Las elecciones en Buenos Aires: el ring político entre Milei y Macri que redefine la derecha argentina

La batalla electoral en la capital revela el choque entre las visiones de dos líderes clave de la derecha: el libertario disruptivo Javier Milei y el conservador tradicional Mauricio Macri

Buenos Aires se convierte una vez más en el termómetro político de la Argentina. El domingo, se llevó a cabo una elección legislativa local que podría ser determinante no solo para la capital, sino para el futuro de la política nacional. Bajo la lupa: la puja por el liderazgo dentro de la derecha entre el presidente Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri.

Milei contra Macri: ¿colisión o reconfiguración del centro-derecha?

Desde que Javier Milei asumió la presidencia a finales de 2023, su figura ha electrizado la política argentina con un discurso hostil hacia la “casta”, un fuerte ajuste del gasto público y una visión económica libertaria. Su partido, La Libertad Avanza (LLA), surgido apenas en 2019, logró crecer rápidamente, pero aún debe consolidarse territorialmente. La elección en la Ciudad de Buenos Aires representa su gran oportunidad para imponer su sello y disputarle el control del espacio a Macri, cuya fuerza, Propuesta Republicana (PRO), gobierna la capital desde 2007.

¿Por qué esta elección local tiene implicancias nacionales? Porque se considera una prueba clave del músculo político de LLA para las elecciones legislativas y ejecutivas de medio término que se celebrarán a nivel nacional a fines de 2025. Un buen resultado en Buenos Aires podría redefinir quién lidera el bloque opositor al peronismo de cara a las próximas décadas.

Una ciudad, un símbolo: Buenos Aires como bastión y botín

Buenos Aires no solo es la ciudad más emblemática de Argentina, sino también un símbolo del poder del PRO. Desde que Mauricio Macri asumió como jefe de gobierno en 2007, y luego fue sucedido por Horacio Rodríguez Larreta y Jorge Macri, el PRO ha mantenido un férreo control del desgobierno porteño. Milei quiere arrebatar ese territorio para consolidar a LLA como la nueva representación hegemónica de la derecha argentina.

“El gobierno necesita reclamar la dominancia del espectro de centro-derecha”, analiza Juan Cruz Díaz, director del grupo de consultoría Cefeidas. En este contexto, la elección toma ribetes dramáticos: no se trata solo de captar bancas (30 de las 60 se renovaban), sino de imponer una narrativa de liderazgo.

Campaña y estrategia: Adorni, Karina y la marca Milei

Milei puso toda la carne al asador en esta elección y eligió a figuras de alto perfil para encabezar su lista. Su vocero presidencial, Manuel Adorni, fue el primer candidato. Y su hermana, Karina Milei —secretaria general de la presidencia y figura clave en la estructura del partido— comandó la campaña desde las sombras.

La estrategia, sencilla y potente, se basó en trasladar el fenómeno Milei a Buenos Aires: redes sociales, ataques furibundos al PRO, carteles por toda la ciudad con el eslogan “Adorni es Milei” y una apelación directa a los votantes jóvenes, desencantados con la política tradicional.

Milei cerró su campaña con un encendido discurso cargado de insultos hacia el PRO: “No voy a perder tiempo en describir las inconsistencias del partido fracasado, porque están peleando por el cuarto lugar”, lanzó ante una multitud de seguidores.

Macri resiste con Lospennato y una defensa institucional

Del otro lado del ring, Mauricio Macri eligió una figura de peso: Silvia Lospennato, reconocida legisladora y defensora de los valores tradicionales, para encabezar la lista del PRO. Macri apostó por una estrategia más moderada, aunque no evitó los enfrentamientos verbales con Milei: lo acusó de tener una postura “beligerante” y denunció su desprecio por las instituciones.

“Ordenar la economía no alcanza. Debemos fortalecer las instituciones, ser previsibles y volver a respetarnos”, sostuvo Macri en un acto reciente.

Macri, que fue clave en el triunfo que llevó a Milei al poder al brindarle apoyo del PRO en el ballotage presidencial, ahora ve cómo su creación política es atacada por el mandatario que ayudó a llegar a la Casa Rosada.

Una alianza rota: del apoyo mutuo a la guerra abierta

En los primeros meses del gobierno de Milei, se gestó una alianza incómoda con Macri. El PRO aportó funcionarios clave, como Patricia Bullrich en Seguridad y Luis Caputo en Economía. Pero con el paso de los meses, las tensiones afloraron: el intento de Milei para designar a un juez cuestionado en la Corte Suprema y la falta de vocación de diálogo provocaron una ruptura.

“Pasamos de una cooperación estratégica a una competencia feroz”, analiza Ignacio Labaqui, de Medley Global Advisors. “Y Buenos Aires es el escenario de esa transición.”

¿Qué está en juego realmente?

Algunos analistas consideran que si Milei logra desplazar al PRO del liderazgo derechista en la ciudad, marcaría un punto de inflexión en la historia política reciente. Sería el equivalente argentino de procesos similares en Europa y Estados Unidos, donde las facciones más radicales de la derecha —desde Donald Trump hasta Giorgia Meloni— han desplazado a los partidos tradicionales.

Asimismo, un triunfo claro de LLA dejaría debilitado al PRO frente a futuras negociaciones legislativas y con escasa capacidad de influir en la agenda gubernamental, lo que lo reduciría a un rol testimonial.

Milei: ¿populista libertario o arquitecto de una nueva derecha?

Las elecciones en Buenos Aires vuelven a abrir un viejo interrogante: ¿es Milei un outsider que transformará el sistema o simplemente otro populista con discurso antisistema? Lo cierto es que su irrupción ha trastocado la vieja dicotomía peronismo vs. antiperonismo y ha obligado a repensar el mapa ideológico argentino.

Con apenas el 15% de las bancas en Diputados y el 10% en el Senado, el presidente necesita aliados. Pero también quiere liderar y marcar agenda, sin ceder protagonismo frente a figuras consolidadas como Macri.

Lo simbólico y lo práctico: las elecciones como termómetro

“Si Milei gana en la capital, tendrá un enorme impacto simbólico”, explica Orlando D’Adamo, director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano. “Pero si el PRO logra sostenerse, Macri retendrá su valor como socio negociador y mantendrá viva su marca política.”

Esta votación puede parecer local, pero sus efectos resonarán en toda Argentina. Y mientras la inflación sigue golpeando los bolsillos y el ajuste fiscal genera tensiones sociales, lo que sucede en Buenos Aires podría redefinir los próximos años del país.

Datos clave y contexto electoral

  • Padrón habilitado: 2,5 millones de votantes en la ciudad de Buenos Aires.
  • Bancas en disputa: 30 de las 60 bancas de la Legislatura.
  • Fuerzas principales: PRO de Macri-Lospennato vs. LLA de Milei-Adorni.
  • Otros actores: Unión por la Patria (kirchnerismo), Frente de Izquierda, entre otros.
  • Expectativas 2025: elecciones nacionales legislativas a fines de ese año.

Entre la furia libertaria y el conservadurismo institucional

La contienda entre LLA y PRO en Buenos Aires revela mucho más que una disputa electoral: muestra el nuevo escenario político argentino, moldeado por la crisis económica permanente y el hartazgo ciudadano. ¿Será este el fin del PRO como hegemonía en la derecha? ¿O logrará sobrevivir al embate de Milei y su discurso de motosierra?

De lo que no cabe duda es que en la ciudad que vio nacer a Macri como dirigente y consagró a Milei como fenómeno, el ring está armado. Y el resultado marcará el tono de la política nacional por mucho tiempo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press