Temporada de huracanes 2025: ¿Estamos ante una nueva normalidad de tormentas extremas?

El Atlántico se prepara para otra temporada intensa con más calor oceánico y una atmósfera cargada. ¿Estamos listos para lo que se viene?

Un pronóstico que sigue alarmando

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha anunciado su pronóstico para la temporada de huracanes del Atlántico de 2025, y todo indica que enfrentaremos una nueva ronda de tormentas potencialmente destructivas. Con una probabilidad del 60% de que sea una temporada por encima de lo normal, los expertos advierten que, aunque quizá no iguale la intensidad del año pasado, debemos estar preparados para lo peor.

El informe de NOAA, presentado en Gretna, Luisiana, justo al cumplirse 20 años del devastador huracán Katrina, anticipa entre 13 y 19 tormentas con nombre, de las cuales entre 6 y 10 podrían convertirse en huracanes, y entre 3 y 5 podrían alcanzar la categoría de huracanes mayores (categoría 3 o más, con vientos superiores a 110 mph o 177 km/h).

¿Qué factores aumentan la intensidad de las tormentas?

Ken Graham, director del Servicio Nacional de Meteorología de EE. UU., explicó que aunque la temperatura del océano no está tan fuera de los parámetros normales como en 2024, sigue siendo suficientemente elevada como para impulsar una actividad ciclónica significativa. Tal como lo resumió: “Todo está en su lugar para una temporada por encima del promedio.”

  • Temperatura del océano Atlántico: Las aguas más cálidas alimentan los huracanes. El principal combustible es la energía térmica del mar y, tras años de tendencia ascendente, el Atlántico permanece "tostado", en palabras de varios meteorólogos.
  • Ciclo El Niño/La Niña: En este momento, el ciclo está neutral, lo cual no suprime la actividad ciclónica como lo haría un El Niño moderado o fuerte.
  • Tormentas precursoras desde África: Llamadas "semillas", estos sistemas de baja presión que viajan desde África occidental han sido el origen de la mayoría de los huracanes del Atlántico. Aunque es muy temprano para hablar de su impacto esta temporada, su interacción con las aguas cálidas será clave.

Datos escalofriantes: la temporada 2024 como punto de referencia

La temporada pasada fue oficialmente catalogada como hiperactiva. Con 18 tormentas con nombre, 11 huracanes y cinco mayores, 2024 se ubicó como la tercera temporada más costosa registrada hasta ahora, después de 2005 y 2017.

Comenzó con Beryl, un huracán de categoría 5 que rompió récord como el más temprano de su nivel. Luego, un silencio aparentemente engañoso dominó hasta octubre, cuando en apenas dos semanas se formaron seis tormentas, entre ellas Helene y Milton, que causaron devastación en regiones como Palmetto y St. Petersburg, en Florida.

Imágenes del impacto

Destrucción causada por el huracán Milton en Palmetto, Florida Natasha Ducre observa la devastación en la cocina de su casa en Palmetto, Florida, tras el paso del huracán Milton. (Foto: Rebecca Blackwell)

¿Huracanes con esteroides climáticos?

El cambio climático provocado por la actividad humana ha exacerbado las condiciones necesarias para tormentas más intensas. Según Kristen Corbosiero, profesora de meteorología tropical en la Universidad de Albany:

La principal fuente de combustible para los huracanes es el agua cálida. Agua más caliente y atmósfera más cálida = más humedad y más energía para las tormentas.

Esto también significa que los huracanes actualmente pueden intensificarse de manera explosiva en menos de 72 horas. De hecho, todos los huracanes de categoría 5 que afectaron Estados Unidos eran tormentas tropicales solo tres días antes, una tendencia que deja menor margen de preparación para millones de personas.

Más allá del pronóstico: el riesgo existe incluso con una temporada "normal"

Un ejemplo emblemático lo representa el año 1992, considerado de baja actividad ciclónica. Sin embargo, ese año trajo a la costa uno de los ciclones más devastadores de la historia moderna: el huracán Andrew.

Como recordó Corbosiero: “No necesitamos una temporada hiperactiva para que haya devastación en EE. UU. o el Caribe.”

Preparativos en medio de recortes presupuestarios

Paradójicamente, mientras se avecinan tormentas más intensas, NOAA enfrenta recortes de personal y presupuesto por parte del Departamento de Eficiencia Gubernamental. A pesar de ello, la administradora interina de NOAA, Laura Grimm, aseguró que el Centro Nacional de Huracanes está plenamente operativo y que la respuesta a desastres es una prioridad para la administración actual.

Previsiones de otros centros meteorológicos

El prestigioso grupo de pronóstico de la Universidad Estatal de Colorado, encabezado por Phil Klotzbach, prevé una temporada algo más activa que otras predicciones, con:

  • 17 tormentas con nombre
  • 9 huracanes
  • 4 huracanes mayores

Aunque las aguas del Atlántico no estén tan calientes como el año pasado, todavía están muy cálidas. No tengo muy buenas sensaciones sobre 2025”, comentó Klotzbach.

El nuevo desafío: comunicación y resiliencia

Según expertos, uno de los mayores retos de estas temporadas ciclónicas cada vez más peligrosas no es solo detectar la formación de tormentas, sino lograr una comunicación eficaz para movilizar a la población con rapidez.

El rápido fortalecimiento de tormentas, como se ha visto últimamente, significa que ciudades enteras pueden pasar de una alerta verde a una emergencia en menos de 48 horas. Así fue el caso del huracán Helene, que dejó severas inundaciones en Crystal River, Florida, afectando a cientos de hogares, como el de la familia Holmes.

Dustin Holmes regresa a su hogar inundado tras el Huracán Helene Dustin Holmes y su familia regresan a su hogar inundado tras el paso del huracán Helene, en septiembre de 2024. (Foto: Phelan M. Ebenhack)

¿Y ahora qué hacemos?

Por todo esto, vivir en zonas de riesgo en el Atlántico ya no es solo una cuestión de tener un kit de emergencia o seguir la ruta de evacuación. Se trata de entender que las condiciones han cambiado sustancialmente por el impacto del cambio climático.

La nueva normalidad climática nos está lanzando un mensaje claro: prepararnos ya no es opcional, sino una obligación.

Fuentes y citas destacadas

  • NOAA, informe de pronóstico de huracanes 2025.
  • Entrevistas con Ken Graham y Laura Grimm - Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
  • Declaraciones de Kristen Corbosiero, Universidad de Albany.
  • Phil Klotzbach, Universidad Estatal de Colorado.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press