La factura del poder: cómo las políticas económicas de Trump sacuden la economía global
De diamantes en Surat a Wall Street tambaleante: una mirada crítica a los efectos del 'big, beautiful tax bill'
Más que impuestos: una estrategia de poder político-económico
En la madrugada de un miércoles que prometía ser caótico, los republicanos de la Cámara de Representantes en Estados Unidos revelaron una lluvia de enmiendas en su monumental proyecto de ley fiscal y migratoria. Este movimiento —a todas luces político— pretendía asegurar suficientes votos dentro de su propia bancada para aprobar una legislación profundamente controversia. A pesar de los gestos ideológicos, las consecuencias de estas medidas prometen extenderse más allá de las fronteras estadounidenses.
Entre las medidas más llamativas se encuentran la eliminación de impuestos para silenciadores de armas, la creación de cuentas de inversión gubernamental para recién nacidos (denominadas ahora 'Trump Accounts'), y la aceleración de requisitos laborales para beneficiarios de Medicaid. Pero detrás de estas aparentes políticas internas se esconde un cambio tectónico con implicancias globales: el aumento astronómico en el gasto del gobierno federal y su impacto en los mercados internacionales.
Una economía estadounidense al borde del endeudamiento estructural
Si bien los recortes de impuestos pueden parecer medidas atractivas de corto plazo, la comunidad financiera expresó rápidamente su preocupación. No es para menos: el Congreso estadounidense tuvo que ofrecer un rendimiento de 5.047% en el último bono del Tesoro a 20 años para atraer suficientes compradores. Este tipo de tasas, no vistas desde hace décadas, encendieron alarmas globales sobre la sostenibilidad del endeudamiento estadounidense.
El analista Stephen Innes de SPI Asset Management expresó lo siguiente:
“Estados Unidos aún posee los mercados más grandes, la liquidez más profunda y la inercia del dólar a su favor. Pero incluso la inercia no puede escapar del interés compuesto y los déficits estructurales para siempre.”
A medida que suben los rendimientos de los bonos del Tesoro, suben también las tasas de interés para hipotecas, préstamos automotrices, tarjetas de crédito y préstamos estudiantiles. Esto eventualmente ralentiza el consumo interno y aumenta los costos para compañías que dependen del crédito. La caída del S&P 500 en 1.6% y del Dow Jones en 1.9% da cuenta de esta reacción adversa del mercado.
Impacto en Asia y el comercio internacional
El malestar traspasó rápidamente las fronteras. Las bolsas asiáticas reaccionaron con caídas cuando se dieron a conocer los detalles del proyecto de ley y el aumento del rendimiento de los bonos estadounidenses:
- El Kospi surcoreano bajó un 1.3%.
- El Nikkei japonés retrocedió un 0.8%.
- El Hang Seng de Hong Kong cayó 0.5%.
En palabras del analista Tan Jing Yi, del banco Mizuho en Singapur:
“Las acciones estadounidenses se desplomaron en un movimiento de 'Vender América' —el panorama se volvió sombrío con el 'gran y hermoso proyecto de impuestos' de Trump.”
El debilitamiento del dólar estadounidense, consecuencia de la debilidad fiscal, también causó un descenso en los ingresos de empresas exportadoras asiáticas, como fabricantes japoneses de automóviles y tecnología. Al castigar el valor del dólar, el mercado castiga indirectamente los balances de estas empresas que facturan principalmente en esa moneda.
Los diamantes pierden su brillo en Surat
Pero quizás uno de los casos más paradigmáticos de cómo las políticas de Trump han repercutido globalmente se encuentra en el corazón del comercio internacional de diamantes: Surat, India. Esta ciudad concentra el 90% del corte y pulido de diamantes del mundo, una cifra monumental.
Tradicionalmente, estos diamantes viajan desde países como Canadá, Rusia, Australia y Sudáfrica hasta las bulliciosas calles de Surat para ser transformados, y de ahí exportados a Europa, Emiratos Árabes y, sobre todo, Estados Unidos. Para ser exactos, EE.UU. representa el 30% de las exportaciones de joyería y diamantes de India.
Sin embargo, el proyecto de ley de Trump impone un arancel del 10% a los diamantes importados, y amenaza con otro aún más feroz del 27% sobre los provenientes de India. Aunque éste último aún está en pausa durante 90 días por negociaciones comerciales, el daño ya está hecho.
Años de tradición, habilidades transmitidas por generaciones y vidas enteras dedicadas al comercio de piedras preciosas hoy cuelgan de un hilo. Según Jigar Patel, tesorero de la Asociación de Joyeros de Ahmedabad:
“Si se implementan los aranceles propuestos, podríamos perder cerca de la mitad de nuestros ingresos por exportaciones. No podríamos competir en precios.”
El problema va más allá de India: los diamantes, como los microchips o el petróleo, son bienes globalizados. Cruzan múltiples fronteras, pasan por laboratorios de clasificación (dos de los tres principales se encuentran en EE.UU.) y finalmente llegan a consumidores en joyerías de alto nivel. El aumento de tarifas fractura esta cadena delicada.
¿Proteccionismo o aislamiento?
Trump justifica estos movimientos en nombre del proteccionismo económico, buscando priorizar la producción local. No obstante, EE.UU. carece de producción minera de diamantes a gran escala, así como también de plantas suficientes para absorber la demanda interna. Lo mismo se aplica a otros sectores que serán afectados por esta política.
El resultado de este enfoque es un aumento acelerado del aislamiento económico: una declaración de independencia comercial en tiempos de interdependencia absoluta.
¿Qué viene después para los mercados?
Mientras los republicanos sueñan con implementar esta legislación con luces de campaña electoral, los mercados financieros globales miran con cautela. La combinación de recortes fiscales sin respaldo, aumentos masivos en la deuda federal, desregulaciones estratégicas (como la de silenciadores) y políticas migratorias restrictivas construyen un cóctel difícil de digerir incluso para los más optimistas inversores.
Además, queda la visión más amplia: el debilitamiento del dólar, la caída de las bolsas asiáticas, y el estancamiento del comercio de diamantes en India son solo algunos síntomas de un mal más profundo. Si el enfoque es convertir a Estados Unidos en una isla comercial, los mercados dirán pronto si esa isla es paradisiaca o simplemente desierta.
Un momento decisivo en la era posglobalización
La reforma tributaria de Trump no solo es una herramienta electoral ni una maniobra fiscal. Es un acto simbólico y radical en una era donde el péndulo parece oscilar de vuelta al nacionalismo económico. Pero, como todo péndulo, su movimiento es oscilante: lo que hoy avanza, puede mañana retroceder.
Lo que está en juego no es solamente la economía de una ciudad india o el futuro bursátil de Wall Street. Lo que está en juego es el sistema mismo que ha conectado al mundo durante las últimas tres décadas.
¿Podrá sobrevivir la globalización al “big, beautiful tax bill”? Sólo el tiempo —y las próximas elecciones en EE.UU.— lo dirán.