Anthony Edwards lidera la resurrección de los Timberwolves y dinamita a los Thunder
Minnesota revienta a Oklahoma City con una histórica paliza en el Juego 3 de las Finales del Oeste y promete una serie de alto voltaje
Una noche inolvidable en Minneapolis
Anthony Edwards tuvo la actuación que su equipo tanto necesitaba. Con 30 puntos, nueve rebotes y seis asistencias en solo tres cuartos, lideró a los Minnesota Timberwolves en una paliza monumental por 143-101 ante los Oklahoma City Thunder en el Juego 3 de las Finales de la Conferencia Oeste de la NBA, reduciendo la ventaja de los Thunder a 2-1 en la serie.
Este triunfo no solo cambió el guion de la eliminatoria, sino también el semblante de una franquicia que parecía encaminada hacia una derrota prematura.
El rugido del Target Center
La atmósfera en el Target Center fue eléctrica desde el primer minuto. La base de aficionados de los Timberwolves, sedienta de gloria, necesitaba un motivo para creer, y Edwards se lo entregó con una exhibición ofensiva demoledora.
Los cánticos de “Free Throw Merchant” dirigidos a Shai Gilgeous-Alexander marcaron el tono. El MVP de la temporada regular vivió una noche para el olvido: solo 14 puntos, con una floja efectividad de 4/13 en tiros de campo y cuatro pérdidas. Su reemplazo anticipado en el tercer cuarto, cuando la diferencia alcanzaba los 38 puntos, simbolizó la rendición táctica de los de Oklahoma.
Una ofensiva revitalizada
Después de dos partidos frustrantes fuera de casa, los Timberwolves encontraron la forma de quebrar la defensa impenetrable que había caracterizado a Oklahoma durante toda la campaña. Minnesota mejoró notablemente en tiros a distancia y rompió con 21 triples (51%) la muralla que les había frenado en los juegos 1 y 2.
- Julius Randle, con 24 puntos, confirmó su recuperación tras un nefasto segundo partido.
- El novato Terrence Shannon Jr. deslumbró con 15 puntos en apenas 13 minutos.
- Contribución histórica del banquillo: 63 puntos en total, demostrando una profundidad clave.
La ofensiva totalizó 143 unidades, el tercer mayor puntaje en la historia de la franquicia en playoffs y uno de los más abultados en unas Finales de Conferencia desde 1985.
Anthony Edwards: el alma del equipo
Edwards personificó la resiliencia del equipo. Luego de una noche deslucida en el Juego 2 (1/9 en triples), el escolta reaccionó convirtiendo 5 de 8 lanzamientos desde larga distancia. Además, desarmó a la defensa de OKC con jugadas físicas, rápidas e impredecibles, destacando un reverse layup tras una penetración imposible sobre la línea de fondo que puso a la hinchada de pie.
"Sabíamos que teníamos que hacer una declaración", comentó Edwards tras el encuentro. "Nos estaban subestimando y queríamos dejar en claro que no vamos a irnos en silencio."
El hundimiento de los Thunder
Para Oklahoma City, esta fue una noche negra que encendió las alarmas. El cambio de escenario trajo consigo una caída drástica en la efectividad, pasando de un 50% en tiros en los primeros dos partidos a apenas un 30% en la primera mitad del Juego 3 (12 de 40 intentos).
El equipo dirigido por Mark Daigneault pareció desorientado, sin ajustes efectivos ni capacidad de respuesta. El más sacrificado fue Shai, que sufrió la presión de la defensa rival y el acoso del público. "Fue una experiencia dura, pero es parte del proceso. Debemos aprender y responder con carácter", declaró el base canadiense.
¿Cambio de ciclo o noche excepcional?
La gran incógnita es si esta paliza fue un destello extraordinario o el preludio de una remontada de proporciones épicas. Minnesota demostró que tiene herramientas tácticas y anímicas para competir al más alto nivel. Y aunque aún están detrás en la serie, el impulso psicológico tras un resultado como este podría ser determinante.
Históricamente, los equipos que pierden los dos primeros juegos en una serie de siete partidos acaban eliminados en un 93% de los casos. Pero una victoria tan categórica como la del sábado no es habitual.
Calendario y expectativas
El Juego 4 se disputará este lunes, nuevamente en Minneapolis. La historia reciente indica que el cuarto partido puede redefinir por completo una serie. De ganar los Timberwolves, no solo igualarían la eliminatoria, sino que instalarían serias dudas en la joven plantilla de los Thunder, quienes son talentosos pero sin experiencia en etapas tan exigentes.
Para ambos equipos, representa una prueba de madurez deportiva y emocional.
El impacto del banquillo y la rotación
Daigneault deberá responder con ajustes drásticos. En el otro extremo, Chris Finch, entrenador de Minnesota, dio una clase magistral de rotación de plantilla. Con jugadores frescos saliendo desde el banco e intensidad defensiva constante, logró neutralizar el juego de transición de OKC, uno de sus puntos fuertes.
Randle, criticado tras el Juego 2, fue clave, sumando cinco rebotes y liderando vocalmente al equipo en la primera mitad.
Los Timberwolves escriben un nuevo capítulo
Para una franquicia que solo ha llegado a una final de conferencia en toda su historia (2004), este momento es más que estadístico. Representa un renacimiento. Con la figura ascendente de Anthony Edwards, un cuerpo técnico que ha ajustado sobre la marcha y una hinchada empoderada, los Timberwolves están dibujando el camino hacia un futuro ilusionante.
El lunes, los ojos del mundo del baloncesto volverán a posarse en Minneapolis. ¿Podrán los Wolves empatar la serie o responderán los Thunder con su contundencia habitual?
Lo cierto es que esta serie nos está regalando uno de los duelos más emotivos y eléctricos de los últimos años en la NBA.
“La energía de este equipo es diferente. Con Ant liderando con ese fuego, podemos llegar lejos.” - Julius Randle.
Juego 4: Lunes 27 de mayo a las 7:30 PM CDT. Transmite ESPN y NBA League Pass.