Internados, negligencia y tragedias: el oscuro final de Asheville Academy
Suicidios, investigaciones estatales y la clausura de escuelas terapéuticas: cuando el cuidado se convierte en riesgo
Dos suicidios en menos de un mes, acusaciones de negligencia y una licencia revocada: estas son las alarmantes circunstancias que rodean el cierre repentino de Asheville Academy, una escuela residencial para niñas en Carolina del Norte. Lo que comenzó como un centro prometedor de terapia en plena naturaleza se convirtió, según testimonios recientes y acciones estatales, en un espacio donde la salud mental infantil fue gravemente desatendida.
¿Qué era Asheville Academy?
Ubicada en Weaverville, Carolina del Norte, Asheville Academy for Girls ofrecía tratamiento residencial terapéutico a jóvenes con dificultades emocionales o de comportamiento. Según informes públicos de marzo de 2025, tenía capacidad para albergar hasta 90 estudiantes, aunque al momento del cierre tenía 27.
Bajo una filosofía que mezclaba terapia psicológica y vida en la naturaleza, esta escuela representaba una opción aparentemente segura para familias desesperadas por estabilizar la salud mental de sus hijas. Sin embargo, la tragedia tocó a sus puertas en la primavera de 2025 con consecuencias devastadoras.
La cronología de una tragedia
- 3 de mayo de 2025: Una alumna de 13 años muere por suicidio dentro de las instalaciones.
- 8 de mayo: El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte inicia una investigación estatal sobre la academia.
- 27 de mayo: El gobierno ordena a la institución no admitir más estudiantes hasta garantizar su seguridad y demostrar supervisión adecuada de su personal.
- 29 de mayo: Una segunda estudiante, de apenas 12 años, se suicida. Dos días después, el centro libera a todas sus alumnas y cierra sus puertas.
"Compartimos nuestras más profundas condolencias con la familia y todos los afectados por esta tragedia", declaró la academia en un comunicado emitido el 31 de mayo. También aseguraron que no harían más comentarios por respeto al proceso investigativo en curso.
Los dueños y los antecedentes previos
Asheville Academy no funciona sola. Es uno de los centros propiedad de Family Help & Wellness, una organización con sede en Oregón que también maneja Trails Carolina, otra institución que sufrió el revocamiento de su licencia en 2024. En ese caso, un niño de 12 años fue hallado muerto en una cabaña, tan solo un día después de su ingreso.
Estos antecedentes acusan una falla sistémica más profunda, y no únicamente un caso aislado. Centros de tratamiento residenciales para menores han sido cuestionados en diversas jurisdicciones no solo por negligencia, sino por abusos físicos y emocionales, condiciones infrahumanas y estructuras administrativas opacas.
El fenómeno de las “escuelas terapéuticas”
En Estados Unidos, especialmente en zonas rurales, existe toda una industria de "escuelas terapéuticas" o "programas de modificación de conducta" orientados a menores con trastornos emocionales o que han tenido dificultades sociales. Muchos de estos centros —privados— son costosos (con mensualidades que pueden superar los $10,000) y operan lejos de la supervisión pública directa.
Desde hace décadas, organizaciones como Breaking Code Silence han denunciado abusos dentro de este tipo de instituciones. Testimonios de jóvenes que pasaron por ellas relatan desde medidas disciplinarias inhumanas hasta aislamiento forzado y abuso sexual.
De hecho, figuras como Paris Hilton han alzado sus voces contra estos centros tras experiencias traumáticas en su adolescencia. Hilton ha presionado por una legislación federal más estricta que regule y supervise estos lugares.
¿Dónde estaban las alertas?
Lo que más preocupa es que el Estado actuó recién después del primer suicidio. A pesar de que muchos de estos centros tienen auditorías periódicas, las inspecciones no siempre detectan problemas estructurales o relacionales que amenazan el bienestar mental de los estudiantes.
El caso de Asheville Academy también genera interrogantes sobre el cumplimiento de protocolos de prevención del suicidio y la capacitación del personal. ¿Contaban con psicólogos clínicos adecuados? ¿El personal nocturno tenía formación en salud mental? Aún no hay respuestas oficiales.
Un patrón que se repite
Según cifras de la organización National Youth Rights Association, en los últimos diez años han cerrado más de 60 programas de modificación conductual por denuncias de abuso. Sin embargo, muchos simplemente cambian de nombre o reabren en otros estados.
La falta de regulación federal sólida permite que los mismos actores administren otras instituciones. Carolina del Norte ha tenido múltiples cierres similares en los últimos cinco años, muchos detrás de organizaciones como Family Help & Wellness.
¿Y ahora, qué sigue?
Tras el cierre, no se han revelado detalles precisos sobre la investigación en curso ni se han presentado cargos penales contra empleados. Sin embargo, activistas y padres exigen mayor transparencia, supervisión más rigurosa y que se cree una base de datos nacional sobre estas instituciones y su historial.
Además, se ha abierto nuevamente el debate sobre alternativas comunitarias y escolares para el tratamiento de salud mental en menores. Según la Asociación Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente, el modelo residencial debe ser una alternativa final, y no una salida rápida ante la falta de apoyos escolares o familiares.
La salud mental como política pública
Lo que ocurrió en Asheville no puede verse como un hecho aislado, sino como parte de una negligencia institucionalizada frente a la salud mental infantil y adolescente. La combinación entre capital privado sin límites y políticas públicas inadecuadas ha permitido que tragedias como estas se repitan cíclicamente.
Mientras las familias buscan desesperadamente ayuda, y los estados no proveen infraestructura suficiente para el apoyo temprano a salud mental, estos centros seguirán proliferando.
"No solo necesitamos prevenir suicidios," dice la psicóloga clínica Dra. Karen Hoffman, "sino generar entornos terapéuticos reales, donde los menores sean tratados con dignidad, respeto y seguimiento clínico genuino. Hay demasiado dinero vinculado a programas peligrosamente mal diseñados".
Los legisladores, por su parte, han comenzado a recibir presión para establecer límites temporales a nuevas licencias para estos centros hasta que se reforme el sistema de supervisión estatal y federal. Por ahora, lo único cierto es que dos familias están de luto por pérdidas que, posiblemente, pudieron evitarse.
Si tú o alguien que conoces está lidiando con pensamientos suicidas, la línea nacional de prevención en Estados Unidos ofrece ayuda gratuita y confidencial en el 988 o en 988lifeline.org