La revolución defensiva de los 49ers: sangre nueva, expectativas altas y una misión clara
San Francisco renueva su línea defensiva con jóvenes promesas y la llegada de Bryce Huff en busca de recuperar una identidad dominante
Un reencuentro con la esencia defensiva
Desde que Kyle Shanahan y John Lynch asumieron el control de los San Francisco 49ers en 2017, la prioridad ha sido clara: construir una defensa dominante desde la línea. Y durante varias temporadas, funcionó. Sin embargo, un decepcionante desempeño en la temporada 2024 (con marca de 6-11) provocó un terremoto en la estructura defensiva del equipo, especialmente en el corazón del front seven.
Con una de las peores temporadas en presión al mariscal de campo desde 2020 y un promedio de 4.45 yardas permitidas por acarreo —más de una yarda más que en 2022—, los 49ers sabían que era momento de reconfigurar su identidad defensiva. Lo hicieron con decisión: despidieron a tres titulares de la línea y apostaron por lo que muchos consideraban una jugada arriesgada, pero necesaria: juventud, velocidad y hambre de demostrar.
Una purga necesaria: adiós a los veteranos, hola novatos
Durante la offseason, San Francisco cortó vínculos con nombres pesados: Javon Hargrave, Leonard Floyd y Maliek Collins. Tres jugadores con experiencia, pero con contratos que ya no justificaban su nivel. En su lugar, llegaron tres selecciones de draft y una adquisición bajo el radar que podría dar muchos dividendos.
- Mykel Williams, ala defensiva de Georgia, fue seleccionado con la 11.ª elección general del Draft de 2025.
- Alfred Collins, tackle defensivo de Texas, llegó en segunda ronda.
- CJ West, un tackle más orientado al juego terrestre, fue elegido en la cuarta ronda.
Pero quizá el movimiento más importante fue la adquisición de Bryce Huff, un ala defensiva dinámico cuyo mejor momento llegó en 2023 con los New York Jets: 10 capturas y 67 presiones en apenas 334 snaps de pass rush. Números de élite.
El regreso de Robert Saleh y la nueva versión de Kocurek
Con tantos cambios en el personal, la responsabilidad recae ahora en el coach de línea defensiva, Kris Kocurek, y el flamante regreso de Robert Saleh como coordinador defensivo. Saleh, quien forjó la explosiva defensa de los 49ers entre 2017 y 2020, vuelve tras su paso por los Jets, donde estudió y utilizó a Huff con gran éxito.
De hecho, fue Kocurek quien destacó las cualidades físicas de Huff:
"Su explosividad salta del video. Su primer paso y su capacidad para doblar el borde son elite. Si regresa a ese esquema de mano en tierra, como lo usaban los Jets, creo que vamos a ver su mejor versión nuevamente".
En Philadelphia, Huff sufrió al ser reubicado como linebacker exterior en posición de pie (stand-up). ¿Resultado? Apenas 2.5 capturas, 23 presiones y una salida humillante: fue inactivo en el Super Bowl.
Nick Bosa: una superestrella que necesita apoyo
Nick Bosa es uno de los mejores cazamariscales de la NFL, pero durante 2024 fue víctima de un enfoque de protección constante por parte de las ofensivas rivales. Sin un compañero digno del otro lado, Bosa fue blanco de dobles marcas y bloqueadores adicionales. Acabó la temporada con solo 9 capturas, su cifra más baja desde su año de novato (2020 fue excluido ya que se lesionó).
Con Huff como complemento y Mykel Williams entrando con fuerza, los 49ers esperan retomar su lugar entre los cinco mejores equipos en términos de presión al pasador, como lo hicieron en 2019 (57 capturas) y 2022 (44 capturas, principales en la NFC).
Mykel Williams: ¿el nuevo monstruo de la Bahía?
Mykel Williams tiene todas las cualidades físicas para ser un disruptor inmediato en la NFL. Con 1.95 metros de alto y 123 kg de peso, destaca por su combinación de velocidad y poder. En sus dos años con los Bulldogs, sumó 16 capturas y fue nombrado All-SEC en ambas temporadas.
Lo interesante de Williams es su versatilidad: puede alinear como EDGE o DT dependiendo del paquete defensivo. Esto le permite a Kocurek usar formaciones creativas, escondiendo cargas y explotando desequilibrios ofensivos.
Una generación defensiva con mentalidad distinta
Más allá del talento, los 49ers están apostando a una cultura diferente: jugadores con sed de aprender, de ganarse un lugar, de volver a poner la defensa en primer plano. Así lo explica Kocurek:
"Este grupo llega con hambre. Están ansiosos por absorber conocimientos y mejorar cada día. No se trata solo de talento, sino de actitud. Y me encanta eso".
Comparativa: ¿2025 puede parecerse a 2019?
En 2019, los 49ers alcanzaron el Super Bowl con una defensa top 3. Tenían una línea impecable: Bosa, Buckner, Armstead y Dee Ford sumaron 26 capturas entre los cuatro. El equipo registró 57 capturas totales y mantuvo a rivales a 281 yardas por partido (segundos en la liga).
¿Puede la versión 2025 llegar a ese nivel? La combinación de talento joven, regreso de Saleh y la presencia de Huff como acelerador de la presión externa hace pensar que hay una base para al menos acercarse. Según PFF, los 49ers tuvieron un pass rush win rate de apenas 35% en 2024, rango 25° en la liga. Con la llegada de nuevos elementos, podrían subir al top 10 rápidamente.
Un camino con obstáculos, pero con identidad recuperada
Nadie en el edificio de Santa Clara espera una transición fácil. Pero el haber llegado al fondo estadístico en defensa —últimos en capturas en la NFC y antepenúltimos en eficiencia en tercera oportunidad— parece haber despertado algo especial en el cuerpo técnico.
"Si eso no te enfurece, entonces debes dejar de entrenar", dijo Kocurek, con un dejo de rabia. "El fuego arde más profundo ahora. No podemos permitirnos otro año así. Y no vamos a hacerlo".
La historia nos muestra que, cuando estos 49ers invierten en su línea defensiva, los resultados llegan. Lo hicieron en 2019, lo repitieron parcialmente en 2022. ¿Será 2025 otro de esos años? Si Huff revive su versión neoyorquina, Williams muestra su potencial y Kocurek logra ensamblar todas las piezas, es muy probable que la Bahía vuelva a rugir con cada presión al quarterback rival.