Wander Franco: La caída de una estrella del béisbol ante la justicia dominicana

El caso del campocorto de los Rays de Tampa Bay enfrenta acusaciones demoledoras de abuso sexual infantil, explotación comercial y tráfico de personas

El ascenso meteórico de Wander Franco

Wander Franco era uno de los nombres más prometedores del béisbol profesional. Con solo 20 años debutó en Grandes Ligas con los Rays de Tampa Bay, y rápidamente se convirtió en una joven estrella con habilidades excepcionales en el terreno de juego. En noviembre de 2021, firmó un contrato por 11 años y 182 millones de dólares, un acuerdo que debía marcar el inicio de una brillante carrera al más alto nivel del béisbol.

Sin embargo, esa historia de éxito deportivo ha dado un giro drástico. Desde agosto de 2023 su carrera está en pausa tras ser incluido en la lista restringida de la Major League Baseball (MLB) en medio de graves acusaciones por abuso sexual infantil en su país de origen, la República Dominicana.

Las acusaciones: una red de delitos graves

Wander Franco enfrenta una serie de cargos que van más allá de cualquier escándalo previo en el mundo del béisbol. Según la Procuraduría General de la República Dominicana, Franco está acusado de:

  • Abuso sexual de una menor de 14 años
  • Explotación sexual y comercial de menores
  • Trata de personas con fines de explotación
  • Lavado de dinero
  • Tenencia ilegal de armas de fuego

Los fiscales sostienen que Franco, a través de su madre, Yudelka Aybar, transfirió 1 millón de pesos dominicanos (aproximadamente 17.000 USD) a la madre de la menor en enero de 2023 para obtener su consentimiento para mantener una relación sexual con la niña. La mujer también enfrenta actualmente cargos por lavado de activos y se encuentra bajo arresto domiciliario.

El proceso judicial: entre la defensa y una avalancha probatoria

El juicio contra Franco avanza en el Tribunal Colegiado de Puerto Plata, una turística ciudad del norte dominicano. Su abogado, Teodosio Jáquez, ha manifestado que pedirá la exoneración total de su cliente, alegando que este «no cometió los actos de los que se le acusa». Sin embargo, la fiscalía asegura haber presentado testimonios de testigos clave y evidencia contundente que, según el fiscal Claudio Cordero, «confirma no solo el abuso infantil, sino también su carácter sistemático y comercial».

Entre las pruebas clave que han sido ventiladas públicamente están:

  • Testimonios de la víctima y de otros testigos cercanos al entorno familiar.
  • Transferencias bancarias documentadas que respaldan la tesis de compra de consentimiento.
  • Evidencia pericial sobre la explotación sexual.
  • Implicación de familiares cercanos a Franco en las operaciones.

Además de estos hechos, las autoridades informaron que Franco fue arrestado en noviembre de 2024 en San Juan de la Maguana por portar presuntamente una pistola Glock 19 sin licencia tras un altercado en un estacionamiento. Si bien su defensa alega que el arma pertenecía a otra persona, el hallazgo del arma en su vehículo complica aún más su situación jurídica.

El impacto legal y deportivo

De ser encontrado culpable, Wander Franco enfrentaría una condena de hasta 30 años de prisión. Pero más allá del plano legal, el caso supone también un terremoto para su carrera profesional. Franco se encontraba en plena ascensión, siendo uno de los jugadores mejor pagados de su generación sin haber alcanzado aún su totalidad de potencial.

Actualmente, se mantiene en la lista restringida de la MLB, lo que significa que no puede jugar ni entrenar con su equipo, pero continúa recibiendo una fracción de su salario. Esta situación pone a prueba la política disciplinaria de las Grandes Ligas, las cuales han sido más estrictas en los últimos años con casos de violencia doméstica y conductas criminales.

Un reflejo de las fisuras sociales y éticas del deporte

Este caso no es solo una crónica judicial, sino también un espejo de cómo el deporte profesional, en ocasiones, se transforma en un entorno donde el talento puede encubrir actos delictivos, al menos temporalmente.

Casos similares en el pasado—como el de Trevor Bauer (MLB) o Deshaun Watson (NFL)—demuestran que la justicia y las ligas enfrentan enormes desafíos cuando el acusado es una celebridad con recursos económicos y poder mediático considerable. En este sentido, la opinión pública juega un papel crucial. Como ha dicho la periodista Jessica Mendoza en múltiples ocasiones: “el juicio en redes sociales comienza mucho antes que el juicio en los tribunales”.

¿Qué dice la afición?

La fanaticada de los Rays y del béisbol en general está dividida. Algunos aún lo defienden, repitiendo el viejo adagio de que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Otros, especialmente desde sectores feministas y de derechos de la infancia, han pedido que Franco sea permanentemente apartado del deporte y procesado con todo el rigor de la ley.

"No podemos seguir justificando figuras públicas por sus logros deportivos mientras abusan de su poder sobre personas vulnerables" escribió Maritza Rosario, abogada y activista de derechos humanos en Santo Domingo, en una columna de opinión.

El valor del precedente

Este juicio es crucial también por el precedente legal que puede sentar en la Justicia dominicana en casos de abuso sexual donde existen elementos de manipulación económica. Según estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), más del 80% de los casos de abuso infantil en República Dominicana ocurren en círculos cercanos a los menores, muchas veces bajo presión económica.

La implementación plena de las leyes contra la trata de menores ha sido limitada hasta ahora, por lo que este caso podría significar un punto de inflexión para la aplicación más efectiva del marco legal.

Una figura pública, una gran responsabilidad

Wander Franco, como tantas figuras mediáticas del deporte, no solo representa a un equipo o a una nación. Representa aspiraciones de millones de jóvenes dominicanos que ven en el béisbol una vía de superación y éxito más allá de las barreras socioeconómicas. Su desplome no solo es judicial y deportivo, sino también simbólico.

En última instancia, este caso sigue en desarrollo. Mientras la defensa intenta que se desechen los cargos y la fiscalía expone pruebas más sólidas día a día, el país —y buena parte del béisbol internacional— observa con atención. Es una batalla legal que implica temas profundos: justicia, poder, fama y vulnerabilidad infantil.

Todo esto mientras se mantiene la incógnita de si algún día volveremos a ver a Wander Franco brillar dentro de un diamante… o si quedará como una más de esas figuras que, por sus acciones, terminaron siendo parte de una larga lista de lo que pudo haber sido.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press