Operación Spiderweb: drones, ingenio y guerra moderna a precio de saldo
Cómo Ucrania golpeó la aviación estratégica rusa con drones caseros y le dio una lección tecnológica al mundo
Un ataque que cambió las reglas del juego
El pasado domingo, Ucrania llevó a cabo un audaz ataque a gran escala contra bases aéreas en lo profundo del territorio ruso. Lo que hace que esta operación, denominada "Operación Spiderweb", sea tan sorprendente no es solo la magnitud del daño —más de 40 aeronaves destruidas o dañadas—, sino el costo y la estrategia empleadas por los ucranianos: drones de menos de $1,000 lanzados desde cajas de madera ocultas en camiones.
Este golpe no solo dañó maquinaria militar rusa equivalente a miles de millones de dólares, incluyendo bombarderos estratégicos Tu-95 y aviones de alerta temprana A-50, sino que también dejó perplejo al Kremlin y envió una advertencia clara a Occidente: esta es la cara de la guerra moderna, asimétrica e imprevisible.
Drones: del juguete militar al arma estratégica
Los drones no son nuevos: desde sus inicios han sido herramientas de vigilancia y ataque menor. Pero lo que ha cambiado en esta década es su accesibilidad, autonomía y variedad táctica. Como explicó Caitlin Lee, experta en guerra con drones del centro RAND, "los drones han ampliado drásticamente la capacidad de sabotaje de actores hostiles".
Para Ucrania, enfrentarse a una superpotencia como Rusia desde 2022 ha significado desarrollar soluciones creativas. Desde entonces, han usado drones modificados, camiones con torretas caseras e incluso señuelos de madera imitando sistemas HIMARS estadounidenses para atraer fuego ruso.
En "Spiderweb", drones FPV (First-Person View) fueron introducidos en territorio ruso, ocultos en cajas de madera. Llegaron hasta regiones remotas como Siberia, el Ártico ruso, el Lejano Oriente y zonas del oeste ruso. Allí, fueron lanzados contra bombarderos estratégicos y centros de mando críticos.
Un costo de $7 mil millones con tecnología AI casera
Según estimaciones ucranianas, los daños podrían ascender a $7 mil millones. Una cifra disputada por el Kremlin, aunque fotos satelitales recopiladas por Maxar Technologies muestran al menos siete bombarderos destruidos en la base de Belaya en Irkutsk, una de las principales instalaciones de aviación estratégica rusa.
Entre los aviones afectados estuvo el Tu-95, un bombardero cuatrimotor turbohélice de largo alcance que ya no se fabrica, lo que complica su reemplazo. También se reportó la destrucción de un A-50, avión similar al AWACS occidental, clave para el control aéreo.
Lo fascinante es que los drones usaron capacidades automatizadas combinadas con inteligencia artificial para navegar. En caso de pérdida de señal, continuaban su ruta de ataque programada. Esto representa una evolución táctica significativa: hace cinco años, esta combinación hubiera estado fuera del alcance de Ucrania.
Creatividad ucraniana frente a poderío ruso
Douglas Barrie, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, afirmó que "la creatividad ucraniana tomó completamente desprevenidos a los rusos". Y es que esta no ha sido la única maniobra impactante de Ucrania:
- Han usado camionetas adaptadas como plataformas de guerra electrónica y antidrones.
- Han reutilizado armamento recuperado de enemigos capturados o zonas tomadas.
- Han logrado ataques similares a los de Israel contra Hezbollah usando drones de explosión programada.
Este ataque también mostró que, incluso sin superioridad aérea, se puede infligir daño devastador y desestabilizar estructuras de poder bien arraigadas como las bases aéreas rusas.
Una advertencia para Occidente
Lo ocurrido preocupa profundamente a expertos en seguridad en Europa, EE. UU. y Asia. El ataque de drones de baja firma radar, bajo vuelo y autonomía AI resulta difícil de detectar y neutralizar.
"Los drones vuelan lento y bajo, en muchos casos parecen aves en los radares", explicó Fabian Hinz, experto del IISS. "Y si son lanzados dentro del país, no se pueden interceptar con sistemas diseñados para misiles balísticos".
Estados Unidos anunció hace poco el programa “Cúpula Dorada” de $175 mil millones para protección ante misiles de largo alcance, pero expertos como Lee advirtieron que poco se está haciendo contra amenazas más lentas y pequeñas.
Lo más preocupante: drones similares han sido divisados el último año en bases militares de Estados Unidos, Reino Unido y Noruega, así como sobre fábricas de armamento en Alemania.
Simplificando la defensa o encareciendo el conflicto
Frente al bajo costo de la ofensiva ucraniana, la defensa se encarece. Para proteger sus aeronaves estratégicas, Rusia deberá ahora hacer lo siguiente:
- Invertir en refugios reforzados.
- Dispersar su flota aérea en múltiples bases.
- Desarrollar inteligencia artificial propia para detección temprana.
- Examinar seriamente cómo reorganiza su sistema de defensa interna.
“Cualquiera que sea el ángulo desde el que lo veas, para Rusia esto es un gasto masivo”, dijo Thomas Withington, del Royal United Services Institute. "No solo es reparar aviones: es reconstruir confianza y capacidad".
¿Se debilitarán los ataque rusos sobre Ucrania?
Es difícil saberlo. Aunque perder Tu-95s o un A-50 duele para Moscú, no está claro que el uso de estos aviones fuera central en los últimos ataques rusos. Según datos analizados por la Fuerza Aérea Ucraniana entre julio y diciembre de 2024, Tu-22M3s y Tu-95s fueron usados solo 14 veces. En cambio, drones —con o sin carga explosiva— volaron casi todas las noches.
Así, aunque esta operación puede reducir la capacidad de ataques aéreos estratégicos momentáneamente, Rusia probablemente recurrirá a otras tácticas de saturación o reemplazo logístico.
Una nueva era de guerra artesanal potenciada por IA
Comparando con la Primera Guerra Mundial, cuando los ingenieros aún debatían cómo debía ser un tanque, estamos viendo hoy la fase experimental de los drones como protagonistas bélicos. Cada conflicto aporta nuevos aprendizajes y la velocidad de desarrollo es tal, que lo que funciona hoy puede quedar obsoleto mañana.
Pero si algo deja claro la Operación Spiderweb, es que la guerra moderna ya no la define únicamente el poderío del armamento, sino la agudeza del ingenio y la habilidad de adaptación. Y en ese terreno, Ucrania ha demostrado ser un rival formidable.