El desastre sin freno de los Rockies: La peor temporada en la historia moderna de la MLB

Colorado se hunde con apenas 7 victorias en 44 juegos, y nadie en la franquicia parece tener respuestas

¿Estamos presenciando la peor temporada de todos los tiempos?

Cuando se habla de fracasos históricos en las Grandes Ligas, es imposible no pensar en equipos que terminaron con 100 derrotas o más. Pero lo que está ocurriendo con los Colorado Rockies en 2024 va más allá de una simple mala racha: es un colapso total a niveles nunca antes vistos. Con un récord de 7-37 hasta el momento y apenas dos victorias en 23 juegos como visitantes, Colorado se está acercando peligrosamente a los peores registros de la historia moderna.

Una tormenta perfecta de ineficiencia

Es fácil culpar a las lesiones, a un mal pitcheo o a una ofensiva sin punch, y en el caso de los Rockies, todo eso es cierto. Pero lo que distingue su temporada 2024 es cómo cada aspecto del equipo parece estar fallando al mismo tiempo. Vamos por partes:

  • ERA colectiva de 7.24 en los últimos 10 juegos: El pitcheo ha sido un desastre. Su abridor German Márquez, con un ERA de 8.27, refleja el problema estructural en la rotación.
  • .229 de promedio al bate en ese mismo período: la ofensiva no responde. Su bate más productivo ha sido Ryan McMahon con apenas 11 hits en 33 turnos en 10 juegos.
  • Diferencial de -56 carreras en los últimos 10 encuentros: están siendo vapuleados noche tras noche. No es sólo perder, es ser superado como si fueran un equipo amateur.

Comparativas históricas escalofriantes

De continuar este ritmo, los Rockies podrían desafiar la marca de peor temporada en la era moderna. Aquí algunas referencias:

  • Detroit Tigers, 2003: terminaron con un récord de 43-119 (.265 de porcentaje de victorias). Fueron el peor equipo desde 1962.
  • New York Mets, 1962: cerraron su temporada inaugural con un 40-120, el peor récord en la historia moderna.
  • Philadelphia Athletics, 1916: apenas lograron 36 victorias.

Si los Rockies siguen al ritmo actual (promedian 1 victoria cada 6.2 juegos), terminarían el año con menos de 30 juegos ganados... Una tragedia deportiva sin comparaciones modernas.

¿Dónde está el liderazgo?

Pocos en Denver entenderían realmente quién es la cara de estos Rockies. El manager Bud Black parece haber perdido el control del vestuario, y la gerencia ha hecho pocas movidas para interpretar los desafíos que enfrenta el equipo. No hay figuras con peso ni voces que intenten algo nuevo.

Los rumores sobre una reconstrucción total reaparecen en cada derrota, pero hablar de eso sin tomar responsabilidad es meramente cosmético. El problema es todavía más profundo: una falta de visión directiva y planificación deportiva clara.

El público también huye

En un deporte donde la fidelidad del fan suele ser sobrevalorada, los Rockies están viendo en carne propia cómo el público les da la espalda. Su asistencia promedio en casa ha bajado un 35% respecto al año pasado y las redes sociales del club parecen más desoladas que su propio dugout. El ambiente en el Coors Field es el de un funeral.

Diamonbacks y la otra cara

Para colmo, su más reciente rival, los Arizona Diamondbacks, muestran lo que puede lograrse apostando a un proyecto bien gestionado. Han sido consistentes a pesar de lesiones (como la de Eduardo Rodríguez), y con figuras como Zac Gallen en el montículo y Ketel Marte encendido con el bate, Arizona dejó claro el abismo que hoy los separa de Colorado.

En su serie actual, los D-backs no sólo han dominado, sino humillado a los Rockies, con un contundente 8-0 que acrecenta su crisis. “No hay respuestas en esta cueva”, decía un periodista local tras la derrota.

¿Hay algún punto de esperanza?

La respuesta corta es: no a corto plazo. La lesión eterna de Kris Bryant, quien debería ser la cara del equipo, es símbolo de la apuesta fallida de la gerencia. Su contrato millonario (7 años por $182 millones) ha generado más titulares por ausencias que por logros.

Algunos jóvenes como Jordan Beck, con sus seis cuadrangulares, podrían dar destellos, pero la falta de desarrollo estructurado tiene al sistema de granjas entre los más débiles según Baseball America (clasificados en el puesto 26/30).

¿Qué se puede hacer?

  • Un cambio total en la dirección: Desde el presidente ejecutivo hasta el manager deben irse.
  • Vender a sus piezas valiosas en el mercado de julio, aunque sean pocas.
  • Replantear la filosofía del equipo: Colorado no puede seguir construyendo en torno a poder ofensivo sin pitcheo.
  • Invertir realmente en prospectos y analytics: La vieja escuela ya no funciona, y Colorado parece vivir aún en 2005.

Cambio o vergüenza eterna

Quedan más de 100 juegos por delante, pero salvo un cambio monumental, esta versión de los Rockies será recordada como uno de los peores equipos en la historia del béisbol. Y lo peor de todo: lo parecen aceptar con resignación. Como dice el ex lanzador de los Rockies, Jorge De La Rosa: “No es perder, es cómo estás perdiendo lo que duele”.

Si Colorado no despierta pronto, no sólo marcarán un hito negativo estadístico, sino que dañarán a una afición y una franquicia por generaciones.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press