desplazados. La destrucción estimada supera los 400.000 millones de dólares, cifra que continúa creciendo.

La comunidad internacional ha intentado, en repetidas ocasiones, mediar sin resultados concretos. Algunos esfuerzos han incluido rondas de negociación en Minsk, planes de paz sugeridos por China, compromisos de alto el fuego que nunca se respetaron y sanciones económicas masivas dirigidas a Moscú.

Lo que propone Trump

Trump expresó desde Abu Dabi estar dispuesto a dejar su visita al Medio Oriente para reunirse inmediatamente con Putin. Asimismo, enfatizó la urgencia del conflicto declarando: “Cinco mil jóvenes están siendo asesinados cada semana, y tenemos que detenerlo”. Añadió que ninguna solución será posible sin una reunión cara a cara entre él y el líder del Kremlin.

Esta no es la primera vez que Trump expresa su interés en mediar conflictos internacionales sin canal institucional. Durante su gestión presidencial (2016-2020), intentó reuniones históricas con Kim Jong-Un, elaboró un controversial plan de paz para Medio Oriente y presionó directamente a Ucrania durante el escándalo que derivó en su primer impeachment.

Pero su estilo diplomático ha sido considerado poco ortodoxo y a menudo centrado en intereses personales o políticos. Es por eso que muchos expertos dudan de la viabilidad real de sus iniciativas actuales.

Putin fuera de las negociaciones

La negativa de Putin de asistir a las conversaciones de paz en Estambul no ha sorprendido a muchos analistas. Sus últimos movimientos —incluyendo el endurecimiento de la ofensiva en Donetsk y Zaporiyia— indican que prefiere mantener una posición fuerte en el campo de batalla antes que ceder terreno diplomáticamente.

Un encuentro cara a cara con Trump podría, por el contrario, ofrecerle beneficios estratégicos, considerando la postura ambigua del expresidente estadounidense frente a la OTAN y su relación pragmática con líderes autoritarios. Así lo resume la experta en geopolítica Fiona Hill en una entrevista con PBS: “Trump siempre ha visto a Putin no como un adversario, sino como un socio potencial en una gestión personalista del poder global”.

Zelensky: entre la esperanza y la desconfianza

Zelensky ha manifestado estar dispuesto a explorar cualquier vía que permita un cese al fuego, en particular el plan estadounidense que propone una pausa de 30 días en las hostilidades. No obstante, también ha declarado que no se prestará a simulacros de paz que sirvan para que Rusia recomponga su ofensiva.

Ante una eventual reunión entre Putin y Trump, Zelensky podría encontrarse relegado, lo cual debilitaría su liderazgo local e internacional. Hasta ahora ha sido contundente al exigir que cualquier diálogo incluya garantías de soberanía ucraniana, juicio a crímenes de guerra y retiro total de fuerzas rusas del Donbás y Crimea.

La posición de Europa y la OTAN

Mientras tanto, los líderes europeos se reunieron recientemente en Albania para discutir estrategias frente al estancamiento geopolítico. La mayoría coincide en que solo un frente unido —militar, económico y diplomático— puede generar presión real sobre Moscú. Sin embargo, la posibilidad de que Trump se posicione como mediador unilateral genera incomodidad.

En palabras del canciller francés, Jean-Yves Le Drian: “Cualquier proceso de paz debe estar alineado con los principios del derecho internacional, no con los caprichos de ninguna figura política nacional con intereses personales”.

¿Puede Trump realmente resolver la guerra?

Pese a sus declaraciones impactantes, el margen de acción de Trump fuera de la Casa Blanca es más mediático que institucional. No posee actualmente acceso a inteligencia oficial, diplomáticos de carrera ni capacidad de firmar acuerdos vinculantes.

No obstante, sus intervenciones crean narrativas. Logra mover el foco mediático, presionar a actores clave y afectarle al actual presidente, Joe Biden, una zona sensible de su política exterior. Esta es una estrategia ya usada por Trump en el pasado: deslegitimar al gobierno actual mientras proyecta una imagen de 'hombre de acción'.

Cifras que importan

Algunas estadísticas clave que reflejan la gravedad del conflicto:

  • 6.680 ataques con misiles reportados desde 2021 en Ucrania
  • 15.000+ víctimas civiles confirmadas, aunque podrían ser muchas más no documentadas
  • US$ 72.000 millones en ayuda militar enviada por EE.UU. a Ucrania, según el Departamento de Defensa
  • 37 países han sancionado económicamente a Rusia de manera activa

¿Qué futuro augura este movimiento?

Es difícil imaginar que una cumbre improvisada entre Trump y Putin derive en un acuerdo defensible desde el punto de vista legal o moral. Sin embargo, este tipo de movimiento puede marcar el inicio de un nuevo capítulo mediático, que erosione la diplomacia tradicional en favor de acuerdos entre líderes fuertes —lo que algunos analistas definen como autocracia transaccional.

La historia está llena de negociaciones inesperadas que producen resultados imprevisibles. ¿Será esa la intención de Trump? ¿Logrará romper el bloqueo diplomático o simplemente añadirá una capa más de tensión al conflicto más peligroso en Europa desde la Segunda Guerra Mundial?

Sea cual sea el desenlace, la frase de Trump resuena con fuerza: “Tenemos que solucionarlo. Demasiadas personas están muriendo”. Ojalá no quede solo en palabras.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press