¿Podemos duplicar el voluntariado en Estados Unidos? Una mirada crítica al ambicioso plan de Points of Light

La organización fundada por George H.W. Bush quiere movilizar a 150 millones de personas para apoyar a organizaciones sin fines de lucro. ¿Realidad o utopía en tiempos de crisis y desinterés social?

El renacer del voluntariado: una urgencia nacional

En medio de una creciente polarización política, recortes presupuestarios y una crisis de confianza institucional, la organización estadounidense Points of Light lanzó una propuesta audaz: duplicar la cantidad de voluntarios anuales en EE.UU., pasando de 75 a 150 millones de personas en la próxima década.

La meta fue anunciada en la conferencia anual de la organización, celebrada en junio en Nueva Orleans. Jennifer Sirangelo, presidenta de Points of Light, aseguró que la necesidad de movilizar a la ciudadanía nunca había sido tan urgente:

“Tenemos que hacerlo ahora. Es más importante que nunca, especialmente tras la disrupción de AmeriCorps” – Jennifer Sirangelo.

La iniciativa busca contrarrestar no solo los efectos de la pandemia —que redujo significativamente la participación comunitaria—, sino también los recortes federales que amenazan la existencia de muchas ONGs en EE.UU.

Un país de voluntarios... ¿todavía?

Históricamente, Estados Unidos ha sido una nación con una fuerte cultura de voluntariado. Según datos del U.S. Census Bureau y AmeriCorps, la tasa de participación ciudadana en este ámbito había sido estable desde 2002, pero cayó notablemente con la llegada de la pandemia de COVID-19.

En 2019, cerca del 30% de los adultos estadounidenses participaron en alguna forma de voluntariado formal, cifra que cayó al 23.2% en 2021. Y aunque se ha comenzado a recuperar, aún está lejos de su nivel pre-pandémico.

Un desafío de dimensiones monumentales

Para lograr esta meta colosal, Points of Light planea:

  • Invertir $100 millones en los próximos tres años.
  • Utilizar plataformas tecnológicas para conectar a voluntarios con oportunidades.
  • Transformar estructuras organizativas para acoger a los jóvenes.
  • Medir el impacto de los voluntarios, más allá de las horas invertidas.

“Nuestra misión es hacer que el voluntariado sea más fácil, más impactante y más sostenido”, dijo Neil Bush, presidente de la junta de Points of Light e hijo del expresidente George H.W. Bush. Él resaltó que los voluntarios agregan capacidades críticas a organizaciones que, de otro modo, estarían desbordadas.

¿Por qué es tan difícil captar voluntarios hoy?

Susan M. Chambré, profesora emérita de Baruch College y experta en voluntariado, elogió la meta, pero matizó sus expectativas:

“Es una meta admirable, pero poco realista. Las tasas de voluntariado han sido muy estables durante décadas.”

Chambré agregó que el voluntariado se ha vuelto altamente transaccional; ya no es una actividad rechazada por la sociedad, pero sí ha sido absorbida por la lógica de la gestión profesional de las ONGs, reduciendo el sentido de comunidad y pertenencia.

Además, vivimos en una época de gran incertidumbre: altos niveles de estrés financiero, presiones laborales, crisis climática, dinámicas sociales fragmentadas. Según Karmit Bulman, directora ejecutiva de East Side Learning Center:

“La gente quiere ayudar, pero no va a saltar por aros burocráticos para poder colaborar. Necesitamos ser más flexibles.”

El rol cambiante de los jóvenes: emprendedores sociales

Uno de los focos principales de la campaña es atraer a la Generación Z, cada vez más comprometida con causas sociales, pero menos interesada en estructuras tradicionales.

Jennifer Sirangelo notó que “muchos jóvenes que quieren participar fundan sus propias iniciativas, en lugar de unirse a instituciones ya existentes.” Esto les llevó a incorporar a Alex Edgar, de 21 años, como miembro con pleno derecho en la junta directiva de Points of Light.

Edgar añadió:

“Para tener una conexión real con mi generación, la estrategia no debe hablarle a los jóvenes, sino co-crearse junto a ellos.”

¿Tecnología al rescate?

Points of Light propone algo que muchos han intentado con resultados limitados: usar tecnología para optimizar el voluntariado. Aplicaciones móviles, bases de datos interactivas, plataformas con geolocalización. La idea es hacer que encontrar oportunidades sea tan fácil como pedir comida por una app.

Pero los retos son muchos. Las plataformas suelen tener problemas de actualización, falta de personal para aceptar grandes cantidades de solicitudes, procesos de filtrado largos y, sobre todo, un sistema descentralizado donde cada ONG tiene sus propias reglas.

Empresas sociales como Catchafire o VolunteerMatch han demostrado que una buena interfaz no basta: hace falta una red institucional sólida, algo que Points of Light dice tener a través de sus alianzas globales.

¿Cuál es el papel de las empresas?

Uno de los aspectos más destacados del trabajo de Points of Light en años recientes ha sido el desarrollo de programas de voluntariado corporativo, un espacio que continúa siendo controversial. Mientras algunos critican que se hace más por relaciones públicas que por convicción, otros celebran la canalización de recursos empresariales hacia fines comunitarios.

Según el Do Good Institute de la Universidad de Maryland, cerca del 25% del voluntariado en EE.UU. viene a través de programas organizados por empresas. Points of Light afirma que este será uno de los pilares para escalar su proyecto.

¿Una cuestión de identidad nacional?

El voluntariado ha sido utilizado desde hace décadas como una herramienta para fortalecer la cohesión social. George H.W. Bush lo llamó “mil puntos de luz” en su discurso inaugural de 1989. Desde entonces, la visión de un EE.UU. solidario ha sido parte del ADN republicano moderado.

Pero el contexto actual plantea nuevos desafíos: un país polarizado, una juventud desconfiada, y un ecosistema tecnológico aún en desarrollo. ¿Podrá la propuesta de Points of Light hacer renacer el compromiso altruista entre los estadounidenses?

El director de la división de Woods, Waters and Wildlife del Natural Resources Council of Maine lo dijo bien, refiriéndose a otro contexto, pero aplicable aquí:

“Reconocemos que estos son recursos únicos que debemos proteger. El camino que tenemos por delante es uno prometedor.”

Voluntariado, participación cívica y transformación social están más vinculados de lo que parece. La pregunta no es si se puede duplicar la cifra: es si se puede cambiar la cultura.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press