Brandon Woodruff: El camino espinoso del as de los Brewers hacia la redención
Entre lesiones, rehabilitaciones fallidas y esperanzas renovadas, el lanzador derecho de Milwaukee sigue luchando por volver a brillar
Una carrera marcada por la resiliencia
En el béisbol, como en la vida, los caminos hacia la cima rara vez son lineales. Brandon Woodruff, lanzador derecho de los Milwaukee Brewers, es un ejemplo vivo de ello. A sus 32 años, el dos veces All-Star ha visto su carrera interrumpida por una cadena de lesiones, pero se resiste —una y otra vez— a abandonar el montículo. Su lucha por volver al gran espectáculo es una historia de perseverancia, frustración e inquebrantable optimismo.
Un regreso frustrado por una línea a 108 mph
Woodruff estaba a punto de regresar a las Grandes Ligas por primera vez desde septiembre de 2023 cuando una línea con una velocidad de salida de 108 millas por hora golpeó su codo de lanzar durante una salida de rehabilitación con el equipo Triple-A de Nashville. El diagnóstico fue una contusión en el codo, una lesión menor comparada con sus antecedentes, pero lo suficientemente grave como para detener nuevamente su impacto inminente con los Brewers.
"Así es la vida, ¿sabes?", dijo Woodruff con filosofía. "Pudo haber pasado cualquier otra cosa caminando por la calle. Lo importante es poner todo en perspectiva. Me considero afortunado."
Una secuencia de infortunios
Este nuevo contratiempo no es el único obstáculo que ha enfrentado Woodruff recientemente. Desde que se sometió a una cirugía para reparar la cápsula anterior del hombro en 2023, su proceso de rehabilitación ha sido una montaña rusa emocional. Justo cuando estaba a punto de regresar en mayo, fue víctima de tendinitis en el tobillo derecho. Ahora, con el golpe en el codo, suma otro imprevisto a su lista de lesiones.
"Es frustrante, claro, porque estaba cerca de la meta… y surge algo", declaró con resignación. "Pero hay que quedarse con lo positivo. Eventualmente, la suerte cambiará."
El impacto en los Brewers
Los Brewers, líderes de la División Central de la Liga Nacional durante tramos de la temporada, necesitan desesperadamente el brazo fiable de Woodruff. Con una rotación afectada por las bajas, su regreso es urgente. Su manager, Pat Murphy, lo dejó claro: "Lo que no queremos, ni para él ni para nosotros, es apurarlo y que esto se complique más".
Murphy insinuó que, si la inflamación baja, Woodruff podría comenzar a lanzar esta semana y realizar una sesión de bullpen para el 17 de junio. De allí vendrían lanzamientos en vivo contra bateadores y probablemente otra salida de rehabilitación antes de un eventual regreso.
Números que respaldan su valor
Cuando está saludable, Woodruff es uno de los abridores más confiables de la Liga Nacional. Su hoja de servicio lo respalda:
- 3.10 ERA carrera en MLB
- 130 aperturas con Milwaukee
- 788 ponches en 680 1/3 innings
Durante su actual rehabilitación en ligas menores, el diestro registró 3-1 con una ERA de 2.11 y 34 ponches en 38 1/3 entradas. Sin embargo, los informes indican que su velocidad de recta, usualmente sobre las 95 mph, ha estado por debajo del promedio.
"No está todavía el viejo Woody", admitió Murphy. "Sabemos que está guardando fuerzas… eso cambiará cuando vuelva con nosotros."
El factor psicológico en el regreso de un lanzador
Regresar de una lesión no es solo físico. La mente juega un papel crucial. Woodruff lo sabe. La ansiedad de una recaída, el miedo a perder una temporada completa otra vez, y el peso emocional de no poder ayudar a su equipo pueden ser tan limitantes como el dolor físico.
"Una vez que estés aquí, es otra historia." dijo. "La adrenalina empieza a fluir y eso puede ayudarme a recuperar algo de velocidad en los lanzamientos."
Woodruff también apuntó a la importancia de la paciencia: "No se gana nada con la desesperación. Hay que aceptar lo que viene y seguir."
Los compañeros también esperan su momento
Woodruff no es el único Brewer en espera. Los jardineros Garrett Mitchell y Blake Perkins también están en recuperación. Mitchell arrastra una lesión oblicua desde abril, mientras que Perkins sufrió una fractura de tibia en primavera y aún no debuta en 2025. La esperanza es que ambos puedan estar listos antes del Juego de las Estrellas.
Una montaña rusa que no cede
Hasta ahora, el año 2025 ha sido una montaña rusa para los Brewers. Aun liderando su división en algunos tramos, el equipo necesita refuerzos urgentes en su rotación. La dependencia de lanzadores emergentes y parches en el bullpen ha generado sobresaltos para una escuadra que sueña con repetir —o mejorar— la hazaña de 2021, cuando llegaron a los playoffs con una de las rotaciones más temidas de la liga.
Woodruff fue esencial en esa campaña: 2.56 ERA y 211 ponches en 179 innings. Milwaukee sabe que su retorno marcaría la diferencia.
Datos históricos: lesiones de lanzadores estrella
La situación de Woodruff recuerda a la de viejos conocidos del béisbol. Jugadores como Stephen Strasburg o Noah Syndergaard han enfrentado sendos calvarios para volver tras procedimientos quirúrgicos. Incluso el mítico Sandy Koufax se retiró joven por problemas crónicos en su brazo izquierdo.
¿Qué tienen en común? Todos tuvieron momentos de gloria, pero sus cuerpos les jugaron en contra. La diferencia radica en la época: hoy la medicina deportiva permite rehabilitaciones milimétricas, con datos biomecánicos y soportes psicológicos impensables en décadas anteriores.
¿Qué puede esperar Milwaukee?
Si todo sale bien, los Brewers podrían tener a Woodruff de vuelta en julio. No serán muchas aperturas, pero podrían ser suficientes para fortalecer un equipo que ya dio señales de solidez. La presencia de Freddy Peralta como punta de lanza actual, y un bullpen competitivo, permiten soñar con un plantel competitivo si “Woody” regresa en su forma habitual.
La clave será que, al incorporarse, logre recuperar esa velocidad en la recta y mantener su mecánica afinada. Entre el ajuste psicológico y físico, Milwaukee tendrá que manejar su tiempo de regreso casi como una cirugía de alto riesgo.
Una historia aún sin final
Brandon Woodruff no ha lanzado su último inning. En un deporte de infinitas segundas oportunidades, su historia aún fluctúa entre el drama y la posibilidad de redención. Su actitud positiva ha sorprendido incluso a los más escépticos del vestidor, y si hay algo más poderoso que un brazo sano, es una mente enfocada.
Como diría él mismo: "Man, that’s baseball". Y mientras siga lanzando, aunque sea en simulacros, su historia estará lejos de terminar.