¿Está lista Norteamérica para el Mundial más grande de la historia?
A un año del Mundial 2026, la falta de información de FIFA y los desafíos logísticos, de seguridad y acceso plantean dudas sobre la preparación de EE.UU., México y Canadá para recibir el torneo más ambicioso del fútbol.
Un Mundial sin precedentes, con demasiadas incógnitas
El Mundial 2026 promete ser el mayor espectáculo futbolístico de la historia, con 48 selecciones participantes y 104 partidos distribuidos entre Estados Unidos, México y Canadá. Sin embargo, a tan solo un año del inicio del torneo, FIFA mantiene un inquietante silencio respecto a detalles críticos para los aficionados y países participantes: fechas de ventas de entradas, precios de boletería general, sorteo oficial, logística de seguridad y campamentos base.
Este silencio, además de generar frustración, revive recuerdos preocupantes. El último gran torneo en suelo estadounidense, la final de la Copa América 2024, vivió un retraso de 82 minutos debido a una brecha de seguridad en Miami Gardens. Alexi Lalas, exseleccionado nacional y hoy analista de Fox, lo resumió así:
“Eso fue un recordatorio, y una llamada de atención si alguien la necesitaba, de que estas situaciones afectarán la evaluación final de si este Mundial fue exitoso.”
FIFA sin comité organizador: experimento arriesgado
Uno de los cambios más notables para este torneo es que será el primer Mundial sin un comité organizador local. Toda la gestión recae directamente en manos de la FIFA, que opera con una plantilla de alrededor de 800 empleados desde su sede en Coral Gables, Florida. Esto ha provocado preocupación sobre la coordinación de miles de detalles cruciales, desde la elección de hoteles hasta la logística con las ligas deportivas locales y los servicios de transporte público.
Al respecto, JT Batson, CEO de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, enfatizó en el legado que esperan dejar:
“El legado del 2026 es asegurar que el fútbol llegue a todas partes de este país, que cada estadounidense tenga acceso a un lugar seguro para practicarlo y que cada escuela lo incluya entre sus deportes.”
El problema del acceso: boletos caros o inexistentes
Al revisar los datos del Mundial de 1994, aún en el recuerdo de muchos, los boletos rondaban entre $25 y $75 USD en partidos de primera ronda, y subían hasta $475 para la final. Para 2026, FIFA no ha anunciado precios oficiales para el público general, pero los paquetes VIP disponibles ya oscilan entre los $25,800 y $73,200 dólares por persona únicamente para los partidos en el MetLife Stadium de Nueva Jersey.
Se especula que el sistema de precios será variable, algo que ha causado confusión en el Mundial de Clubes de 2025, con entradas rebajadas de forma reiterada y promociones de boletos gratuitos para algunos socios del programa Marriott Bonvoy.
Al ser consultado sobre estas políticas, Manolo Zubiria, jefe de operaciones del torneo, interrumpió abruptamente una entrevista telefónica tras recibir cinco preguntas en cuatro minutos, aumentando así aún más las dudas sobre la organización.
Una audiencia fragmentada: el deporte más popular, en canales dispersos
Mientras tanto, el crecimiento del fútbol en EE.UU. ha sido vertiginoso. La Premier League inglesa promedió 510,000 televidentes por ventana durante la temporada pasada en NBC, y las finales de la Champions League han superado los 2 millones de espectadores en CBS durante cinco años consecutivos.
Sin embargo, estos logros se ven opacados por lo que muchos consideran un ecosistema fragmentado. Más de 2,800 partidos por temporada están disponibles en EE.UU., pero la mayoría solo se pueden ver en distintas plataformas de streaming (Paramount+, ESPN+, Apple TV+). Esto complica la adopción de nuevos fanáticos, argumenta Gerry Cardinale, socio gerente de RedBird Capital Partners:
“Cuando los niños crecen viendo fútbol de la Premier o la Serie A, resulta difícil que la MLS compita con ese tipo de producto.”
Seguridad y geopolítica: ¿todos serán bienvenidos?
El Mundial cruzará 16 sedes, 11 de ellas en Estados Unidos, donde se jugarán todos los partidos desde cuartos de final. No obstante, la política migratoria y de seguridad estadounidense representa otra fuente de incertidumbre. Durante el mandato de Donald Trump se aplicaron restricciones migratorias a ciudadanos de 12 países, y aunque los atletas eran una excepción, no se especificaba qué ocurría con los aficionados.
En mayo de 2025, el vicepresidente estadounidense JD Vance se refirió:
“Queremos que todos vengan y disfruten de este evento increíble. Vendrán personas de cerca de 100 países... Pero cuando se acabe el torneo, deberán regresar a casa. Si no lo hacen, tendrán que hablar con la secretaria Noem.”
Esta declaración, hecha junto a Kristi Noem, Secretaria de Seguridad Nacional, fue interpretada como una advertencia dura para los visitantes extranjeros.
Base camps: ¿entrenamientos en ciudades fantasma?
FIFA ha listado aproximadamente 60 ubicaciones posibles como campamentos base para las selecciones, desde resorts de lujo como The Greenbrier en West Virginia hasta hoteles de cadena económica en Arizona. Sin embargo, muchos están alejados de las sedes y podrían entorpecer logísticamente el traslado y preparación de los equipos.
Incluso las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) deben cambiar su calendario para evitar superposición de partidos en estadios con aparcamientos compartidos, como ocurre en Arlington (Texas), Kansas City, Filadelfia y Seattle.
Una oportunidad que no se puede desperdiciar
El Mundial de 1994 dejó un legado tangible. Dio origen a la MLS en 1996, y sus ganancias (50 millones USD) permitieron fundar la U.S. Soccer Foundation. Hoy, la MLS cuenta con 30 equipos, muchos con estadios propios y academias de formación.
Bajo esta perspectiva, el CEO de La Liga North America, Boris Gartner, lo tiene claro:
“Este Mundial debe verse como otro paso más en el crecimiento a largo plazo del fútbol en EE.UU. Si sabemos leer bien el mercado y conectar con la audiencia, el crecimiento será sostenido por dos décadas.”
Con Japón, Corea del Sur, Irán, Jordania y Uzbekistán ya clasificados por Asia, y equipos de todo el mundo a la espera, las expectativas no pueden ser mayores. Pero todavía hay tiempo... si FIFA decide finalmente mostrar sus cartas.