Hunter Greene y Lance McCullers Jr.: Dos historias opuestas de regreso desde la adversidad
Mientras el as de los Reds lidia con una nueva molestia física, el veterano de los Astros vuelve a mostrar su calidad tras años marcados por lesiones y amenazas
Dos lanzadores, dos destinos
La MLB es una liga de contrastes. Aquellos que alguna vez fueron promesas emergentes pueden verse frenados por lesiones inoportunas, mientras que otros resurgen tras largas ausencias, desafiando no solo los pronósticos médicos, sino también la presión mental y mediática. Esta semana, Hunter Greene y Lance McCullers Jr. se colocaron en el centro de la narrativa del béisbol estadounidense por motivos diametralmente opuestos.
Hunter Greene: Promesa brillante luchando contra su cuerpo
El derecho de 25 años, Hunter Greene, fue retirado tras cinco entradas del juego entre los Cincinnati Reds y los Milwaukee Brewers debido a molestias en la ingle derecha. A pesar de una sólida actuación en la que permitió dos carreras y ponchó a siete bateadores, Greene sintió que "algo se le agarró" en su último par de lanzamientos.
“No es tan malo como lo que sentí en Atlanta, pero igual lo sentí”, dijo Greene tras el partido. “No me preocupa tanto como me frustra. Quiero competir, quiero encontrar mi ritmo. Es difícil cuando tienes que lidiar con esto”.
Greene, seleccionado #2 del Draft en 2017 por los Reds y All-Star en 2024, ha lanzado tres aperturas desde que salió de la lista de lesionados por una tensión en la misma área el 7 de mayo. Su efectividad este año es 2.72 en 11 aperturas, con un récord de 4-3. Pero más allá de los números, Greene consiguió una hazaña estadística impresionante: lanzó strike en el primer pitcheo a los 23 bateadores que enfrentó, siendo apenas el segundo lanzador en lograr esto desde que Sportradar comenzó a registrar datos en el 2000.
El potencial de Greene es indiscutible. Posee una bola rápida que ronda las 100 mph y una disposición a desafiar a los bateadores, incluso a rivales habituales como Milwaukee. Pero su continua batalla con las lesiones —ya sufrió una cirugía Tommy John en 2019— ha ralentizado el desarrollo de lo que muchos consideran un talento generacional.
Lance McCullers Jr.: El renacimiento tras la oscuridad
Del otro lado del diamante emocional, el derecho de los Houston Astros, Lance McCullers Jr., saboreó una victoria largamente esperada. Lanzó seis entradas en blanco contra los Pittsburgh Pirates, logrando su primer triunfo desde el 21 de septiembre de 2022. ¿El motivo? Una larga travesía marcada por lesiones e incluso amenazas de muerte.
McCullers se perdió las temporadas 2023 y 2024 por problemas físicos, siendo activado apenas el 4 de mayo de este año. Desde entonces, acumulaba cinco salidas sin victoria, lo que generó críticas —algunas legítimas, otras excesivamente dañinas.
Una de estas críticas escaló peligrosamente: luego de una mala salida ante los Reds el 10 de mayo, donde permitió siete carreras y solo logró un out, McCullers recibió amenazas de muerte dirigidas a él y su familia a través de las redes sociales.
El perpetrador, un apostador ebrio, fue identificado por la policía de Houston tras cooperar con MLB. Aunque no se presentaron cargos, McCullers recibió seguridad las 24 horas, cortesía del dueño de los Astros, Jim Crane. “Estoy agradecido con todos: Crane, MLB, los Astros, mis compañeros… y también con la afición que me apoyó”, declaró McCullers tras esa noche victoriosa.
Mostrando una madurez fruto de años de experiencia, McCullers incluso se mostró dispuesto a aceptar una disculpa del agresor: “Como cristiano, estoy llamado a amar y perdonar”.
Estadísticas que destacan
- Hunter Greene: 100% strike en primer pitcheo frente a 23 bateadores (solo Michael Fulmer lo había logrado previamente en 2017).
- Lance McCullers Jr.: 6 IP, 7 K, 1 BB, 0 ER ante Pittsburgh en su primera victoria tras 987 días.
- La efectividad acumulada de McCullers tras su regreso es de 4.08, mejorando en cada salida.
La otra cara: ¿El precio mental y físico de la élite?
Lo que une a Greene y McCullers no es solo su brazo derecho lanzador, sino el peso psicológico que conlleva ser el hombre en la loma. En una liga hipercompetitiva, donde lanzar cada cinco días implica tener que estar física y mentalmente listo para enfrentar a las mejores ofensivas del mundo, cada lesión cobra un doble precio.
Para McCullers, no solo fue una lucha física, sino un momento de vulnerabilidad personal y familiar. Para Greene, el reto está en dominar su propio cuerpo mientras mantiene las expectativas —casi divinas— que lo rodearon desde que era adolescente.
Quizá la afirmación más cruda la brindó Greene mismo: “Uno da lo mejor cuando puede lanzar con ritmo cada cinco días. Pero no es tan sencillo cuando estás jugando al límite contra lo que siente tu cuerpo”.
Duelos que valen la pena ver
A pesar de sus adversidades, tanto Greene como McCullers mantienen su lugar como piezas clave en las aspiraciones de sus equipos. Los Reds, ligeramente por debajo en la carrera de la División Central de la Liga Nacional, necesitan a Greene saludable para intentar un ascenso en julio. Los Astros, por su parte, continúan aferrándose a la Wild Card en una Liga Americana ferozmente competitiva.
Mientras tanto, ambos lanzadores siguen ofreciéndonos muestras inequívocas del valor del resurgimiento y del coraje individual en el diamante.
De Cincinnati a Houston: Lecciones de perseverancia
En un deporte que exige constancia y fiabilidad, las lesiones pueden convertir a las joyas más brillantes en interrogantes dolorosas. La historia de Greene aún está en desarrollo. Su talento parece inagotable, pero necesita que su cuerpo le acompañe. La de McCullers, en cambio, es una clase magistral de segunda oportunidad, de cómo sobreponerse a más de dos años fuera del montículo y volver a ser relevante.
Ambos, cada uno desde su realidad, son testimonios vivientes de por qué el béisbol sigue siendo —más allá de sus números— un reflejo emocional y humano del deporte profesional.