Tensión en el Mar de China Meridional: ¿Una chispa para un conflicto mayor?

Un nuevo enfrentamiento entre Filipinas y China con el uso de cañones de agua reaviva el delicado equilibrio geopolítico en Asia

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El incidente cerca de Sandy Cay

El 22 de mayo de 2025, un nuevo episodio de tensión diplomática y marítima se registró cuando la Guardia Costera china utilizó cañones de agua contra dos embarcaciones filipinas que realizaban investigaciones científicas cerca de Sandy Cay, en el disputado Mar de China Meridional. Según las autoridades filipinas, una de las naves resultó dañada y la tripulación civil quedó en riesgo. La zona, oficialmente dentro del mar territorial filipino, está en el centro de una controversia geopolítica que involucra no sólo a China y Filipinas, sino también a potencias como Estados Unidos.

Una disputa que no es nueva

El Mar de China Meridional ha sido escenario durante décadas de disputas territoriales entre China y varios países del sudeste asiático, incluidos Vietnam, Malasia, Brunei y Filipinas. A pesar de una sentencia del Tribunal Permanente de Arbitraje del 2016 a favor de Filipinas, que dictaminó que las reclamaciones de China basadas en la "línea de nueve puntos" son ilegales bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), Pekín ha seguido reforzando su presencia militar y administrativa en la región, construyendo bases artificiales y prolongando su control de facto sobre zonas estratégicas.

El incidente: ¿Accidente o intimidación?

La Oficina de Pesca de Filipinas informó que una de sus embarcaciones fue "impactada dos veces y rociada con cañones de agua a presión". Esto ocasionó daños al casco de babor y a la chimenea, comprometiendo seriamente la seguridad de los científicos a bordo. Se trataba de una misión habitual de investigación científica marina que implicaba la recolección de muestras de arena en los bancos de arena de Sandy Cay.

Por su parte, las autoridades chinas acusaron a los filipinos de ingresar "ilegalmente" en aguas que consideran de su soberanía. China argumentó que los barcos filipinos desembarcaron en el arrecife Tiexian (nombre chino para Sandy Cay) y se acercaron peligrosamente a un barco de su patrulla durante supuestas "operaciones normales de aplicación de la ley".

La dimensión estratégica de Sandy Cay

Sandy Cay está ubicado cerca de la isla Thitu (llamada Pag-asa por Filipinas), controlada por Manila, pero cuya cercanía con el arrecife Subi —una base militar china artificial— resalta su importancia táctica. En enero pasado ya se registró un incidente en la misma área cuando la Guardia Costera china y un helicóptero obligaron a retirarse a científicos filipinos que intentaban realizar trabajos similares.

El pasado abril, un medio estatal chino publicó fotografías de oficiales chinos izando una bandera nacional en Sandy Cay. Tres días más tarde, Filipinas respondió simbólicamente con presencia de guardacostas, la marina y la policía marítima, enarbolando su propia bandera.

Una guerra de símbolos… y cañones de agua

Si bien no ha habido mensajes cruzados de fuego real, la presencia, actitud y medidas de ambas potencias en la región rozan el umbral del conflicto armado sin llegar al combate directo. El cañoneo con agua, el abordaje de patrullas e incluso la colocación de banderas parecen parte de una estrategia más amplia de reafirmación de soberanía sobre este estratégico pasaje marítimo por donde se estima que transita cada año más de un tercio del comercio global, equivalentes a unos 3 billones de dólares según el Asia Maritime Transparency Initiative.

Reacción internacional: EE. UU. al lado de Filipinas

La embajadora estadounidense en Manila, MaryKay Carlson, condenó lo ocurrido calificándolo como un episodio de "acción agresiva contra una misión civil legal" que compromete "la estabilidad regional". Reafirmó, además, el compromiso de Estados Unidos de proteger a Filipinas a través del Tratado de Defensa Mutua de 1951, que obliga a Washington a intervenir si el país asiático es víctima de una agresión armada.

No es la primera vez que EE. UU. expresa su respaldo a Manila frente a lo que considera "actos coercitivos" de Pekín en el Mar de China Meridional. La región ha estado en el centro de tensiones crecientes entre el gigante asiático y Estados Unidos, que ha incrementado recientemente sus operaciones navales en aguas internacionales cercanas a las islas disputadas, bajo la política de "libertad de navegación".

El elemento ASEAN: ¿mediador o rehén?

Los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que incluye a países como Vietnam, Malasia, Brunei y Filipinas, también tienen reclamaciones superpuestas en la zona, pero tienden a variar en la intensidad de su respuesta diplomática frente a China. Algunas naciones dependen económicamente del comercio con Pekín, lo que limita sus protestas o desacuerdos públicos.

Desde hace años, China y ASEAN negocian un código de conducta no vinculante en la región que hasta ahora no ha logrado conclusiones concretas. Este nuevo incidente se espera que esté en la agenda de la próxima cumbre de ASEAN en Malasia.

El contexto histórico de la disputa

Las raíces de la disputa en el Mar de China Meridional se remontan al siglo XX, cuando Estados Unidos se retiró de su rol hegemónico en Asia tras la Guerra de Vietnam. En ese vacío de poder, China comenzó a aumentar su influencia, reclamando áreas marítimas históricamente comerciales pero geográficamente demasiado extensas. La famosa "línea de nueve puntos" (Nine-Dash Line) aparece en mapas chinos desde la década de 1940 para justificar su soberanía sobre vastas zonas del mar, pasando por encima de las 200 millas náuticas reconocidas por la comunidad internacional bajo la ley internacional del mar.

¿Hacia qué escenario nos dirigimos?

La pregunta central que muchos analistas se hacen es si estos incidentes provocarán una escalada mayor. En palabras del analista en seguridad regional, Dr. Richard Heydarian:

“Estamos en una situación donde cualquier error de cálculo puede desencadenar un enfrentamiento armado real. No se trata solo de cañones de agua. Se están midiendo fuerzas, compromiso político y presencia simbólica”.

La paradoja del pacifismo y el nacionalismo

Ambas naciones, tanto China como Filipinas, han reafirmado su vocación de paz públicamente, pero también han incrementado su retórica nacionalista en los últimos años. El presidente Ferdinand Marcos Jr. ha adoptado una postura más firme frente a China que su predecesor Rodrigo Duterte, quien buscó acercamientos comerciales con Pekín.

Por su parte, China enfrenta un contexto internacional de creciente aislamiento en varios frentes: disputas comerciales con Washington, tensiones en Taiwán y problemas económicos internos. Mostrarse fuerte en el Mar de China Meridional permite al Partido Comunista Chino reiterar su discurso de soberanía y orgullo nacional.

Conclusión: Un delicado equilibrio

Este incidente en Sandy Cay no es un hecho aislado, sino parte de una cadena de provocaciones, demostraciones de fuerza y respuestas diplomáticas que reflejan una rivalidad geopolítica de fondo. En este vasto tablero marítimo se juegan no solo intereses territoriales, sino el orden futuro del Indo-Pacífico, una región clave para la estabilidad global.

Mientras los barcos siguen navegando y las banderas siguen ondeando, el riesgo de que una lanza verbal se transforme en una chispa letal permanece flotando sobre las olas de este mar compartido pero fragmentado.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press