Lesiones y ausencias sacuden la MLB: una temporada marcada por la fragilidad física
Entre conmociones, cirugías y tragedias personales, las Grandes Ligas enfrentan un junio complicado en medio del fragor competitivo
La temporada 2025 de las Grandes Ligas se encuentra en un punto álgido dentro del calendario, pero para varios equipos y jugadores, los desafíos van más allá del diamante. Entre lesiones devastadoras, ausencias por motivos personales y decisiones médicas delicadas, varios protagonistas están enfrentando circunstancias que amenazan con alterar el ritmo competitivo de sus franquicias. En este análisis repasamos tres casos clave que han impactado profundamente a sus equipos:
Corbin Burnes y la sombra de Tommy John
Corbin Burnes, flamante adquisición de los Arizona Diamondbacks, ha visto su temporada truncada apenas iniciada. El derecho, quien firmó un contrato récord de 210 millones de dólares por seis años, deberá someterse a la temida cirugía Tommy John para reparar su codo derecho, luego de que sintiera molestias durante su apertura del domingo 1 de junio frente a los Washington Nationals.
En apenas 11 aperturas con Arizona, Burnes acumuló una marca de 3-2 y efectividad de 2.66, dejando claro por qué los Diamondbacks apostaron fuerte por él tras su paso estelar por Milwaukee y Baltimore. Sin embargo, su lesión representa un golpe rotundo para la rotación del equipo, que confiaba en su veteranía para guiar al plantel durante los meses críticos del calendario.
“Es una noticia dura. Todos estamos con Corbin ahora mismo”, declaró el manager Torey Lovullo. “Vamos a apoyarlo y jugar duro por él. Sabemos que se va a recuperar, y será uno de los grandes de esta franquicia”.
La cirugía Tommy John es una obligatoria pero temida intervención en el béisbol moderno. Desde su creación en 1974, ha salvado miles de carreras, pero exige una rehabilitación de entre 12 y 18 meses, impactando completamente las aspiraciones inmediatas del jugador y su equipo.
Austin Hedges: la amenaza acumulada de las conmociones
En Cleveland, los Guardians enfrentan una preocupación distinta, pero no menos seria. Su receptor veterano Austin Hedges fue colocado en lista de conmoción por siete días luego de recibir un golpe en la cabeza por el bate en retroceso del jugador de los Yankees, Jazz Chisholm Jr., durante un juego disputado el miércoles.
Este no es un episodio aislado: se trata de la quinta conmoción en la carrera de Hedges. El manager Stephen Vogt no escondió su inquietud:
“Siempre hay un gran nivel de preocupación con cualquier conmoción, pero especialmente con la historia de Austin. Por eso estamos actuando con extrema precaución. Esto va más allá del béisbol. Es su salud como persona la que está en juego.”
La Lista de Lesionados por Conmociones** en la MLB se introdujo en 2011 tras una serie de incidentes que subrayaron la necesidad de proteger la salud cerebral de los jugadores. Hoy en día, el protocolo actual incluye una evaluación médica exhaustiva, actividades físicas controladas y observación antes de autorizar cualquier regreso.
Para cubrir su ausencia, Cleveland ha subido desde Triple-A al receptor Dom Nuñez, quien hizo su primera aparición en las Mayores desde agosto de 2022.
Más allá del impacto deportivo, lo que destaca es la importancia que está cobrando la salud neurológica en la liga, en una época en donde los atletas son evaluados constantemente no sólo por su aporte en el campo, sino por su bienestar integral.
El corazón roto de Elly De La Cruz: duelo y compromiso
En Cincinnati, la ausencia del carismático Elly De La Cruz frente a los Diamondbacks el viernes no fue por decisión técnica ni por lesión física. El campocorto de 23 años viajó al Caribe para asistir al funeral de su hermana mayor en República Dominicana, y aunque esperaba regresar a tiempo para el juego, un vuelo cancelado truncó su plan.
“Estaba haciendo todo lo posible por llegar, pero uno de sus vuelos fue cancelado”, detalló el manager de los Reds, Terry Francona.
De La Cruz no fue incluido en la lista de duelo oficial, lo que sugiere que buscaba una reincorporación inmediata al equipo. Se trata de un gesto que no sorprende viniendo de un pelotero cuyo compromiso con la novena es ejemplar. Esta situación expone la humanidad detrás del atleta: un joven que aún en medio del dolor personal, deseaba estar en el terreno con sus compañeros.
La baja fue cubierta bien por la flexibilidad del roster: Matt McLain fue trasladado al campocorto y Garrett Hampson tomó las responsabilidades en segunda base. Además, los Reds recibieron una buena noticia con el regreso del primera base Christian Encarnación-Strand, quien estuvo fuera desde abril por inflamación en la espalda.
MLB 2025: ¿una temporada marcada por la fragilidad física?
Estas tres historias ocurren en simultáneo, pero no son excepciones. Conforme se acumulan los kilómetros, las horas de vuelo y los días de concentración, el desgaste físico y emocional se acentúa. La temporada de 162 juegos que propone MLB es una exigencia incomparable en el deporte profesional.
Según estadísticas de la plataforma Spotrac, más de 250 jugadores han pasado por la lista de lesionados en la presente temporada, una cifra que aumenta mes a mes con la llegada del verano.
Esto da lugar a múltiples debates en el entorno de la MLB: ¿se deberían ajustar los tiempos de recuperación?, ¿bastan los protocolos médicos actuales?, ¿se prioriza demasiado el espectáculo por sobre la integridad del jugador?
Más allá del diamante: la MLB y su rostro humano
En medio de estadísticas, análisis y estrategias, estas noticias recuerdan que el béisbol es jugado por humanos. Humanos que sienten dolor, que lloran pérdidas, que sufren lesiones, y que deben enfrentar la dura realidad de postergar sueños deportivos por razones mayores.
El caso Burnes llama la atención por su impacto financiero y deportivo inmediato. El caso Hedges aprieta el corazón desde una perspectiva sanitaria, mientras que lo de De La Cruz revela la cara más humana del deporte profesional. En todos los casos, la MLB está obligada a revisar, mejorar y reforzar sus políticas de apoyo a los jugadores, porque más allá de los cuadrangulares, lo que importa es su salud y bienestar a largo plazo.
Puede que la temporada 2025 no se recuerde sólo por récords y campeonatos, sino también como la temporada que subrayó con fuerza la importancia de proteger a quienes hacen del béisbol un espectáculo inolvidable.