Rumanía vota por Europa: ¿una nueva esperanza frente al auge del populismo?

La sorpresiva victoria de Nicușor Dan refuerza el rumbo proeuropeo en medio de una ola populista en expansión

Una elección que trasciende las fronteras de Rumanía

La elección presidencial celebrada en Rumanía este 19 de mayo no fue solo un evento político nacional, sino que rápidamente captó la atención de analistas e instituciones en toda Europa. La victoria del centrista pro-europeo Nicușor Dan sobre el ultranacionalista George Simion, no solo definió el rumbo inmediato del país balcánico, sino que fue interpretada como una defensa firme de los valores democráticos frente al auge del populismo de derechas que crece en el continente.

Dan obtuvo el 53,6% de los votos superando así a Simion, quien comenzó la segunda vuelta como favorito tras su éxito en la primera ronda. El dato no menor: esta fue la elección con mayor participación en Rumanía en los últimos 25 años, con un 64,7% de votantes acudiendo a las urnas.

El ascenso populista: contexto europeo

Para entender la relevancia de los resultados rumanos, es necesario observar la tendencia general que afecta a Europa. Durante la última década, partidos nacionalistas y euroescépticos han crecido a pasos acelerados. Ejemplos abundan: Alternativa para Alemania (AfD), Hermanos de Italia o Agrupación Nacional en Francia han logrado acceder a posiciones de liderazgo o convertirse en fuerzas clave en sus parlamentos.

En este contexto, la candidatura de George Simion convocaba los mismos valores: soberanía, nacionalismo, rechazo a la inmigración, y un marcado euroescepticismo. Simion incluso se presentaba como el "Trump de los Cárpatos", promoviendo ideas de reunificación con Moldavia y manteniendo una postura hostil hacia Ucrania, al punto de estar prohibido de ingresar a ese país.

Nicușor Dan: del activismo urbano a símbolo europeo

A sus 55 años, Nicușor Dan cumplió una trayectoria poco convencional en la política rumana. Matemático de formación, se convirtió en referente cívico al oponerse a proyectos inmobiliarios ilegales como activista en Bucarest. Tras alcanzar la alcaldía de la capital, moldeó su imagen de reformista independiente. Su discurso pro-Unión Europea, a favor de Ucrania y contra la corrupción sistémica, logró canalizar el apoyo de un electorado harto de la vieja clase política.

Durante su discurso de victoria, declaró: "Rumanía comienza un nuevo capítulo, y necesita a todos ustedes. Necesita expertos, necesita a la sociedad civil, ¡necesita una nueva política!". En sus propias palabras, Dan no solo será un presidente de despacho: quiere ser un coordinador de reformas profundas.

El papel crucial de la diáspora

Uno de los factores clave en su victoria fue el voto del exterior. Aproximadamente 1,6 millones de votos provinieron de la diáspora rumana, conformada en gran parte por ciudadanos que emigraron a Europa occidental tras la adhesión del país a la UE en 2007. Actualmente, entre 4 y 5 millones de rumanos viven fuera del país, principalmente en Italia, España, Alemania y Reino Unido.

Este electorado tiende a tener una visión europeísta, crítica del populismo, y fuertemente interesada en cuestiones como la movilidad, el estado de derecho y la democracia. Su movilización fue decisiva contra las aspiraciones ultraconservadoras de Simion.

Una nación dividida, un futuro incierto

A pesar del triunfo, Rumanía no está libre de tensiones internas. La penetración del discurso populista, expuesta en los casi 5 millones de votos que recibieron los partidos ultras, revela una sociedad dividida.

La corrupción, la desigualdad, los bajos salarios y la desconfianza generalizada en las instituciones siguen siendo heridas abiertas. Según Transparencia Internacional, Rumanía ocupa el puesto 63 de 180 en el índice de percepción de la corrupción de 2023, muy por debajo de sus socios nórdicos.

El politólogo Cristian Andrei lo describe así: "Dan tendrá que mostrar reformas rápidamente enfrentándose a un aparato institucional aún dominado por el viejo sistema, y a partidos populistas preparados para atacar cada uno de sus pasos".

El equilibrio geopolítico: la OTAN, Ucrania y la Unión Europea

Como miembro tanto de la Unión Europea como de la OTAN, la política exterior y de defensa rumana tiene implicaciones estratégicas cruciales. Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en 2022, Rumanía se convirtió en uno de los pilares del flanco oriental de la Alianza Atlántica.

Bucarest ha acogido tropas multinacionales, establecido un centro internacional de entrenamiento para pilotos de F-16 y donado sistemas Patriot a Ucrania. En este escenario, los europeos estaban muy atentos a los resultados. Un giro político hacia el aislacionismo habría inquietado profundamente los planes de defensa continental.

El eurodiputado rumano Siegfried Mureșan afirmó: "Muchos en Bruselas respiran con alivio. La credibilidad de Rumanía, que se venía erosionando, ha sido parcialmente restaurada". Añadió que la victoria de Dan refleja una apuesta colectiva hacia el pragmatismo: "La gente entendió los riesgos del extremismo".

Simion: ¿adiós definitivo o figura en reposo?

Pese a la derrota, George Simion no ha sido anulado del panorama político. Su ascenso fue meteórico, y su base de apoyo —especialmente entre los jóvenes y sectores rurales— permanece intacta. Además, su alianza con Calin Georgescu, otro peso pesado del populismo rumano, se formó rápidamente tras el controversial primer intento electoral anulado en 2023 por sospechas de violaciones e interferencias rusas.

Simion prometió nombrar a Georgescu como primer ministro si ganaba. Aunque eso no llegó a suceder, el movimiento que representa aún tiene fuerza parlamentaria y, muy posiblemente, aspiraciones de cara a las elecciones legislativas.

¿Modelo exportable en Europa?

La derrota del populismo en Rumanía plantea una pregunta: ¿es replicable este tipo de victoria en otros países europeos? ¿Es posible detener la marea populista con figuras independientes, reformistas y asociadas al proyecto europeo?

Analistas como Ivan Krastev, presidente del Centro de Estrategias Liberales, advierten que los factores detrás del éxito de Dan —como el voto emigrante, la organización civil, o la falta de una figura carismática equivalente a Simion en el resto de Europa— pueden no darse en otras latitudes.

No obstante, demuestra que una narrativa basada en hechos, transparencia y proyecto común aún puede resonar. En sus propias palabras, Dan sostuvo: "No podemos vivir divididos entre el pasado y el futuro. Hemos elegido el futuro, uno europeo y democrático".

Rumanía: ¿centro de una nueva narrativa europea?

El hecho de que este giro proeuropeo haya ocurrido en un país del antiguo bloque soviético da señales esperanzadoras. Muchos temen que Europa central y oriental se incline hacia el autoritarismo al estilo húngaro o polaco, pero Rumanía ha dado un paso en dirección opuesta.

Aún queda por ver si Nicușor Dan podrá transformar ese mandato en estabilidad y reformas. Pero al menos por ahora, su victoria ha dado un respiro al proyecto europeo y una muestra de que el péndulo político puede, sí, volver hacia el centro sin miedo al populismo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press