Renovación del poder naval: la ambiciosa transformación de la Guardia Costera de Estados Unidos
Con una crisis de preparación sin precedentes, el plan 'Force Design 2028' busca sacar a la Guardia Costera de la sombra y convertirla en protagonista de la seguridad nacional
Una crisis de preparación sin precedentes
La Guardia Costera de Estados Unidos atraviesa su mayor crisis de preparación desde la Segunda Guerra Mundial. Así lo afirmó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, durante su discurso de graduación en la Academia de la Guardia Costera en New London, Connecticut. Su visita no solo marcó un momento emotivo para los 256 cadetes que recibían sus diplomas, sino también el anuncio de una transformación histórica para esta rama militar frecuentemente olvidada.
Guardia Costera: ¿el "punto de lanza" de la defensa nacional?
Noem definió a la Guardia Costera como el “punto de lanza” en la defensa de la nación, subrayando su papel esencial en la seguridad marítima, la lucha contra el narcotráfico, la inmigración ilegal y la respuesta a desastres naturales. Pero también reconoció las enormes deficiencias que enfrenta: déficit del 10% en su personal enlistado, naves operando con solo el 75% de sus tripulaciones, y una flota envejecida que incluye aviones y rompehielos obsoletos.
Una fuerza estancada en el tiempo
Con más de 43,000 miembros activos, 8,000 reservistas y unos 30,000 miembros auxiliares, la Guardia Costera es una de las fuerzas más antiguas de Estados Unidos, fundada en 1790. Sin embargo, su evolución ha sido desigual en comparación con otras ramas militares. Desde su traspaso al Departamento de Seguridad Nacional en 2003, la Guardia Costera ha competido por atención y recursos con agencias más visibles como FEMA o Inmigración y Aduanas (ICE).
“Han sido ignorados durante demasiado tiempo”, narró Noem refiriéndose a su conversación con el expresidente Donald Trump. Su respuesta a la pregunta de Trump sobre lo que necesitaba la Guardia Costera fue contundente: “Necesitan todo”.
'Force Design 2028': un plan ambicioso
El plan de modernización, oficialmente lanzado el mismo día de la ceremonia, plantea una reestructuración profunda bautizada como 'Force Design 2028'. Entre sus puntos clave se encuentran:
- Aumento del personal militar en al menos 15,000 efectivos para el año fiscal 2028
- Reducción del número de almirantes en un 25%
- Incremento en los esfuerzos de reclutamiento
- Expansión de la flota, con nuevos rompehielos para misiones en el Ártico
Además, la propuesta contempla la creación de un Secretario Civil de la Guardia Costera dentro del Departamento de Seguridad Nacional, equivalente a los secretarios de las otras ramas militares en el Pentágono.
Un nuevo liderazgo: Adm. Kevin E. Lunday
Durante la ceremonia también se anunció oficialmente que el vicealmirante Kevin E. Lunday ascenderá a Comandante de la Guardia Costera, tras haber ocupado el cargo de forma interina desde enero de 2025. Asume el liderazgo en reemplazo de la almirante Linda Fagan, despedida por la administración Trump, y quien fuera la primera mujer en dirigir ese cuerpo.
“Estamos en el umbral de un cambio transformacional”, afirmó Lunday, reafirmando su compromiso con la visión estratégica de Force Design 2028.
Reacciones en la academia
La graduación de la promoción 2025 tuvo un marcado matiz patriótico y de esperanza. Para muchos cadetes, el anuncio representó una motivación adicional. Veronica Krystofik, distinguida como la estudiante más destacada, declaró: “No estoy preocupada, porque sé quién va a asumir este reto: nuestra clase.”
De los graduados, seis fueron estudiantes internacionales que regresarán a servir en sus naciones de origen, fortaleciendo la cooperación marítima global.
Un futuro con más visibilidad y presupuesto
La propuesta de nombrar un Secretario exclusivo de la Guardia Costera no es solo simbólica. Representa una nueva oportunidad para avanzar en presupuestos adecuados y visibilidad a nivel nacional. El congresista Mike Ezell (R-Mississippi), presidente del Subcomité de la Guardia Costera y Transporte Marítimo de la Cámara, defiende este cambio legislativo con firmeza:
“Es hora de que demos a la Guardia Costera el mismo nivel de reconocimiento y defensa que reciben las otras ramas militares.”
Comparaciones con otras fuerzas armadas
Mientras que el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y los Marines cuentan con sus propios departamentos y presupuestos específicos en el Pentágono, la Guardia Costera históricamente ha sido tratada como una herramienta versátil, pero muchas veces invisible. Esto ha derivado en subinversión y una lentitud alarmante en la modernización de sus capacidades.
Según un informe del Servicio de Investigación del Congreso, la edad promedio de los barcos de la Guardia Costera es de 35 años, en comparación con los 17 años de la Marina. Además, muchos navíos y aeronaves aún dependen de tecnología de la década de 1980.
El reto del Ártico: competencia estratégica
Uno de los focos principales del plan de renovación son los rompehielos. En la era actual, el Ártico se ha vuelto un escenario geopolítico clave, donde Estados Unidos, Rusia y China compiten por rutas marítimas, recursos y presencia diplomática.
Actualmente, EE.UU. cuenta con solo dos rompehielos: el Polar Star (de los años 70), y el Healy. Rusia, por el contrario, cuenta con más de 40 rompehielos operativos. Esta desventaja estratégica requiere una respuesta urgente, y Force Design 2028 contempla nuevas adquisiciones para restaurar la paridad.
Reclutamiento en crisis: ¿cómo revertirlo?
La Guardia Costera enfrenta un problema común con otras ramas del ejército estadounidense: la caída sostenida en el interés de los jóvenes por enlistarse. A esta problemática se suman los requisitos físicos, técnicos y académicos del servicio marítimo, que a menudo disuaden a potenciales candidatos.
El nuevo plan de transformación contempla intensificar campañas de reclutamiento, atraer talento tecnológico y vincularse más activamente con comunidades costeras y universitarias.
Una visión a largo plazo
Si el Congreso aprueba todos los componentes de Force Design 2028, estaríamos ante el cambio estructural más grande en la Guardia Costera en los últimos 100 años. Aunque será un proceso lento y lleno de retos, la modernización podría finalmente posicionar a esta fuerza como una protagonista clave frente a los desafíos de seguridad marítima del siglo XXI.
“La Guardia Costera debe poder cumplir sus misiones y ofrecer resultados sin quedar atrapada en una burocracia desgastante,” concluye el informe del plan. En tiempos donde las amenazas se diversifican y el mar se vuelve un teatro de operaciones cada vez más complejo, renovar esta institución puede ser más urgente de lo que se cree.