Renée Elise Goldsberry y el salto al vacío: su evolución de Broadway al soul

La estrella ganadora de un Tony y un Grammy se lanza como solista con 'Who I Really Am', un álbum donde explora su identidad fuera del teatro musical

Renée Elise Goldsberry: del escenario de Broadway a la cabina de grabación

La industria del entretenimiento pocas veces ofrece segundas oportunidades, pero cuando lo hace, suele ser para aquellos valientes dispuestos a reinventarse. Ese es el caso de Renée Elise Goldsberry, cuya voz y presencia marcaron época con su interpretación de Angelica Schuyler en el icónico musical de Lin-Manuel Miranda, Hamilton. Ahora, tras años de éxito en teatro, cine y televisión, la artista da un nuevo paso en su carrera: el lanzamiento de su primer álbum como solista, Who I Really Am.

Este álbum de 13 canciones, con una mezcla rica en soul, funk, gospel y blues, supone una declaración de principios: Goldsberry quiere ser reconocida no solo como actriz de musicales, sino como autora, cantante y, sobre todo, contadora de su propia historia personal.

Una artista rodeada de inspiración audaz

Durante una entrevista reciente, Goldsberry expresó que las personas que la rodean han sido clave en su decisión de abrirse en un trabajo tan íntimo y arriesgado como un álbum debut. "Estoy rodeada por amigos que hacen cosas locas, valientes, de esas que podrían fracasar miserablemente", confesó. Uno de esos ejemplos fue Leslie Odom Jr., compañero de Hamilton, quien recientemente decidió regresar al musical. "Eso es una locura. Me inspira a atreverme a hacer algo diferente", añadió.

'Who I Really Am': un álbum que es un viaje personal

Esta obra musical plasma años de emociones, ideas y evolución artística. Goldsberry escribió 11 de las 13 canciones del disco, y en el proceso se permitió redefinir lo que significa ser una intérprete en la actualidad. "Me di permiso para no estar encasillada. El reto ha sido dejar de intentar encajar en una caja que no me representa", explicó durante la entrevista. Algo que muchos artistas de su generación han intentado: una expresión de libertad ante la fabricación de ídolos homogéneos.

El regreso sorpresivo de 'Satisfied'

Uno de los momentos más significativos del álbum es la nueva versión de “Satisfied”, el tema que la catapultó a la fama en Hamilton. Inicialmente renuente a volver a grabarla —“ya existe y es perfecta”, declaró—, Goldsberry cambió de opinión durante una sesión improvisada en un legendario estudio de Nashville, el mismo donde Dolly Parton grabó Jolene. “Estábamos por terminar y se me ocurrió probar con la versión que canto en mis conciertos. Resultó ser mágica”, recordó. El resultado fue tan poderoso que no hubo duda: debía incluirse en el álbum.

Colaboraciones que marcan

En el disco también participa su amiga y coprotagonista en Girls5Eva, Sara Bareilles, quien escribió la canción Smiling. Esta colaboración no sólo representa una reunión artística, sino un testimonio de cómo el respeto y la admiración mutua pueden generar belleza. Goldsberry ha elogiado a Bareilles como "una de las mejores compositoras de todos los tiempos", y calificó aquella presentación orquestada en el Hollywood Bowl como "uno de los actos más valientes" que ha presenciado.

Referencias, legado e influencia

Con una carrera que abarca desde musicales como Rent y The Color Purple hasta éxitos televisivos como The Good Wife y One Life to Live, Goldsberry ha sabido evolucionar sin abandonar su esencia. Si bien su nombre se asocia con Broadway, este disco pretende abrirle camino en la escena musical como compositora e intérprete fuera del teatro.

“Necesitaba esta libertad creativa que no siempre me ofrecía el teatro. Aquí soy más que una actriz: soy la creadora de mi propia narrativa”, explicó en referencia a la necesidad de expresión artística que no está limitada a un personaje o libreto.

¿EGOT a la vista?

Con un Tony y un Grammy ya en su estantería, Goldsberry se encuentra a medio camino de integrar el exclusivo club EGOT (premiados con Emmy, Grammy, Oscar y Tony). Aunque asegura que no le obsesiona lograr esa hazaña, admite que no es ajena al sueño: “No mentiré, he pensado en algunas formas de colarme por la puerta trasera”, bromeó, haciendo referencia a su documental Satisfied y la posibilidad de incluir una canción original que postule al Oscar.

La reinvención como motor artístico

El lanzamiento de Who I Really Am marca un punto de inflexión en la carrera de Goldsberry. En tiempos donde la autenticidad es un bien preciado, su álbum se presenta como un regalo para sí misma y para sus fans: una carta abierta de honestidad emocional, potente lírica y arreglos musicales que honran la música afroamericana.

En un mercado que a menudo exige producir éxitos radiales de fórmula, Goldsberry apuesta por un enfoque artesanal, íntimo y profundamente humano. “La meta no es un premio, sino el viaje, el proceso”, afirmó con convicción. Una filosofía que, sin dudas, la alinea con los artistas más perdurables de nuestra era: aquellos que no temen saltar al vacío con el alma por bandera.

¿Qué sigue para Renée?

Con una base sólida de seguidores, reconocimiento profesional y una identidad compleja que entrelaza múltiples facetas —madre, actriz, cantante, mujer negra—, Goldsberry mira hacia adelante con una mentalidad abierta. "Lo que me enseñó Leslie Odom Jr. es que uno nunca debe decir nunca. El arte es un ciclo", reflexiona, dejando entrever que regresar a los escenarios de Broadway siempre será una posibilidad, pero solo cuando el alma así lo dicte.

Por ahora, Who I Really Am es más que un título: es una declaración artística de presencia, una carta de amor al riesgo y un manifiesto de autenticidad sin filtro. Y para quienes han seguido su trayectoria, solo hay una certeza: Renée Elise Goldsberry sigue cantando, y lo hace con todo su ser.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press