El colapso de los Red Sox y el renacer de los Rockies: ¿Espejo de dos franquicias en transición?
Mientras Boston sigue tropezando en su propia casa, Colorado celebra una histórica y sorprendente victoria en serie tras meses de frustraciones
Por años, Boston Red Sox y Colorado Rockies han representado realidades muy distintas en el béisbol de las Grandes Ligas. Uno, un club con historia legendaria, múltiples títulos y una exigente base de fanáticos. El otro, una franquicia relativamente joven, con apenas un título de Liga Nacional en 2007 y acostumbrada a ocupar los últimos lugares. Sin embargo, este inicio de junio de 2025 ambos equipos protagonizan historias impensadas: los Red Sox se hunden en errores repetitivos y frustración, mientras que los Rockies rompen una humillante racha histórica con un soplo de esperanza.
Boston Red Sox: la frustración de un gigante herido
El martes pasado en Fenway Park, los Red Sox sufrieron su decimoséptima derrota en partidos decididos por una carrera, esta vez tras caer 4-3 en 10 entradas ante Los Angeles Angels. A pesar de tener más imparables que su rival y empezar el partido con cierto nivel de promesa, Boston volvió a mostrar problemas defensivos (tres errores), escasa producción oportunista y, lo que parece ser ya una marca registrada: deficiencia en el bullpen.
Alex Cora, mánager del equipo y campeón de la Serie Mundial en 2018, no se guardó nada tras la derrota:
“Seguimos cometiendo los mismos errores. No estamos mejorando. En algún momento tiene que recaer sobre mí. Soy el mánager. Tengo que seguir empujándolos para que mejoren. No lo están haciendo.”
Los números acompañan el desánimo: 9-10-1 en series, incluyendo un decepcionante 4-5-1 como locales. A estas alturas, la ilusión que Cora mostraba hace unas semanas se desvanece rápidamente, y es difícil discutir su frustración cuando se observa la falta de progreso tangible del equipo.
Errores que matan el momentum
En el partido contra los Angels, Zach Neto y Nolan Schanuel amargaron la noche con una carrera empujada y una impulsada por dos respectivamente, todo esto en una cuarta entrada que trajo de vuelta los fantasmas del colapso. Aunque Boston respondió en su turno, no supo capitalizar oportunidades con corredores en posición anotadora. Algo que ya no parece anecdótico, sino sistémico.
Tal vez el dato más preocupante para los fanáticos sea que los Sox han perdido 8 de sus últimos 10 juegos, y el cuerpo técnico, incluido Cora, parece no encontrar las respuestas necesarias. La idea de una reconstrucción silenciosa, algo impensado para una franquicia con estirpe ganadora, empieza a tomar forma.
Colorado Rockies: el principio del fin de una vergonzosa racha
En el otro extremo emocional del béisbol, los Colorado Rockies celebran lo que parecía imposible. Tras derrotar 3-2 a los Miami Marlins en una tensa noche en el LoanDepot Park, los Rockies lograron algo que no hacían desde septiembre de 2024: ganar una serie. El triunfo terminó con una de las rachas más oscuras en la historia reciente de las Mayores: 22 series perdidas consecutivamente.
Esa cifra representa un récord en la historia de la MLB desde su expansión en 1961. Ni los icónicos perdedores de temporadas pasadas como los Expos del '69 o los Senators del '62 llegaron a tanto. Oficialmente, los Rockies se convierten en el cuarto equipo desde la expansión en perder su primera serie 18 veces antes de lograr su primera victoria en ese rubro.
Hunter Goodman, el inesperado salvador
Si hay un nombre que sobresale en esta hazaña, es el del joven Hunter Goodman, quien ha conectado tres cuadrangulares en dos juegos para guiar la escuadra de Colorado a la anhelada serie ganada.
Su compañero y jardinero central, Brenton Doyle, lo dijo con orgullo:
“Está encendido. Cuando está en ese nivel, es uno de los mejores bateadores del juego.”
El juego se decidió de forma dramática con un elevado profundo al jardín central que Doyle atrapó contra el muro, asegurando así la tercer victoria consecutiva de Colorado (algo que no sucedía desde inicios de mayo).
Un récord para el olvido... y un punto de partida
Antes de llegar a Miami, los Rockies tenían récord de 3 ganados y 28 perdidos como visitantes. Se trataba del peor registro fuera de casa en esta etapa de temporada... en más de 100 años. Ni los eternos White Sox de los años 30 mostraron tanta ineptitud.
Warren Schaeffer, mánager interino del equipo y parte de este renacimiento inmediato, expresó:
“¿Quién habría dicho que nuestra primera serie ganada no llegaría hasta junio? Pero aquí estamos. Es momento de avanzar.”
Narrativas opuestas que humanizan el juego
Lo que une a Red Sox y Rockies es más que el deporte. Ambos luchan con sus respectivas realidades en un juego que no siempre recompensa la lógica. Boston tiene profundidad, tradición y presupuesto. Colorado es joven, caótico y sin expectativas reales. Pero la MLB no entiende de presupuestos cuando se trata de errores repetidos o pelotas bien colocadas.
Boston parece un gigante que no logra despertar. Colorado una cenicienta con una noche gloriosa en Miami. En ambos casos, aflora la parte emocional del béisbol: la frustración del que no encuentra respuesta y la euforia de quien ha roto un maleficio. Y es que a veces, ganar una serie puede ser más significativo que levantar un trofeo, cuando vienes de una oscuridad tan prolongada.
Perspectivas a corto plazo
- Los Red Sox no tienen un calendario amable en junio, enfrentando a contendientes como los Yankees y Rays, por lo que el margen de error se acorta.
- Los Rockies podrían aprovechar un calendario contra equipos también en reconstrucción: Marlins y White Sox son escenarios ideales para construir confianza.
Como lo demuestra esta semana, el béisbol es más que estadísticas. Es caída libre y redención. Es frustración y catarsis. Hoy, Boston busca respuestas entre sombras. Y Colorado... celebra bajo la luz tenue, pero cálida, de una pequeña victoria con sabor a gloria.
Fuentes: