Shaq y Iverson: Las leyendas que quieren resucitar a Reebok desde las oficinas

Del parquet al poder ejecutivo: cómo dos íconos del baloncesto buscan devolverle su mística a una marca olvidada

Un reencuentro histórico más allá de la cancha

Shaquille O’Neal y Allen Iverson, los eternos rivales de las Finales de la NBA del 2001, están de regreso. No con un desafío deportivo, sino en una cruzada empresarial que mezcla deporte, cultura pop y marketing: revivir la marca Reebok y devolverla a la cima donde alguna vez estuvo. La docuserie "Power Moves" en Netflix documenta este ambicioso proceso en seis episodios tan explosivos como una volcada de Shaq o un crossover de A.I.

De íconos deportivos a ejecutivos de trajes y zapatillas

En su nuevo rol como presidente y vicepresidente de Reebok Basketball, Shaquille O’Neal y Allen Iverson intercambian jerseys por trajes, pero no pierden su esencia. Shaq, un gigante de 2,16 metros y cuatro anillos de campeón, sigue siendo el rostro de los hombres altos en el baloncesto. Mientras tanto, Iverson, el ídolo de los exteriores veloces y rebeldes, es el alma callejera que marcó época en los 90’s y cuya huella aún se siente en las calles y en la moda urbana.

“No construí Reebok solo”, dice Shaq, recordando cómo su modelo Shaq Attaq puso la marca en boca de todos desde su aparición en 1992. Iverson, por su parte, inmortalizó los modelos The Question y The Answer, algunos de los zapatos más vendidos en la historia del basketball y aún venerados por los sneakerheads.

Una amistad forjada en respeto

Lo que podría parecer una mancuerna de marketing simplemente estratégica es, en realidad, una relación genuina de respeto y admiración. “Lo que aprendo de él dentro y fuera de la cancha… Es un tipo hermoso. Cómo trata a su madre, cómo reconoce sus errores... Es como un hermano mayor”, dijo Iverson sobre Shaq.

Iverson no solo trae carisma y legado, también una historia de superación que conecta con muchos jóvenes. Fue el MVP de la NBA en 2001 pese a medir solo 1.83 m y enfrentarse a un monstruo como Shaq en esas míticas Finales Lakers vs. Sixers.

El ascenso, declive y reinvención de Reebok

Reebok no siempre fue una marca en apuros. Fundada en 1895 en Bolton, Inglaterra, explotó en popularidad en los 90 con estrellas como Dee Brown (y sus zapatillas Pump) y con alianzas con figuras de la talla de Jay-Z y 50 Cent en la siguiente década. También firmó acuerdos con mega ligas como la NFL, NBA, MLB y NHL.

Sin embargo, la compra por parte de Adidas en 2006 por $3,800 millones no tuvo el efecto esperado: en vez de potenciarla como la nueva competencia global de Nike, la marca perdió identidad. Nike, con Jordan, LeBron y Kobe, se consolidó como el gigante definitivo. Reebok, entre tantos experimentos y falta de dirección, se desdibujó.

El regreso empieza desde abajo... con Shaq y A.I. al mando

Desde la adquisición por parte de Authentic Brands Group en 2021, donde Shaq también es accionista, se trazó un nuevo horizonte. “Es tiempo de devolverle el protagonismo a Reebok”, declaró O’Neal. Iverson, por su parte, habla de gratitud y propósito: “Vamos a devolverle el amor a una marca que nos abrazó primero”.

La estrategia está clara: conectar con una nueva generación sin olvidar a los que hicieron grande a la marca. Por eso, sumaron a Angel Reese, estrella emergente de la WNBA, en su primer contrato NIL. Su nombre y su estilo ya están generando nuevas conversaciones dentro y fuera de la duela.

Aprendiendo de las nuevas generaciones

Uno de los momentos más reveladores de la serie es cuando Shaq recibe una lección de su hijo Shareef. “Yo quería hacer zapatos altos”, confesó el ex Lakers. Pero en un torneo de AAU con más de 70 canchas, Shareef lo corrigió: “Papá, ya nadie usa high tops. Esto es otra era.”

Esa humildad para escuchar, incluso cuando uno ha sido una leyenda, es parte de lo que hace tan valioso este esfuerzo. “El mejor liderazgo está en saber escuchar a quienes están realmente en las trincheras”, reconoció Shaq.

Un enfoque más auténtico que corporativo

La serie Power Moves no es solamente una campaña de marketing visual: es una mirada real —sin scripts ni maquillaje corporativo— al proceso orgánico de reconstrucción de marca. Iverson incluso la llamó un “momento de círculo completo”, al trabajar mano a mano con su ídolo y amigo.

Además de lo evidente (retomar fuerza en el mercado del calzado deportivo), Reebok parece ir por un revival más profundo: cultural, emocional y generacional.

¿Puede Reebok renacer en la era del hype y los influencers?

Hoy marcas como Nike, Adidas, Puma, o incluso New Balance, compiten más en Instagram que en el campo o la cancha. Las colaboraciones con artistas, influencers o diseñadores dictan el pulso del mercado. ¿Hay lugar para un clásico como Reebok?

La respuesta podría estar en esta fórmula de autenticidad + representación + nostalgia. Shaq e Iverson no solo tienen legado, también conexión emocional con millones de fans.

  • 92% de los consumidores jóvenes valoran más la autenticidad que la publicidad tradicional (Harvard Business Review, 2023)
  • El mercado global de sneaker culture se valoró en más de $72 mil millones en 2022 y sigue creciendo.
  • El modelo Reebok Question Mid sigue siendo uno de los más revendidos en redes como StockX y GOAT.

El reto es inmenso, pero no imposible

Reebok no necesita reinventarse del todo; necesita reivindicar su historia con una visión renovada. Tiene íconos, tiene legado, y ahora tiene liderazgo.

Shaq y A.I. representan más que nostalgia: son la prueba de que aún hay espacio para las marcas que están dispuestas a escuchar, a conectar de verdad, y a desafiar los convencionalismos del mercado actual.

“Esto no se trata de dinero. Reebok fue quien estuvo para mí cuando nadie más lo hizo”, dice Iverson. Y eso, al parecer, tiene un valor incalculable.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press