Marta, leyenda eterna: su regreso triunfal con Brasil y el legado que inspira al fútbol femenino

A sus 39 años, Marta volvió a lucir la cinta de capitana con la selección brasileña en una emotiva victoria ante Japón, mientras continúa dejando huella en el fútbol mundial

El regreso de una reina: Marta vuelve a brillar con la 'Canarinha'

En un mundo del deporte donde las leyendas a menudo se despiden en silencio, Marta Vieira da Silva, ícono absoluto del fútbol femenino, ha optado por otro camino: el de seguir conquistando corazones dentro del campo. El pasado lunes, el estadio Cícero de Souza Marques fue testigo de una jornada memorable cuando Marta fue nombrada capitana de la selección brasileña en su primer partido como titular tras los Juegos Olímpicos de París 2024.

Brasil se impuso por 2-1 ante Japón en este amistoso internacional, pero la verdadera victoria fue la conexión emocional que Marta volvió a tejer con la hinchada. Tras entrar como suplente en el anterior partido —una victoria 3-1 también ante las japonesas—, esta vez la jugadora que ha sido coronada seis veces como la mejor del mundo por la FIFA regresó al once titular con la cinta de capitana y toda la gloria que su nombre implica.

A los 39 años, y tras anunciar su retiro de la selección tras los Olímpicos, Marta disputó 73 minutos antes de ser sustituida por Jhonson, quien anotaría el gol del triunfo seis minutos después. Un cierre simbólico para una actuación que no solo fue futbolística, sino también emocional, histórica e inspiradora.

Una carrera de récord y pasión

Hablar de Marta es repasar una de las trayectorias más ricas del fútbol. Nacida en Dos Riachos, Alagoas, su historia es el sueño de muchas niñas brasileñas: superar la pobreza, romper con los estereotipos de género e incluso imponerse en una estructura machista que durante años marginó al deporte femenino.

Debutó con la selección mayor en 2002 y desde entonces no ha parado de sumar hitos:

  • 6 veces FIFA World Player (2006-2010, 2018)
  • Brasilera con más goles en Copas del Mundo (17), superando incluso a Miroslav Klose, quien ostenta 16 con Alemania
  • 5 Juegos Olímpicos disputados (Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokio (JP2020) / París 2024)
  • Medallas olímpicas: plata en 2004 y 2008
  • Actual jugadora del Orlando Pride en la NWSL, equipo con el que fue campeona en 2023 y ha renovado hasta 2026

“Marta es más que una jugadora. Es un símbolo de resistencia, de determinación, de belleza en el fútbol”, dijo alguna vez Pelé, el otro gran mito del deporte brasileño.

Brasil, en modo Copa América Femenina

Este regreso de Marta llega también justo antes de una cita importante: la Copa América Femenina 2025, que se celebrará en julio en Ecuador. Brasil llega como vigente campeona y sabe que el título no se negocia.

Bajo la dirección técnica de Arthur Elias, quien ha insistido en dar continuidad a un equipo joven pero con referentes, la figura de Marta se convierte en un faro no solo técnico, sino sobre todo anímico y moral.

“Tener a Marta otra vez con nosotras es un regalo. Su liderazgo es natural y su presencia levanta al grupo”, comentó la también referente Debinha tras el partido ante Japón.

Marta: legado, inspiración y lo que viene

La reinserción de Marta en la selección no pretende extender eternamente su carrera internacional. Ella misma ha dicho que París fue su "última danza" como mundialista. Sin embargo, su historia demuestra que algunas figuras siguen ardiendo en lugar de apagarse.

Su rol en el Orlando Pride también continúa siendo esencial. Pese a estar en las últimas etapas de su carrera, el club estadounidense ha decidido renovar su contrato hasta 2026, señal de que confían tanto en su calidad como en su papel como mentora de nuevas generaciones.

La NWSL, una de las ligas femeninas más competitivas del mundo, aún es testigo del talento de Marta, quien continúa sembrando magia en cada toque del balón. La temporada 2023 fue testigo de su liderazgo en la obtención del primer título en la historia del club.

Más allá del campo: Marta como símbolo cultural y social

Marta ha sido durante años el rostro visible de la lucha por la igualdad en el deporte. Desde campañas de Nike, su papel en la promoción del fútbol base femenino en Brasil, hasta sus discursos emblemáticos, ha ido más allá de los límites de la cancha.

En el Mundial de Francia 2019, luego de la eliminación de Brasil, dijo entre lágrimas:

“No va a haber una Formiga para siempre. Una Cristiane para siempre. Una Marta para siempre. Piensen en eso. Valoren más”.

Fue un llamado potente a las dirigencias, a las federaciones, pero también una motivación para las niñas que deben verse reflejadas en referentes como ella. Hoy, Brasil goza de una de las canteras femeninas más prometedoras del mundo, y en parte, esa cosecha tiene las semillas que Marta plantó.

Un adiós que no llega: ¿por qué Marta sigue?

Muchos afirman que Marta debería haber dicho adiós ya tras los Juegos Olímpicos. Otros —entre ellos muchos aficionados— celebran cada segundo extra que el fútbol le roba al retiro.

Para Marta, continuar no es solo una decisión física, sino una misión emocional. Mientras tenga piernas, pasión y visión de juego, su aporte sigue siendo valioso. No solo como titular o goleadora, sino como quien guía, organiza y entusiasma desde el campo o desde el banco.

Brasil avanza hacia su próxima prueba continental y Marta estará allí. A su modo. Ya no como la jugadora que lo resuelve todo, sino como la pieza que equilibra, inspira y hace soñar.

El futuro del fútbol femenino brasileño tras Marta

Aunque el retiro definitivo se asoma en el horizonte, el fútbol femenino en Brasil ya ha comenzado a pensar en el después de Marta. Jugadoras como Bia Zaneratto, Geyse, Kerolin y Debinha son ahora quienes tomarán la estafeta.

La transición no será sencilla. Marta ha sido una figura insustituible, pero su legado asegura que el camino ya está trazado. Ahora el foco está en fortalecer estructuras, visibilidad y competencia.

Según datos de la CBF, el número de clubes con estructuras femeninas se ha multiplicado x3 en la última década. El fútbol femenino brasileño está floreciendo, y aunque la pionera eventualmente dejará la cancha, su esencia estará en cada movimiento, en cada pase, en cada niña que sueñe con vestir la canarinha.

Una última Copa América... ¿y después?

Es posible que la Copa América Femenina 2025 sea el último torneo en el que veamos a Marta en la verdeamarela. Tal vez no juegue todos los partidos, quizás algunos minutos, o solo entregue su guía desde el banco. Pero cada imagen suya en el campo volverá viral, resonará en los corazones del público y quedará impresa en la historia.

Y cuando finalmente diga adiós, el fútbol sabrá que vio a una de las más grandes hacerlo todo, desde los campos de tierra en Alagoas hasta los templos del fútbol mundial. Porque como una vez dijo Zidane sobre otro mito: “los genios no se retiran, se transforman”.

Marta, gracias por transformar al fútbol. Hoy sigue jugando, mañana seguirá inspirando.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press