PSG arrasa en la Copa de Francia y sueña en grande: ¿estamos ante el año del triplete?
Bradley Barcola brilla en la final y París Saint-Germain alcanza su 16ª Copa mientras se prepara para el desafío definitivo: ganar por fin la Champions
París vibra con el PSG: una Copa más para el palmarés
El París Saint-Germain completó otro capítulo dorado en su historia reciente al consagrarse campeón de la Copa de Francia tras vencer de manera contundente 3-0 al Stade de Reims en la final disputada en el Stade de France. El protagonista absoluto fue Bradley Barcola, quien anotó dos goles y asistió en el tercero, en una noche mágica para el conjunto parisino.
Con este triunfo, el PSG suma un récord de 16 Copas de Francia, superando con holgura a su más cercano perseguidor, el Olympique de Marsella (10). El título complementa el más reciente campeonato de Ligue 1 —el número 13— reafirmando la hegemonía doméstica del club respaldado por capital catarí.
Un primer tiempo de entrenamiento
El dominio del PSG en la primera mitad fue tan abrumador que parecía una sesión de entrenamiento. Desde el minuto 16, Désiré Doué filtró un pase exquisito dejando a Barcola solo frente al arquero, y este no falló. Solo tres minutos después, otra acción del joven Doué permitió que el propio Barcola definiera a placer desde el área chica.
La primera parte se selló con un gol del marroquí Achraf Hakimi, tras una asistencia medida desde la izquierda de... sí, Barcola otra vez. Con el 3-0 antes del descanso, el PSG bajó notablemente el ritmo en la segunda mitad, aunque tuvo una ocasión más cuando Dembélé estrelló un balón en el travesaño.
Bradley Barcola: el nuevo protagonista del ataque parisino
La actuación de Barcola merece atención especial. El extremo francés de tan solo 21 años ha madurado con rapidez desde su llegada procedente del Olympique de Lyon. Sus fintas, su capacidad para desmarcarse y su frialdad frente al arco lo están convirtiendo en una pieza clave para el PSG.
“Barcola está en un nivel excelente. Ha entendido perfectamente lo que buscamos ofensivamente”, destacó Luis Enrique tras el partido.
El camino hacia el triplete: ¿será este el año?
Aunque el PSG ha dominado en Francia como ningún otro club en la última década, su gran deuda sigue siendo la Champions League. Todos en el club y los aficionados tienen marcada en rojo una fecha clave: el próximo sábado, cuando se enfrenten a Inter de Milán en Múnich.
En 2020, durante la edición pandémica del torneo, el PSG llegó por primera vez a una final europea, pero cayó 1-0 ante el Bayern Múnich. Ahora, regresan al mismo escenario de ese fracaso con la convicción de que esta vez todo será distinto.
Al mando de Luis Enrique, técnico que ya sabe lo que es ganar la Champions (lo hizo en 2015 con el Barcelona), Paris sueña con finalmente cerrar el círculo. En caso de ganar, completarían un triplete histórico (Ligue 1, Copa de Francia y Champions).
Reims y la nostalgia de un pasado glorioso
Si hay un club en Francia que encarna el esplendor del fútbol de otra época es el Stade de Reims. En los años 50 fue el gran referente del fútbol francés, llegando incluso a dos finales de la entonces Copa de Europa (1956 y 1959), ambas perdidas ante el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano.
Pero en la actualidad, la realidad es otra. Muy lejos de aquellos años de gloria, el Reims no tuvo armas suficientes para hacer frente a un PSG lleno de estrellas y recursos. El partido fue desigual desde el primer minuto.
La diferencia abismal: París y el resto
No se puede hablar del dominio del PSG sin reflexionar sobre la enorme diferencia de presupuesto que existe entre el club capitalino y el resto de equipos en Francia. Con un presupuesto estimado de más de 700 millones de euros anuales, el PSG compite en otra galaxia dentro del fútbol galo.
Esta diferencia se refleja no solo en su plantilla repleta de internacionales, sino también en la profundidad de su banco y el nivel de sus promisorias figuras. Incluso sin contar en este partido con Kylian Mbappé, el equipo no bajó el nivel de juego.
La posibilidad de la redención europea
El destino quiso que el último obstáculo rumbo al triplete sea el Inter de Milán, club que atraviesa también un buen momento en la Serie A. Sin embargo, mientras el PSG ha podido rotar e incluso relajarse en la Ligue 1, el Inter ha peleado el título hasta la última jornada frente al Napoli, que finalmente se coronó campeón.
Eso podría jugar a favor del PSG en términos de frescura física, aunque también existe el debate de si tanta relajación previa es peligrosa frente a un rival en ritmo competitivo de alta intensidad.
Comparaciones con el Barcelona 2015
Luis Enrique busca repetir la hazaña lograda en 2015 con el FC Barcelona, donde se coronó campeón de Liga, Copa del Rey y Champions en una misma temporada. Aquel equipo contaba con una delantera legendaria: Messi, Suárez y Neymar.
Hoy, el PSG no tiene una delantera tan temida, pero sí una estructura más sólida como bloque. Figuras como Marco Verratti, Marquinhos, Dembélé y Donnarumma, combinadas con talentos jóvenes como Barcola y Doué, han dado equilibrio al plantel.
¿Y si no se gana la Champions?
El PSG ha sido criticado con dureza por su rendimiento en Europa. Desde la llegada de los inversores cataríes en 2011, el club ha invertido más de 1.500 millones de euros en fichajes, pero la Champions sigue siendo esquiva.
Si el club vuelve a fallar, las críticas podrían arreciar. Jugadores, técnicos y la dirección catarí saben que una temporada sin el trofeo europeo seguirá alimentando el relato de que el dinero no compra la gloria continental.
La reacción de la afición: la fe intacta
Lo cierto es que los aficionados parisinos viven con esperanza. En las calles cercanas al Stade de France, los cánticos tras la final reflejaban la ilusión: «Cette année, c’est la bonne» («Este año es el bueno»), coreaban miles.
“Ver jugar al PSG así hace soñar. Solo falta levantar esa copa que tanto se nos resiste”, decía Antoine, fanático del club desde los 90.
Un paso del Olimpo europeo
Con el panorama local completamente dominado, no queda más excusa: París debe conquistar Europa. Lo tiene todo: jugadores, entrenador, infraestructura y ahora también un grupo convencido y sólido.
La afición, los medios y los rivales estarán atentos la noche del 1 de junio en Múnich. Una victoria podría cambiarlo todo, y finalmente colocar al PSG en el lugar que ha buscado durante más de una década: el Olimpo del fútbol europeo.
¿Será este el año donde el dinero y la visión convergen para hacer historia? París contiene el aliento. El mundo del fútbol también.