Cal Raleigh y una temporada histórica: ¿la nueva cara del poder ofensivo en la MLB?

Una explosión ofensiva sin precedentes desde la receptoría

En una temporada que ha comenzado con mucha intensidad, hay un nombre que destaca tanto por su poder con el bate como por su liderazgo detrás del plato: Cal Raleigh. El receptor de los Seattle Mariners está viviendo un inicio de campaña histórico, con 23 cuadrangulares cuando apenas se cierra el mes de mayo. Esta hazaña lo convierte en el primer catcher en la historia de las Grandes Ligas en alcanzar esta marca antes del mes de junio.

¿Quién es este jugador apodado “Big Dumper”? ¿Y por qué todo el mundo en Seattle no para de corear “¡MVP! ¡MVP!” cuando lo ven caminar hacia el plato?

De Carolina del Norte al estrellato en la MLB

Nacido en Cullowhee, Carolina del Norte, Cal Raleigh fue seleccionado por los Mariners en la tercera ronda del draft del 2018 y debutó en las Mayores en 2021. Desde entonces, su evolución ha sido meteórica. En una posición tradicionalmente conocida más por la defensa que por la ofensiva, Raleigh está reconfigurando las expectativas. No solo es eficaz con el guante, sino que también es una máquina de poder ofensivo.

Su temporada actual tiene proporciones épicas, y muchos analistas ya lo ven como un posible All-Star e incluso como candidato legítimo al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, lo que sería un hito para un receptor.

Comparaciones con las leyendas

Al cerrar mayo con 22 jonrones, Raleigh igualó la segunda mejor marca de la historia de la franquicia de los Mariners en dicho periodo, solo por detrás del mítico Ken Griffey Jr., quien logró 24 en 1997. No se trata de una comparación menor. Griffey es miembro del Salón de la Fama y uno de los ídolos más grandes que ha vestido la camiseta de Seattle.

“Está teniendo una temporada excelente, no solo ofensivamente, también defensivamente,” dijo su compañero de equipo Randy Arozarena, con traducción de Manny Acta. “Lo que está haciendo ahora mismo es increíble. Está cargando la ofensiva prácticamente él solo.”

Un arma detrás del plato

Pero Cal Raleigh no destaca solamente por su capacidad de enviar la bola por encima de la barda. Según Baseball Savant, Raleigh se encuentra entre los ocho mejores receptores en el rubro de Fielding Run Value, lo que hace referencia al impacto defensivo de un pelotero en función de las jugadas realizadas y las carreras evitadas.

En otras palabras, no es un slugger cualquiera. Es una figura completa, sólida, y en pleno proceso de maduración a sus 28 años. Según Baseball Reference, ya acumula 3.3 Wins Above Replacement (WAR) en menos de 60 juegos — una cifra que típicamente se reserva para aspirantes al MVP en años formidables — y ha bateado más cuadrangulares que estrellas como Shohei Ohtani y Aaron Judge.

Por delante de números históricos

La pregunta inevitable es: ¿puede Raleigh romper el récord de jonrones en una temporada para un receptor? El actual dueño de esa marca es Salvador Pérez, quien conectó 48 en 2021. Raleigh está en camino de llegar a los 64, una cifra que no solo superaría a Pérez, sino que también batiría el récord absoluto de la Liga Americana, actualmente en manos de Aaron Judge con 62 en 2022.

Para un jugador cuya posición suele afectar el rendimiento ofensivo debido al desgaste físico, esta posibilidad representa una anomalía casi imposible. Pero el manager Dan Wilson, ex receptor de Grandes Ligas, sabe que esto va más allá del azar:

“No solo está bateando jonrones, sino que sigue bateando la bola con fuerza,” afirmó Wilson. “Y si sumas eso a lo que hace detrás del plato en un juego como este… es un jugador realmente especial.”

La constancia como clave del éxito

La carrera de Raleigh ha sido todo menos un destello momentáneo. En 2022, conectó 27 home runs, cifra que aumentó hasta los 30 en 2023. Sin embargo, es en 2025 cuando realmente ha estallado como referencia absoluta.

Y su impacto no se limita a las estadísticas. Según Luis Castillo, lanzador de los Mariners:

“Solo deseo que se mantenga sano y tenga una carrera muy larga. Porque ahora mismo, jugar con él es pura diversión.”

Seattle sueña de nuevo

Gracias a sus actuaciones, los Mariners lideran la División Oeste de la Liga Americana con marca de 32-26. El protagonismo de Cal Raleigh en esta gesta es incuestionable. En una franquicia históricamente sedienta de gloria —recordemos que Seattle tiene el récord del mayor número de temporadas sin llegar a la Serie Mundial entre todas las franquicias actuales— sus batazos representan esperanza y renovación.

En un equipo que ha pasado por figuras como Ichiro Suzuki, Félix Hernández o Edgar Martínez, Raleigh podría estar escribiendo su propia historia dorada.

Más allá de Seattle: ¿el rostro emergente de la MLB?

En un momento en que la MLB busca poner el foco sobre nuevas figuras tras la salida de jugadores de renombre al extranjero o el paso del tiempo en leyendas actuales, Cal Raleigh podría convertirse en el rostro emergente de la liga. No tiene una imagen mediática tan global como Ohtani o Judge, pero combina elementos que pueden hacer de él una figura muy atractiva: carisma humilde, una historia de crecimiento constante y un juego poderoso tanto a la ofensiva como en defensa.

Y de paso, lleva un apodo inolvidable: Big Dumper.

Un MVP desde la receptoría: ¿realidad o utopía?

En la historia de las Grandes Ligas, solo algunos receptores han ganado el premio al Jugador Más Valioso. Entre ellos destacan Johnny Bench (dos veces), Joe Mauer y Ivan Rodríguez. ¿Puede Cal Raleigh unirse a esa élite?

Si mantiene el ritmo actual —y sobre todo, si Seattle logra meterse de nuevo a postemporada— los votos podrían inclinarse hacia quien lleva al equipo sobre sus hombros tanto con el bate como con el guante.

“A veces no es jugar más fuerte, sino más inteligente,” dijo Dan Wilson. “Y él juega un béisbol inteligente ya sea detrás del plato o con el bate. Está saliendo enorme para nosotros.”

¿Qué le espera a Raleigh y a los Mariners?

Con dos tercios de temporada aún por disputarse, las miradas se fijan en cómo responderá Raleigh ante la presión mediática y física de sostener semejante hazaña. Pero lo que ya es evidente es que su impacto en este 2025 trasciende al equipo. Estamos presenciando una de las temporadas más impactantes de un jugador en una posición históricamente subestimada.

Tal vez, dentro de unos años, cuando llegue el mes de junio, no recordemos solo el verano, sino también esa vez que el “Big Dumper” empezó a cambiar el juego para siempre.