Tottenham despide a Ange Postecoglou tras conquistar la Europa League: ¿Justicia o traición?

La historia de Ange Postecoglou y el Tottenham Hotspur parecía encaminarse hacia un final feliz. En tan solo su segunda temporada, el técnico australiano hizo historia al conquistar la UEFA Europa League, logrando el primer trofeo del club en 17 años. Sin embargo, tan solo dos semanas después de levantar el trofeo en medio de una multitud eufórica, fue destituido de su cargo.

Este giro dramático ha dejado desconcertados y divididos a aficionados, analistas y expertos del fútbol. ¿Fue una decisión correcta basada en el pobrísimo rendimiento doméstico? ¿O fue una falta de lealtad hacia un entrenador que prometía un proyecto a largo plazo lleno de carácter y ambición ofensiva?

Temporada de contrastes: gloria europea, fracaso local

Si bien la conquista de la Europa League ante el Manchester United —gracias a un solitario 1-0— fue el punto culminante de la gestión Postecoglou, la realidad en la Premier League fue completamente distinta. Tottenham terminó 17º, apenas un puesto por encima de la zona de descenso, cosechando 22 derrotas en 38 partidos. Según datos de la Premier League, es la peor campaña de los Spurs desde que se reformó el formato en 1992.

Fue un contraste brutal con lo que prometía su primera temporada (2023-24), donde el equipo emocionó con un fútbol vertical, ofensivo y valiente, asegurando el quinto lugar, muy cerca de los puestos de Champions.

Una épica europea: camino a la gloria

La Europa League fue el escenario perfecto para que Postecoglou se reconciliara con los aficionados. El equipo derrotó a gigantes europeos, mostró personalidad en encuentros complicados y evidenció su crecimiento táctico bajo la batuta del australiano. Levantar el trofeo en mayo de 2025 fue un momento catártico, tanto para el entrenador como para los seguidores del club.

Con este éxito, se convirtió en el tercer entrenador en la historia del Tottenham en conseguir un título europeo, siguiendo los pasos de Bill Nicholson (Copa de Ferias y UEFA) y Keith Burkinshaw (UEFA).

La decisión del club: ¿visión a largo plazo o miopía directiva?

En un comunicado oficial, el Tottenham explicó que "una revisión del rendimiento" fue lo que llevó a despedir al entrenador. Agregaron que buscan un enfoque diferente para "competir en múltiples frentes".

Estas palabras reflejan un calculo frío, más centrado en la tabla de posiciones que en el proyecto futbolístico. El mismo Postecoglou fue ovacionado por más de 200,000 personas durante la celebración del título, donde llegó a decir: “La temporada tres será mejor que la segunda”.

Sin embargo, Daniel Levy, presidente del club, tomó la decisión opuesta. Algunos ven en esta acción una repetición de su historial de decisiones impacientes e inconsistentes (recordemos los despidos de Pochettino, Mourinho y Conte en lapsos similares).

¿Qué dicen los aficionados?

Las redes sociales y foros de aficionados quedaron saturados de opiniones divididas. La cuenta de seguidores @COYS1882 publicó en X: “Ganar la Europa League después de 17 años no es suficiente para mantenerte en Spurs. Levy ha perdido la brújula”. En cambio, el reconocido hincha y creador de contenido Dave Bone sostuvo: “Sé que duele, pero no podemos permitirnos otro año como este en la Premier. Nos salvamos por los pelos”.

El legado de Postecoglou: algo más que títulos

Pese al prematuro final, Ange dejó una huella clara en el club. Reformuló la filosofía de juego, apostó por jóvenes como Dane Scarlett y Pape Matar Sarr, e instauró una identidad ofensiva inédita en los tiempos modernos del club. Su promedio de goles por partido en todas las competiciones fue de 1.9, uno de los más altos para un entrenador del Tottenham en las últimas décadas.

Además, varios jugadores titulares mejoraron su rendimiento: Heung-Min Son volvió a alcanzar los 20 goles por temporada, y James Maddison encontró un rol estelar como organizador ofensivo.

Un despido con poco respaldo estadístico

Analizando comparativamente, pocos entrenadores han logrado un título europeo y han sido despedidos tan pronto. José Mourinho fue cesado por el Tottenham días antes de una final de Copa de la Liga, y Thomas Tuchel fue despedido del Chelsea tras ganar la Champions, aunque al menos unos meses después.

¿Podemos hablar del llamado "síndrome del entrenador moderno"? Las estadísticas muestran que, desde 2005, el 63% de los clubes europeos grandes cambian de entrenador al menos cada dos años (fuente: UEFA Coaches Report, 2023), lo cual mina cualquier proceso estructural a largo plazo.

¿Qué sigue para Tottenham?

El club ya estaría buscando un director técnico con perfil "más pragmático", aunque algunos medios especulan con un posible interés en Roberto De Zerbi o Julen Lopetegui. La plantilla necesita reforzarse, especialmente en defensa y mediocampo de contención.

Será interesante ver si los Spurs pueden mantener el nivel mostrado en Europa sin la dirección de Ange. La presión es enorme: pelear en Champions tras haber tocado fondo en la Premier, ¿es una misión imposible?

Y para Ange Postecoglou… ¿nuevo destino?

El técnico de origen griego y nacido en Australia tiene un historial brillante. Antes de llegar al club londinense, lo ganó todo con el Celtic en Escocia, y fue técnico de la selección australiana. Medios en Italia sugieren que podría ser una opción para el AC Milan si no renuevan con Pioli, mientras que en Inglaterra su nombre suena para equipos con proyectos emergentes como Brighton.

Sea cual sea su próximo destino, Ange sale del Tottenham con un trofeo, una idea de juego clara y una afición que, aunque dividida al final, le estará eternamente agradecida por romper una sequía que parecía interminable.

¿Héroe incomprendido o técnico fallido?

La destitución de Postecoglou reabre el eterno debate del fútbol moderno: ¿vale más el resultado puntual o el proyecto a largo plazo? ¿Es justo exigirlo todo en tan poco tiempo? Lo cierto es que su legado, aunque breve, deja una marca en la historia reciente de los Spurs.

En un deporte cada vez más orientado al resultado inmediato, el paso de Ange Postecoglou por el Tottenham es una muestra de cómo incluso las victorias pueden no ser suficientes.