Greta Thunberg, la Flotilla de la Libertad y la lucha humanitaria hacia Gaza

El contexto del conflicto: Gaza, bloqueos y una guerra sin final

El conflicto entre Israel y Palestina, especialmente centrado en la Franja de Gaza, lleva más de siete décadas de historia. Sin embargo, desde que Hamás tomó el control de Gaza en 2007, tanto Israel como Egipto han impuesto un bloqueo estricto sobre el territorio, argumentando razones de seguridad. Este bloqueo limita severamente la entrada de bienes, incluidos alimentos, medicamentos y combustible, y ha sido calificado por organizaciones internacionales como una forma de castigo colectivo.

Los últimos datos provenientes del Ministerio de Salud de Gaza indican que más de 54,000 palestinos han muerto, en su mayoría mujeres y niños, como consecuencia del actual conflicto armado iniciado tras el ataque del 7 de octubre de 2023. Aquel día, combatientes de Hamás mataron a alrededor de 1,200 personas en Israel y tomaron 251 rehenes. Desde entonces, la ofensiva israelí ha desplazado al 90% de la población gazatí, generando una de las crisis humanitarias más devastadoras del siglo XXI.

¿Qué es la Flotilla de la Libertad?

La Coalición de la Flotilla de la Libertad es una iniciativa internacional civil que busca romper el bloqueo hacia Gaza mediante el envío de embarcaciones con ayuda humanitaria y un mensaje político. En palabras de los organizadores:

“No se trata solamente de entregar alimentos o medicinas, sino de manifestar que el mundo no ha olvidado al pueblo palestino.”

La operación más reciente zarpó desde Catania, Sicilia, el 1 de junio de 2025, rumbo a Gaza. Esta nueva flotilla incluía a 12 activistas, destacando figuras como Greta Thunberg, conocida mundialmente por su activismo climático, y Rima Hassan, europarlamentaria francesa de ascendencia palestina.

La interceptación de la Madleen

El lunes 3 de junio, fuerzas israelíes interceptaron la nave Madleen, obligándola a desviar su rumbo hacia Israel. Thunberg, Hassan y los demás activistas fueron detenidos brevemente, mientras que el Ministerio de Exteriores israelí calificó la operación como exitosa:

“El yate de los selfies de las celebridades navega seguro hacia las costas de Israel.”

Las autoridades aseguraron que la ayuda transportada sería enviada a Gaza por “canales establecidos”, sin especificar cómo y cuándo.

La narrativa opuesta: ¿Rescate o secuestro?

Para la Coalición de la Flotilla de la Libertad, los hechos constituyen un “secuestro oficial”. Publicaron mensajes pregrabados de los activistas donde se denuncia el accionar del ejército israelí como una violación del derecho internacional, especialmente al operar en aguas internacionales. Ya en 2010, una flotilla similar acabó con el asalto de la embarcación Mavi Marmara, que dejó 10 activistas turcos muertos, lo que provocó una fuerte controversia internacional.

¿Qué rol juega Greta Thunberg?

Con apenas 22 años, Greta Thunberg ha sido nominada varias veces al Premio Nobel de la Paz y se ha convertido en el rostro joven de la lucha global contra la crisis climática. Su participación en esta flotilla representa una expansión de su activismo hacia cuestiones interseccionales: la ocupación, el colonialismo y los derechos humanos.

Greta declaró en un video difundido antes del arresto:

“El cambio climático, el capitalismo y la ocupación están interconectados. Gaza está colapsando y el mundo necesita actuar.”

Su presencia ha tenido un impacto mediático inmediato, logrando ampliar el enfoque público y político al conflicto más allá de sus protagonistas tradicionales.

La reacción internacional y sus limitaciones

Si bien organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han condenado repetidamente el bloqueo, la acción concreta por parte de potencias globales ha sido escasa. Estados Unidos, principal aliado de Israel, ha instado en múltiples ocasiones a facilitar la entrada de ayuda humanitaria, pero sin exigir el levantamiento total del bloqueo.

En su más reciente informe, la ONU advirtió que aproximadamente 700,000 niños en Gaza están en riesgo de inanición. La organización también destacó que más del 80% de las infraestructuras médicas han sido destruidas o están inoperativas.

La diplomacia europea: entre la solidaridad y la burocracia

La participación de Rima Hassan, eurodiputada de origen palestino, atrajo especial atención. Hassan ha sido una férrea crítica de las políticas israelíes, lo cual le ha costado el ingreso a territorio israelí en otras ocasiones. Su detención durante esta misión podría generar un nuevo conflicto diplomático entre la Unión Europea e Israel, aunque hasta ahora el bloque comunitario ha adoptado una posición moderada.

“La solidaridad con Palestina no es terrorismo. ¡Es humanidad!” escribió Hassan antes de embarcar.

¿Por qué por mar?

Con los pasos fronterizos terrestres controlados por Israel y con un acceso extremadamente limitado, el mar Mediterráneo se convierte en la única opción viable para activar una protesta política con impacto simbólico global. La idea de romper un bloqueo marítimo no es nueva ni legalmente sencilla.

Según el Derecho Internacional Marítimo, en tiempos de conflicto, un país tiene derecho a interceptar embarcaciones en alta mar si sospecha que traen provisiones a las fuerzas combatientes. Sin embargo, este marco legal es fuertemente disputado cuando se trata de una flotilla civil y pacífica como la Flotilla de la Libertad.

¿Se justifica el bloqueo?

Israel ha justificado históricamente el bloqueo como una medida de seguridad ante los lanzamientos de cohetes y túneles subterráneos de Hamás. Sin embargo, críticos argumentan que el bloqueo es desproporcionado y afecta diariamente a millones de civiles, exacerbando la pobreza, el desempleo y el sufrimiento humano.

Un informe de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) de 2022 indicó que, debido al bloqueo, el PIB per cápita en Gaza ha caído a niveles de hace 30 años, y que más del 65% de la población está desempleada.

¿Efecto mediático o cambio real?

Muchos se preguntan si este tipo de flotillas tienen un impacto real. La respuesta es sí — al menos en términos de presión social global. Las imágenes de Thunberg con un chaleco salvavidas y junto a una bandera palestina sacudieron las redes sociales con millones de interacciones, provocando debates en Europa, EE.UU. e incluso naciones africanas sobre la moralidad del bloqueo.

La periodista israelí Amira Hass, quien ha cubierto Gaza durante más de dos décadas, lo resume así:

“Cuando los gobiernos callan, los ciudadanos deben hablar. Estas flotillas son una forma de decir ‘no en nuestro nombre’.”

Próximos pasos: ¿Un nuevo movimiento internacional?

Tras esta operación, la Coalición anunció que planean una nueva flotilla para finales de 2025, y que buscarán sumar activistas de África, América Latina y Oceanía. El objetivo será crear un corredor marítimo humanitario alternativo si las autoridades israelíes y egipcias persisten en impedir ayuda humanitaria directa.

El rol de figuras como Greta Thunberg y Rima Hassan ayuda a legitimar y amplificar una lucha que a menudo ha sido silenciada o deslegitimada por los medios hegemónicos occidentales.

Con una marea creciente de solidaridad civil internacional, la pregunta ya no es si el mundo prestará atención a Gaza, sino si estará dispuesto a actuar más allá de las palabras.